Besos prohibidos.©

Siete.

- Miércoles, 16:00 p.m. -

Owen Walker

Entro en casa después de haber pasado el día en el hospital junto a mi madre y voy a la cocina, busco algo para comer pero no había nada que me apeteciera. Me tumbo en el sofá  y me quedo mirando la ventana del salón, no podía dejar de pensar en Sue; sus labios junto a los mios yendo al compás, sus ojos y su sonrisa, esa sonrisa que me volvía completamente loco. Mi hermano entra en el salón y tose para captar asi mi atención.

— ¿Que piensas bro? -dice mirándome.
— Em, nada. - me rio.
— ¿Enamorado? -frunce el ceño.
— ¿Quee? No no. -respondo riendo.
— Ya, ya. -dice mientras enciende la televisión.
— ¿Tu alguna vez has estado enamorado? -pregunto serio.
— La verdad es que si hermanito; he estado enamorado de una chica 5 años. -suspira-. Pero por miedo a su rechazó la perdí hace 3 meses. -añade cabizbajo-. Fui un idiota por no demostrarle mi amor.. -añade suspirando.
— ¿Que pasó? -pregunto sorprendido.
— Tuvo un accidente. -dice triste-. Cosas de la vida, hermano. -añade serio.
— ¿Porque nunca nos lo dijiste ni a mi ni a mama? -pregunto mirándole.
— ¿Para que? De todas formas ella tampoco se hubiera fijado en mi. -suspira.
— Sabes, yo estoy con una chica, bueno estamos de royo, pero la verdad es que no estoy enamorado. -suspiro-. Bueno, enamorado si que estoy, pero de Sue. -sonrio tímidamente.
— ¿La chica...? -le corto antes de que pudiera acabar.
— Si, la misma. -sonrio.
— Wow hermanito, hay tanto que no se de ti. -dice sonriendo.
— No se que hacer, antes he ido a verla cuando estaba con mamá y he hablado con ella, pero no como me hubiera gustado. -sonrio-. Y luego la he besado, he sentido cosas que no siento con ninguna otra. -añado mirando a mi hermano.
— ¿Enserio? -responde asombrado.
— Si... -digo avergonzado.
— Entonces haz lo que diga tu corazón. -sonríe y me abraza.

En ese momento el móvil empieza a sonar y veo que es Ashley, me levanto y me alejo un poco de mi hermano.

— ¿Si?
— Gordo, ¿podemos vernos luego? -dice ella nerviosa.
— Em, si claro. -respondo cortante.
— A las cinco en el parque de debajo de tu casa, porfavor. -dice susurrando-. Te quiero. -añade antes de colgar.

Miro a mi hermano que esta riendo y vuelvo a donde estaba.

— ¿Que pasa? -digo guardando mi móvil y sentándome a su lado.
— Mira este vídeo porfavor. -responde entre carcajadas.

Gira su teléfono y veo el vídeo, era de una página de instagram, era un vídeo de bromas hacía tu pareja o amigos, la verdad es que hacía bastante gracia ya que hacía varios meses fui sometido a esas bromas.

~ 16:45 p.m.

Ashley Murray

Salgo de la habitación y bajo sin hacer ruido hasta la puerta principal ya que mis padres me habían castigado sin salir e iba a saltarme sus normas.

— ¿A donde vas Ashley? -dice mi padre de brazos cruzados mirándome serio.
— Em...a dar una vuelta... -le miro sorprendida.
— Sabes que estas castigada. -me mira serio.
— Venga papa, solo será una hora. -suspiro.
— Esta bien, a las seis y cuarto te quiero en casa; ni un minuto más. -dice con una mueca.

Me pongo las zapatillas y tras darle un beso en la mejilla salgo de casa; al llegar al parque no veo a Owen, me siento en uno de los bancos y después de varios minutos  aparece, iba un poco despistado y eso hace que tropezase con una piedra, me rio ante la situación y él se pone rojo de la vergüenza.

— Vaya, que situación tan incómoda. -dice avergonzado-. ¿Que querías? -añade cambiando por completo su rostro.
— Verás... -miro mi reloj-. Me gust... -digo suspirando y mirando sus ojos.
— Espera, antes que nada quería decirte una cosa. -dice nervioso.
— ¿El que? -trago saliva.
— Verás, quiero acabar con lo nuestro. -traga saliva-. Quizás no sea el momento perfecto para decirlo, se que esto te va a doler y lo siento, pero es que no estoy enamorado de tí y no quiero seguir haciéndote daño. -dice mirándome a los ojos.
— Pero.. -digo mirándole con lágrimas en los ojos.
— Fué un calentón tonto y ya, ambos íbamos borrachos y es lo que ocurre en esas situaciones. Sera mejor que me vaya.

En ese momento sentía como el corazón se partía en mil pedazos, las lágrimas recorrían mis mejillas y las palabras no me salían. Me doy la vuelta y salgo corriendo hacia casa dejándolo ahí, al llegar subo a la habitación y pongo la silla del escritorio delante de la puerta para que nadie entrará, me tumbo en la cama y abrazo el peluche que tantos recuerdos me traía.

~ 19:30 p.m.

Noah Miller

Bajo del coche de mi madre y cojo varias bolsas del maletero, las dejo sobre la encimera de la cocina y cojo una carta que había sobre ella, era para Blake, frunzo el ceño y miro la parte de atrás de la carta para mi asombro el remitente era de Estados Unidos, la vuelvo a dejar en su sitio y me rio al pensar que Blake, el mujeriego y creído del instituto hablaba inglés.

— ¿De que te ríes hermanita? -dice Blake entrando en la cocina mostrando sus perfectos abdominales.
— De nada, un chiste. -miento mirando hacía otro lado-. Tienes una carta. -sonrio.
— Perfecto, gracias. -la coge y se sienta en el sofá.

Vuelvo a salir ya que todavía quedaban varias bolsas por entrar, al acabar me siento en el sillón y enciendo la televisión; miro a Blake que estaba leyendo la carta atentamente y me río solo de verlo.

— ¿De quien es? -digo seria.
— De un amigo. -sonrie.
— ¿Que te dice? -digo frunciendo el ceño.
— Cosas de mayores, enana. -dice pasando por mi lado y dándome un golpe en el brazo.

Se me había olvidado lo imbécil que era por unos minutos. Sigo viendo la tele hasta que el idiota de mi hermanastro vuelve a entrar en el salón y cambia de canal por la cara.

— Estaba viendo mi serie. -digo seria.
— Voy a ver el partido. -se encoge de hombros-. Van a venir unos amigos. -añade sonriendo.
— ¿¡Queeee!? -suspiro-. Ni de coña quiero que vean que eres mi hermanastro. -añado enfadada.
— Pues te quedas en tu habitación. -se rie-. Además no era una pregunta, si no una afirmación. -añade guiñandome el ojo.

Bufo y tras coger el móvil subo a mi habitación, llamo a mi madre y tiro el móvil en la cama, entro en el baño y me quito la ropa para meterme en la ducha.