16. Sorpresa

58 1 1
                                    

-
Tres meses antes.

Mi mano tiemble al tratar de hacerme una línea con delineador al arreglarme para ir a la escuela. Normalmente no me maquillo, pero supongo que como todo el mundo me va a asesinar con la mirada por haber terminado con Alejandro, será mejor que muera viéndome increíble. Estoy literalmente temblando por los nervios. No se que esperarme. La incertidumbre me esta comiendo viva. Anoche apenas pude dormir.

Me miro al espejo y me reviso una ultima vez de pies a cabeza. Ok, si, puede funcionar. Cojo mi bolso con todas mis tareas y bajo a desayunar a pesar de la poca hambre que tengo.

-Hice el desayuno.- anuncia mi mama sin emoción al verme entrar en la cocina. Camina de largo y para al frente de la puerta. -No dejes los platos sucios.- con esto se gira y se va a trabajar. Cuanto amor hay en esta casa.

Me sirvo un poco de los huevos revueltos y cojo dos tostadas. Llevo mi plato en la mesa del comedor y empiezo a tragar mi desayuno. Prefiero llegar temprano que tarde. Ignorando lo que dijo mi madre, dejo el plato sucio en el fregadero y no lo lavo. Cojo las llaves y camino aceleradamente hacia mi carro.

El sábado en la noche, o mas bien domingo en la madrugada, Nicolas y yo tuvimos creo que la peor pelea que hayamos tenido, y luego ayer termine con Alejandro. Como Miranda describió, ahora ninguno de los dos son "míos".

Estoy acostumbrada a la gente mirándome y juzgándome, pero eso no lo hace más fácil. Siempre es mejor cuando hay otra persona al lado tuyo. Esa persona normalmente era Nicolas. Creo que ahora voy a caminar sola.

Cuando me estaciono en el parqueadero de la academia, me quedo un rato en el carro. Respiro profundamente y dejo salir el aire. Tengo que ir a clases, tengo que ir a clases. Aprieto los ojos fuertemente y abro la puerta. Camino con la mirada directamente al frente y trato de ignorar a la gente de mi alrededor.

El segundo en el que pongo un pie adentro del edificio, todo el mundo se calla. El silencio me aplasta. Quiero llorar. Sigo caminando hasta mi casillero, pero cada persona que pasa al lado mío se queda callada al verme. ¿Que les habrá dicho Alejandro?

Saco algunos cuadernos y dejo algunos libros una vez en mi casillero, y puedo sentir las miradas en mi espalda. Completo silencio. Ayuda.

-Paola.- dice Andres, uno de los amigos de Alejandro, al lado mío. No tiene una expresión hostil o algo parecido, parece hasta feliz.

-¿Si?-

-¿Serias tan amable de seguirme, por favor?- su tono de mayordomo me hace querer llorar de la risa. No espera a una respuesta, da media vuelta y continua caminando esperando a que lo siga. A la mierda. Sigo a Andres mientras que ahora puedo escuchar los susurros de las personas en vez del silencio. ¿Que esta pasando?

Para justo enfrente de las puertas del gimnasio, el cual está cerrado. Se hace a un lado y abre una puerta, dándome el espacio para entrar.

Y no puedo contener el pequeño grito de sorpresa que pego. Todo el equipo de basket esta adentro, y cada uno de ellos tiene una rosa y están arrodillados. En el medio esta Alejandro, con un traje y una sonrisa muy grande. ¿Que es esto?

Alejandro camina lentamente, recolectando un rosa de cada uno de los jugadores hasta que tenga un gran ramo. Luego camina directo hacia mi y se para al frente mío. Estoy temblando.

Se arrodilla y me extiende el ramo de rosas, el cual acepto.

-He pensado en lo que dijiste. Y me di cuenta de que estabas equivocada. No dije lo que dije porque estabas terminado conmigo, lo dije porque de verdad lo sentía. De verdad te amo, Paola. Siempre lo he hecho y siempre lo haré. ¿Quieres volver a ser mi novia?-

Me quedo helada. Completamente helada. Esto es una de las cosas más románticas que alguien haya hecho por mi. Estoy muy inclinada a decir que si. Pero esto no cambia las razones por las que termine con el. El sigue sin conocerme, a mi verdadero yo, sigue sin escucharme, sin prestarme atención, y ahora con esto voy a ser mas invisible aun. Ahora en este mismo momento voy a ser conocida como "la novia de Alejandro", o "La puta que lo rechazo". Y me doy cuenta, en este mismo segundo, que prefiero ser una puta que estar en una relación con alguien que se que no me hace feliz, que no me comprende, que nunca amare.

-No.-

El silencio es ensordecedor. Todas las sonrisas que tenían los jugadores del equipo se desvanecen, se borran instantáneamente de sus caras. La expresión de Alejandro es indescriptible. No se si devolverle las rosas, que estoy segura que le costaron mucho, o si quedármelos. Eso es otra cosa que demuestra que no me conoce. Odio las rosas, amo los claveles (los cuales son mas baratos y mas preciosos).

Me tengo que repetir varias veces en mi cabeza que no salga corriendo, que no debo huir. No debo cometer los mismos errores que mi hermana. No puedo.

-¿Que?- pregunta incrédulo.

-Lo siento, lo siento, pero esto no cambia nada. Ya te lo dije. No te amo. Lo siento, lo siete de verdad.-

Me giro y salgo por la puerta del gimnasio, dejando a Alejandro con una expresión rota en su cara. Lo siento.

Al salir, siento el peso de todas las miradas en mi y no lo soporto. No puedo hacer esto hoy. No puedo. Camino apresuradamente a mi carro. Necesito estar en mi cama comiendo dulces y llorando en paz mientras veo una película en Netflix.

Choco con alguien al salir. Ojos azules cruzan con los míos, pero esta vez no siento nada. Absolutamente nada.

La mirada confundida de Daniel se vuelve preocupada al ver las lagrimas salir de mis ojos.

-¿Estas bien?-

-¡No! ¡Nada esta bien!- gritó entre sollozos. Daniel trata de darme un abrazo, pero lo empujo antes que pueda tocarme. -Déjame en paz, solo hoy. ¡Déjame en paz!-

Puedo escuchar como Daniel grita mi nombre en la distancia, pero lo ignoro y me subo a mi auto. No me había sentido así en años. Tan juzgada y observada. Ahora se lo que sintió Laura antes de morir. Y no puedo evitar pensar que morir ahogada no suena tan mal en este momento.

****************
Hola! Lo siento por demorarme tanto, es mi primera semana de clases y estoy algo ocupada, pero prometo subir capítulos más seguido. También lo siento que sea algo corto, pero no me estoy sintiendo muy creativa.

Gracias por leer!

Tres meses antes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora