CAPWOLF

Capítulo 8: Revelación

Steve y Natasha arribaron al complejo esa mañana, después de aclarar el malentendido y de llevarse los pocos objetos de valor del departamento ambos subieron al auto.

—Tardarán unos meses en reparar el departamento —comentó Natasha. —Eres un salvaje Rogers.

Steve la miró asombrado, y Natasha inmediatamente se puso nerviosa al pensar que se podrían malinterpretar las cosas.

—En un buen sentido —corrigió la espía.

—Entiendo —fue lo único que dijo el rubio.

—¿Sabes?—llamó la espía captando su atención. —Ahora que lo pienso esa forma no es tan mala, eres una enorme bola de pelos adorable.

—Yo no lo creo —respondió estoico.

—¡Oh, vamos!—alegó ella —intenta ser positivo, viéndolo de una forma mejor creo que esos ojos amarillos son una locura.

—¿Que intentas decir?

—Lo que intento decir es que..... Yo digo que...... —intento hablar.

—Quéeeee —dijo Steve curioso.

—¡Te vez sexy!—finalmente dijo —No se si es mi cabeza.... O las hormonas. Pero haz ganado mas musculatura.

Steve sonrió apenado por lo dicho por la espía pelirroja.

—Entonces.... ¿Te parezco sexy?

—¡No me hagas decirlo de nuevo!—grito la pelirroja.

—Gracias —dijo sincero. —No esperaba eso.

—Ni yo —fue la respuesta de la espía.

No entendía que le sucedía, de pronto se encontraba más roja que su propio cabello. Las imágenes de él despeinado y despreocupado no dejaban de vagar en su mente.

"Y su trasero, ¡y dios que trasero!"

—¡Ya cállate!—grito la espía.

—Pero si yo no dije nada —se defendió Steve.

—No..... No eres tú —declaró la espía.

—¿Entonces?—se cuestionó él con confusión.

—Nada, no te preocupes —omitió poniendo atención al camino.

Steve decidió ya no seguir preguntando, dejando que ella se concentrará en el camino. El cual cabe decir que se volvió algo silencioso.

El auto de natasha avanzó hasta detenerse en el complejo, inmediatamente luego de apagar el motor, Steve se tenso.

Durante todo el camino el rubio permaneció muy callado y algo tenso, quiso preguntar que sucedía pero decidió dejarlo de lado. Tal vez era ahora o nunca.

—¿Listo?—preguntó la pelirroja haciendo que dejara de pensar.

—S-sí —fue su respuesta casi en un leve susurro que de no ser porque estaba lo suficientemente cerca, no lo habría escuchado.

Natasha optó por tomar su mano en señal de apoyo y comprensión, acercándose hacia él para juntar su nari con la suya. Compartiendo ese especie de beso que ya parecía como algo totalmente suyo.

—Todo saldrá bien —alentó —No te voy a abandonar. ¿Confías en mí?

El rubio no le respondió, simplemente asintió estando de acuerdo con ella.

Bajaron del auto, mirando por breves minutos la base que hace algunos años Tony mando a construir.

Steve apretó más la mano de la espía, para así de alguna manera darse valor así mismo para enfrentar lo que sea a lo que se enfrentarán. Los dos.