Capítulo 16: Descontrol

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La llamada del Ex-director de Shield tenía muy desconcertado a Barton, así como a los demás miembros del equipo.

—¿Que pasara ahora?—preguntó su esposa con notable angustia.

—No lo sé —dijo este como mejor respuesta. —Pero no se lo van a llevar, de eso me encargo yo.

Después de eso, Barton salió al jardín a informarle su infortunio al capitán, quien sin más remedio optó por hacer lo correcto.

No podía esconderse como un fugitivo y poner a otros en riesgo, ya no, esta vez sería responsable de sus acciones.

Solo esperaba que no se complicarán las cosas.

—Señora Barton —dijo el soldado en cuanto la vio parada en el pasillo.

—Capitán, no olvide que siempre tendrá un lugar con nosotros —dijo ella —Esta ahora es su casa, le deseo suerte y espero que regrese pronto.

—Así será Madame —contempló Steve.

—¿Estas listo?—dijo el arquero —Ya es hora.

Steve asíntio, era hora de enfrentar la realidad, de ver la causa de sus acciones.

—Por favor no hagas ninguna imprudencia —pidió su esposa.

—Sabes que cuando me dices eso, hago justo lo contrario —respondió este.

—Lo sé, solo quiero que te cuides —respondió —Buena suerte.

—Sabes que siempre cargo con ella —dijo en un intento de bromear —Porque crees que ganamos la batalla contra ese loco, soy el arma secreta.

Steve miró la conmovedora escena con un nudo en el estómago, pues le recordó tanto a Natasha.

Todas las veces en las que ambos se preocuparon el uno del otro, las constantes bromas de parte de ella, así como su preocupación.

Finalmente abordaron el Jet que los llevaría hacia su destino, lo último que Steve vio a través de una de las ventanas fue a la pequeña hija de Clint, quien agitaba la mano en señal de despedida con sus ojitos lagrimosos.

De nuevo el pesar en su pecho se hizo presente, tal cual como cuando Natasha se fue por su misión.

Y es que se había encariñado tanto con la pequeña, que estar sin ella se había vuelto un problema, pues empezó a quererla de la misma forma que con Natasha. Solo que en vez de amor, era un instinto paternal el que se hacía presente.

—No te preocupes —dijo su compañero, el cual pilotaba la nave con tranquilidad —Volveremos, además; creo que aunque quisiera, ya es más que imposible sacarte de la vida de mi familia. Después de todo ya eres un Barton también.

Steve sonrió con calidez ante las palabras de Barton, incluso comenzaba a creer que ese título de "ser la voz de la razón" ya estaba quedando en segundo plano para él, pues al parecer ya había alguien que le había arrebatado el puesto.

—En el camino llamaremos a Natasha —dijo Clint —Necesita estar enterada de lo que suceda.

Desde que pisaron un pie en la zona del jardín del complejo, un silencio incómodo se hizo presente.

—Chicos, es un alivio que llegarán —dijo Tony. —Esto realmente no me gusta.

—¿Tan malo es?—preguntó Steve.

Los dos varones se miraron entre sí, con una mirada muy preocupada.

Si bien le informaron a Steve que Fury había llamado, no habían sido muy específicos con respecto a que cosa quería.

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