Capítulo 32

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Celine estaba muy nerviosa pero no podía hacerlo notar, no. Ella tenía que mantenerse fuerte porque no sabía que le diría Asher. Aunque sentía que era algo relacionado con la chica rubia de la fiesta.

-Se que quieres dejarme, Asher. No es necesario que lo digas...

Celine se adelantó a todos los hechos posibles, a lo que Asher levantó una ceja.

-¿Dejarte? ¿De qué estás hablando?

-Él otro día en la fiesta, noté que ibas acompañado.

Asher suspiró, pues si había pensado en aquello y a él jamás se le había pasado por la mente no contarle las cosas a Celine.

-Ella es Evelyn Smith... - Dijo Asher- Es la chica con la que me comprometieron.

Y ahí iba la noticia.

Ya se esperaba algo así, definitivamente se estaba volviendo a repetir todo y era eso lo que no quería. Debía asumir que jamás en la vida iba a ser feliz porque siempre fijaba sus ojos en las personas que no podía.

-Entiendo lo que quieres decir... Creo que, debería irme - Pasó por su lado dispuesta a tomar al niño pero Asher la detuvo antes.

-¿Por qué quieres marcharte?

-¿Te parece poco? Si tienes una prometida no es justo que esté aquí, yo no estaré con alguien quien está a punto de casarse, no cometerse los mismos errores en mi vida, Asher.

-No me casaré. - Sentenció, Celine lo miró sin poder creerlo.

-¿Qué?

-No lo haré. Una vez te dije que tú eras la mujer de mi vida y sigo pensando que es así, no te cambiaría por nadie más, Celine.

Celine sintió ganas de llorar, sin duda quería confiar en las palabras de Asher, pero aún tenía algo dentro de ella, pues las palabras sólo eran eso, se iban con el viento. Aprendió que todo deberían ser hechos palpables o más bien, observables y completamente analizados.

-Estas comprometido, Asher. ¿Cómo lo harás? Te separaste de mí por esto, y ahora te lo quitaran de igual forma.

-Pero he aprendido bastante. No necesito del dinero de ellos, todo esto fue para poder ayudarnos hasta que pudiera ser capaz de tener más para poder sobrevivir.

-¿Todo es por interés?

-Solo con ellos. Aunque he de admitir que el señor Campbell es un muy buen hombre, y por otro lado muy noble.

Celine miró hacia su lado, vio cómo Hayden dormía plácidamente, su corazón latió fuerte, tenía al chico al que había extrañado ahí, frente a él.

Asher se acercó a un escritorio que tenía una enorme puerta debajo, la abrió, y sacó un enorme paquete.

-Ten...

Celine la tomó observando cuidadosamente que era; eran cartas.

-Son todas las que envié luego de que te marchaste de nuestra casa. No sabía que te habías ido y la señora Carmen guardo cada una de ellas y el dinero que te envié.

Celine las miro con nostalgia, cuando me tocó marcharse no se le pasó por la mente lo que sucedería con el dinero.

-¿Por qué te fuiste? - Preguntó.

-La esposa de Nicklaus Claybaugh descubrió mi secreto y donde vivía y me amenazó. Y no iba a correr el riesgo de que me quitaran a Hayden.

-Nicklaus jamás te quitaría a Hayden. Perdería mucho si esto se sabe.

-Lo sé, pero no me arriesgaré, ni a mi hijo.

Asher suspiró y se acercó a Celine mirándola fijamente.

-Dejemos de hablar de él... - La tomó por la cintura.- Debemos pensar que haremos con nosotros.

-Yo se que podemos hacer... - La coquetería no era muy parte de ella, pero sentía una necesidad de hacerlo luego del tiempo que había pasado.

Asher sonrió haciendo que Celine se derritiera por dentro.

-¿Qué haremos? - Preguntó incitandola.

-Besarnos- Asher sonrió y no espero mucho tiempo más. Se acercó a la chica y la besó de forma delicada y suave.
Algo revoloteó dentro de su estómago, una sensación de felicidad y mucha emoción.
Por fin estaban juntos de nuevo. Y Celine quería creer que todo estaría bien nuevamente.

En la mansión Claybaugh una bomba estalló, podríamos decir que el mundo se partió por la mitad, era el inicio de una guerra.

Por la mañana, Kleine había llegado a la casa, buscando a su esposa...
Nicklaus no tenía idea ya que ella no se había aparecido por allí pero luego descubrieron que la chica había dejado un nota donde se despedía por que ella a partir de ese momento se iría a ser feliz con el amor de su vida.

Y el amor de su vida era, nada más y nada menos que Gerard.

Gerard había roto el compromiso con Sienna, y además se había escapado junto su hermana.

Y él... no podía creerlo.

Su mejor amigo había partido, la única persona en la que confiaba, se había marchado.

Aunque fuera así, deseaba de todo corazón que Gerard y su hermana fueran felices.

Y ahí se cuestionó. Si él hubiese sido igual de valiente que ellos, hubiese escapado con la mujer que amaba.

Se rascó la cabeza con frustración, suspirando pesadamente. Algo surgía dentro de él y no le gustaba para nada, y debía admitir que él ver a su esposa, Violet, lo hacía sentir más amargado de su vida y el rumbo que había tomado.

Además, muchas veces Violet tenía comportamientos como los de su madre. Bien dicen que se aprenden esas cosas, ya que ahora era casi una copia. Y como no, si regularmente salían juntas a comprar cosas o a cenar con las amigas de su madre.

Un Secreto Imposible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora