Capítulo 17

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Necesitaba conversar con la señora Wynter, así que a primera hora decidió ir a hablarle, pero su sorpresa fue más grande cuando divisó a la chica que había estado buscando como loco la noche anterior.

Se fijó que nadie pudiera verlos y se acercó por detrás, y la abrazó sin más. La chica se sobresaltó y se alejó con brusquedad.

-Tranquila, soy yo. - Celine lo observó. Sabía que verlo de nuevo le haría daño, la pena la embargó nuevamente.

-Nicklaus, ¿qué haces aquí?- Preguntó con indiferencia.

-Te extrañaba muchísimo, Celine.

Intentó acercarse para abrazarla pero ella se alejó nuevamente.

-Esto no está bien.-Dijo Celine.

-Lo único que no está bien es que estemos separados. Yo te amo, Celine.

-No puedo estar contigo, Nick. Estás casado.

-Pero no la amo a ella, Celine. Te amo a ti.

-No puedes estar conmigo y con ella a la vez. Eso es asqueroso.

Celine no podía comprender lo que decía el chico. Era una locura.

-Pero no he estado con ella.

Celine abrió los ojos. ¿Cómo podía ser tan descarado?

-¿Cómo puedes decir eso cuando estuviste un mes con ella completamente solos?

-Es la verdad Celine.-
La chica lo observó a los ojos. No encontraba mentiras en ellos.

-¿Me lo puedes jurar? - Susurró, a lo que él se acercó a tomar sus manos con suavidad y la miró.

-Te lo juro. No me he acostado con ella.

Celine sintió una felicidad indescriptible dentro de ella, Nicklaus seguía siendo el mismo. Era de ella y siempre lo fue.

Sonrió para sí lanzándose a los brazos de él. Él sin dudar la besó, y ella respondió con hambre.

-Te extrañé demasiado.

-Igual yo.

Nicklaus pensó y recordó algo que necesitaba saber.

-¿Te cambiaste de habitación? - Preguntó.

Celine se puso levemente nerviosa pero decidió no mentir.

-Me mudé de la mansión.

-¿Te fuiste?-No podía creer lo que escuchaba.

-Si y no. Me mudé pero sigo trabajando aquí así que me verás todos los días.

Nicklaus asintió no tan convencido.

-Pues, mala suerte para ti ya que no irás a tu casa esta noche. - Sonrió pícaro.

Celine sonrió embobada, para que diría que no, si sabía que se quedaría de igual forma.

El día pasó con normalidad, aún no podía creer que no hubiese pasado nada entre el chico y su esposa, y aún así Violet sonreía ante todos, aunque Celine sabía que era una mentira.

Cuando llegó su hora de salida, Celine se aproximó a la puerta ya que sabía que Asher estaría esperándola.
Y efectivamente fue así.

-Asher, no puedo irme hoy. - Dijo rápidamente.

-Y eso, ¿por qué?-Preguntó el chico extrañado.

-Eh, me pidieron si podía ayudar hoy en la noche con una fiesta y dije que sí.

-Ah, muy bien. Entonces me marcharé. - Dijo Asher no muy convencido. Celine le estaba ocultando algo pero no insistió en el tema.

-Nos vemos mañana. -Sonrió Celine.

La chica se sintió mal al mentirle a su amigo, pero sentía que no debía involucrarlo tanto a pesar de que le había contado algo de la historia, sobretodo cuando se enteró de su embarazo.

No podía callar, y ahí mismo se cuestionó que haría con Nicklaus. ¿Le diría que sería padre?

Quizá lo mejor era no decírselo de inmediato.

Avanzó hacia el punto donde había quedado de juntarse con Nicklaus donde se sentó a esperar un par de horas al aire libre.

Nicklaus no se preocupo de ver si Violet dormía, simplemente salió del cuarto dejándola ahí completamente sola y con su corazón triste.

Sin importar los sentimientos de otras personas, prácticamente corrió a encontrarse con Celine.

Ella lo divisó a lo lejos y a penas estuvieron cerca se besaron con pasión.

-¿Dónde iremos ahora? - Preguntó la chica sabiendo que la habitación de Nicklaus no era de ellos.

-Conosco un lugar aquí. - Dijo el chico guiandola por un sendero al que jamás había ido en todos los años vividos ahí.

-¿Desde cuando existe este lugar? - Divisó una pequeña cabaña a lo lejos.

-Pues siempre. Solo que el terreno es tan grande que no suele ser ocupado del todo.

Ambos fueron a la cabaña que estaba llena de polvo y completamente vacía.

No había terminado ni de cerrar la puerta cuando ambos se besaron con deseo. Nicklaus puso una manta en el suelo que había llevado, y ambos se posicionaron allí sin parar de besarse.
Se deseaban, se necesitaban tanto que la ropa que traían había desaparecido en cosa de segundos.

No habían palabras, sólo gemidos llenos de pasión.

Hacia mucho que añoraba sentir a Nicklaus dentro de ella, y cuando lo hizo, se sintió la mujer más feliz.

Los gemidos que casi parecían gritos eran callados por las penumbras de la noche, donde fueron uno una vez más.

Celine se conformaba con aquello. Aunque tuviera que verlo a escondidas lo haría las veces que fuera necesario, ya que lo quería y lo necesitaba.

Y lo seguiría haciendo todas las veces que Nicklaus se lo pidiera.

.........

En la casa de Asher, este último se encontraba sentado mirando un punto fijo. Solo una vela hacía que se iluminara el lugar. Tenía una sensación extraña, sabía que algo no estaba bien, y era por el hecho de que su amiga Celine no sabía mentir.

No había ninguna actividad extra esa noche, y sabía que se debía a la llegada de Nicklaus Claybaugh.
No era el hecho de que ella quisiera estar con la persona que amaba, sin duda si ella era feliz, él también lo sería.

Lo único malo era... que una presión surgía en su pecho. Algo ahí dolía cada vez que pensaba que estaban juntos.

No quería admitirlo, y no quería hacerlo porque si algún día, su amiga se enterase, estaba seguro de que dejaría de hablarle.

Y no dejaría que eso pasara.

Por ningún motivo.

Si él tenía que sufrir viéndola con otra persona, mientras ella estuviera bien, era un sacrificio que haría sin dudar.

Un Secreto Imposible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora