Busca entre el closet de Jeonghan ropa que parezca más a su estilo y no al del modelo. Termina en un tracking suit negro y zapatillas deportivas blancas. Sustituye la bolsa Chanel con un pequeño bolso con correa donde guarda el móvil y la billetera. No tiene la fuerza suficiente para remover el maquillaje de su rostro por lo que termina saliendo con una mitad de lo que antes fue la base y el corrector sobre sus ojos, sin embargo el color rojo escarlata aún está ahumando sus párpados junto a las tres pequeñas gemas que adornan sus pestañas inferiores. Arregla sus mechones en una liga y sube la gorra de su hoodie para cubrir el dorado de los mismos. Esconde sus labios rojos de tanto mordisquear en ellos, un terrible hábito nervioso que nunca puede dejar de lado, bajo un cubrebocas oscuro mientras va de camino al ascensor.
Decide tomar el bus ahora que al fin sabe en qué dirección se encuentra y que líneas cruzan por el vecindario, eliminando cualquier opción de llamar al chofer de Jeonghan para que le lleve.
En el transcurso del viaje solo puede recargar su cabeza contra el respaldo del asiento, llegando a su destino en lo que parece ser un parpadeo cuando se queda observando el paisaje tratando de vaciar su cerebro de pensamientos.
En cuanto abre la puerta de vidrio del establecimiento puede reconocer el olor a comida y escuchar los sonidos de las teclas furiosas acompañando de risas y sonidos de frustración de los grupos de amigos que se reparten por la sala de PC.
Se acerca a la máquina en la entrada, seleccionando dos horas y pago con tarjeta. Maldice un poco cuando recuerda que no tiene su tarjeta de socio consigo por lo que tiene que pagar un precio más elevado de lo que está acostumbrado.
«Como sea, Jeonghan dijo que podía utilizar el dinero. Al menos por ésta vez.»
Al recibir su ticket se dirige a la esquina más alejada y libre que puede encontrar un viernes por la noche. Deja caer su cuerpo sobre la silla, de inmediato introduce sus datos en el pop-up que aparece en su pantalla, buscando la sección de comida para poder ahogar sus penas mientras pasa su noche jugando. Abre una nueva partida de LoL, reclinando su espalda cómodamente contra el respaldo y dejando que los minutos sigan su curso, esperando patéticamente que puedan llevarse sus emociones con el.
Después de unos diez minutos el anuncio en su pantalla le avisa que su comida está lista por lo que espera por el chico que se acerca con una bandeja de comida, utiliza nuevamente la tarjeta del modelo para pagar y jura ir al gimnasio al día siguiente para no afectar el cuerpo y medidas de Jeonghan con la cena que consiste en un plato caliente de chuleta de cerdo con arroz, una porción de papas fritas con queso, salchichas fritas y un vaso extra grande de refresco.
De verdad que lo lamenta.
Los minutos siguen corriendo mientras trata de acostumbrar a los reflejos de Jeonghan a su competitivo modo de juego para no dejarle perder. Es sorprendido gratamente cuando se percata que sus habilidades siguen intactas a pesar de estar en un cuerpo diferente. Sus dedos aún se enredan sutilmente sobre el teclado, pero puede lograr ganar dos de las tres partidas de cada ronda.
Su tranquilidad es despedazada de a poco cuando un grupo de tres amigos toman la misma línea de asientos que él. La silla a su lado sigue libre pero quien parece ser el más ruidoso del grupo decide sentarse en la silla continua. A pesar de los audífonos puede escuchar sus fuertes voces, tratando de detener la mueca de desprecio cuando el mismo chico toma todos sus platos y los empuja alrededor del teclado de la computadora libre que les separa. A diferencia de ellos Wonwoo apilo sus paltos vacíos y los dejo en el pequeño espacio entre el monitor y el teclado, guardando su desastre solo para él.
Decide subir el volumen para tratar de callar el ruido, sin embargo por el rabillo del ojo puede ver como la silla libre es empujada hacia atrás, decide ignorarlo. Pero no puede ignorar la mano que sacude su codo para llamar su atención.
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Somos Dos ➼ {Meanie/JeongCheol}
Hayran Kurgu『🚀』Jeonghan y Wonwoo terminan compartiendo el mismo cuerpo gracias a un despistado recolector de almas. Ahora ambos deben aprender a vivir con sus diferencias mientras evitan que los reflectores que siempre apuntan hacia Jeonghan sospechen de su pl...