PÉTALOS CAÍDOS | ❛hit viral❜

━━━Capítulo nueve.

Moonsung la dejó en las escaleras, no se atrevió a subir con ella teniendo la gran certeza de que Wangguk se le tiraría encima aquella soleada mañana. Y fue la mejor decisión, porque cuando Mi-suk terminó de subir las escaleras se encontró de lleno con su roomie, el hombre que le gusta.

Wangguk estaba sentado desde muy temprano en el banco de hacer pecho, no había descansado bien, no solo por el hecho de imaginar un sinfín de cosas entre Moonsung y ella, sino que la sensación de no percibir el cuerpo de Mi-suk en la cama fue extraña, como si le clavaran una estocada; el sentir el lugar vacío le llenó de un nuevo tipo de soledad.

—Wangguk...

Ella lo llamó en un susurro, atrayendo al outboxer a la realidad. Se miraron fijamente, buscando algún signo de marca visible que les rompiera el corazón. Wangguk se puso de pie y se acercó, estiró la mano y acomodó el sedoso y negro cabello de Mi-suk tras su oído. Ella no pudo evitar cerrar los ojos y suspirar ante el toque, quería ser más reacia, pero no podía, él le gustaba mucho.

—Es egoísta preguntar esto, pero los pensamientos me carcomen —Wangguk bajó su rostro a la altura de ella y su pesada respiración le acarició el rostro—, ¿él tuvo el privilegio de besarte?

Las mejillas de Mi-suk se colorearon. La pregunta podía parecer pasiva, pero el tono empleado fue dominante, lleno de tantos celos que enloquecería. El plan de Moonsung había funcionado hasta cierto punto.

—Moonsung y yo no tenemos ese tipo de relación, ya te he comentado al respecto.

No bajó la mirada, quería parecer fuerte ante Wangguk. Él acercó más su rostro, era gracioso pensar que lo hacía para intimidarla, cuando en realidad solo se estaba dejando llevar por la necesidad de tocarla.

—Moonsung no te ve como una compañera, él te ve distinto —profesó cargado de envidia ¿cuántas cosas no habrán vivido? Él no estaba ni cerca de estar primero que Moonsung.

—Tienes razón —las palabras de Mi-suk paralizaron a Wangguk, casi se endereza de no ser porque las manos de ella se aferraron al cuello de su impoluta camisa—. Moonsung no me ve como una compañera, me ve como su amiga, su mejor amiga, mejor dicho.

Wangguk elevó una ceja contrariado ¿qué es eso que estaba escuchando? ¿Acaso aquel tipo no aprovechó para declararse?

—No creo que sus sentimientos estén así de limitados.

Ella sonrió, Wangguk a veces pensaba tanto las cosas que arruinaba sus oportunidades. Y es que ese hombre veía en su cabeza las acciones como cubos de Rubik, era minucioso en sus decisiones, muy consciente de las consecuencias que podría traerle tanto a él como a los que quería, por eso Han Wangguk era tan centrado y responsable, era inevitable para él no sentirse preocupado por quienes apreciaba.

—No le des más vueltas, él no me quiere de esa forma, ya hay alguien en su corazón —por primera vez no hubo marcas de expresión en el rostro de Wangguk frente a ella, saber que aquella amenaza ya no estaba, que Moonsung quería a alguien más, le aliviaba el alma—. No sé porque te ves tan agradecido, el problema entre nosotros nunca ha sido Moonsung.

Y allí estaba ella, ácida y sincera, arrasadora, pero solo con quiénes le importaban. Mi-suk acercó su boca deteniendo la pequeña sonrisa de felicidad por ver por primera vez y tan cerca el rostro relajado de Wangguk.

Ella le besó, con calma y suavidad, era un beso simple pero cargado de quejas y dudas. Wangguk dejó sus manos en el aire, sentía que cuando sus labios se tocaban ya no habían pensamientos atacando su cabeza, se aclaraban sus emociones, pero cuando se separaban y sabía que debía volver al trabajo, la duda le atacaba; él quería sentirse seguro, 100% seguro.