PÉTALOS CAÍDOS | ❛hit viral❜

━━━Capítulo ocho.

Wangguk trotó hasta encontrar a quien buscaba, apretó su hombro con fuerza obligando a 244 a detenerse. Ambos se miraron con el sol resplandeciendo a su costado, sus ojos impetuosos: rabia contra burla.

—¿Vas a decir algo o puedo continuar con mi rutina?

244 se acercó al rostro de Wangguk con intención de intimidarlo, pero se me escapó una sonrisa, sabiendo lo pasivo agresivo que puede ser el más joven.

—No vuelvas a acercarte a ella, no quiero saber que te consigues ni de casualidad con Mi-suk o Gyeoul —la mirada de Wangguk parece un arma letal. El aludido duda de si aquel chico sigue siendo tan pasivo y de buen corazón como le ha tachado en su mente—. No importa que tenga qué hacer, si las tocas te juro que te mataré.

244 relaja su postura y coloca las manos en su cadera tan despreocupado como si la amenaza a muerte la recibiera cada cinco minutos, una realidad que no está muy lejos.

—Debes decidirte, Wangguk —se giró lanzando un falso suspiro de preocupación—, vi talento en ti, por eso te dí trabajo cuando Baekseong te dió la espalda. Tú sabes lo importante que es para mí que las cosas salgan como me gusta, así que toma una decisión, te la pondré más fácil...

De repente se inclinó muy interesado; le parecía extraño que aquel impasible hermano mayor ahora se preocupara por más personas que su pequeña y única familia.

«Quiero jugar con él hasta romperlo»,  pensó 244.

—¿Qué quieres decir?

—Dejaré en paz a Gyeoul, sin importar lo que pase entre nosotros no la miraré ni una sola vez, no pensaré en ella siquiera —el más alto colocó una mano sobre el hombro de Wangguk con fuerza—. Pero Mi-suk y Yeo Rumi son otra historia. Es interesante esta lucha que tienes, así que me meteré por diversión y porque podrías arruinar mis preciados planes, y no queremos eso ¿verdad, Wangguk?

El menor apretó la mandíbula temiendo las próximas palabras.

—Verás, tengo unos proyectos para mañana con respecto a Yeo Rumi, es la estrella del estudio, así que debo aprovechar el potencial de su belleza. Además, tenemos fe en tu esfuerzo, te queremos en el equipo y noté que de verdad te gusta la fotografía; si te quedas con nosotros... ese estudio hasta podría ser tuyo —el tono engañoso del repentino parlanchín le dió mala espina a Wangguk—. Solo debes seguir las órdenes, pero si fallas, debes elegir quien es más importante: Yeo Rumi o Mi-suk. Tenlo en cuenta antes de accionar, cuando uno tiene el corazón dividido nunca quiere elegir.

Con esas extrañas palabras con matiz de consejo y amenaza, se fue trotando como si estuviera hablando de las próximas vacaciones junto a su amigo. Wangguk sintió asco y preocupación ¿qué era eso que tenía planeado 244?

Mi-suk no vió a Wangguk al despertar, así que desayunó tranquila y comenzó a trabajar en la comodidad del comedor, Gyeoul parecía estar tan cansada que ni salió de su habitación hasta el mediodía. Ambas almorzaron juntas antes de que la más alta partiera a su segundo trabajo. Ese lunes se sentía con nuevas fuerzas, inspirada, llegaría haciendo ramilletes y le ofrecería a los transeúntes —la vieja estaría muy feliz—, al final la había contratado por su cara no por su disposición a trabajar.