Capítulo 3: Amigos.

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Narra Emily Cullen.

El sol ya estaba saliendo a travez de los grandes árboles, el agua tenía el reflejo de la Luz.

Solo había silencio, cuando salí la mayoría se estaba acomodando para dormir en sus cabañas; llevo una varías horas aquí y no puedo evitar admirar lo hermosa que es la naturaleza.

El silencio, solo el sonido del agua, el movimiento de las hojas y las aves volar.

No entiendo porque los jóvenes se esmeran en arruinar esto, pueden divertirse admirando estos simples detalles, platicando aun lado de una fogata, contando historias o mirando la noche estrellada.

Pero lo que hacían era emborracharse y perder más neuronas desvelándose; por eso no tenía amigos.

Soy un alma vieja y no encajo con esta juventud, aveces pienso que nací en el año equivocado; sería divertido si hubiese nacido hace 100 años atrás.

Donde no existiera la tecnología y todo fuera más tranquilo, nosotros viviendo en la naturaleza.

Escuchaba como varios trabajadores salían a limpiar todo el desastre que ocasionaron hace unas horas.

Me pongo de pie y tomo camino a la cabaña, espero las amigas de Hailee ya estén dormidas; Definitivamente no son el tipo de personas que quiero a mi alrededor.

Debo hablar con ella y poner muchas reglas respecto el dormir en el mismo lugar.

Cuando entré, todo estaba en silencio; ya estaban dormidas.

Hailee estaba en el sillón, me tomo un tiempo para obsérvala, es muy linda, incluso más que La líder.

Puedo asegurar que si ella hace su grupo, muchas chicas quisieran estar ahí.

Tomo un pantalón de mezclilla y una sudadera para ir a bañarme.

La mañana estaba fresca, lo cual me agradaba.

Después de varios minutos en la ducha, salgo y me llevo la sorpresa que no estaban, ni siquiera Ella.
Agradesco al cielo y empiezo a alistarme, en si no me arreglo mucho, me acomodo el pelo dejándomelo un poco suelto, corrector para cubrir mis ojeras por la desvelada de esta noche y un poco de rimer para los ojos.

Me pongo unos tenis blancos y listo; me observo en el espejo y sonrío al ver mi muy buena combinación.

-Luces bien- Su voz hizo que sintiera escalofríos- De seguro resaltarás enfrente de todos..

Volteo a verla y sus ojos estaban en mi cuerpo.

-Gracias- Digo caminando a la cama- Pero mi intención no es llamar la atención, prefiero mantenerme oculta.

Suelta una risita y dirige a su cama.

-Perdón por lo de anoche- Dice buscando mi mirada- Débora y las chicas son un poco pesadas..

Acomodo mis almohadas y cobijas.

-No hay problema, pienso igual a lo que dijo anoche- Respondo con un tono seguro.

La enfrentó y me da una mirada confundida.

-¿A que te refieres?

-Todo sería mejor si estuviera aquí sola, el plan original era tener esta cabaña para mi- Confieso- Hubo un error y por eso está aquí.... Y respecto a sus amigas, debo confesar que tenemos que hacer un par de reglas para poder llevar bien esta forzada convivencia..

Suelta una media sonrisa irónica.

-Veo que no me quieres aquí- Dice un poco dolida.

-La verdad no..

Cada verano tiene su historia/ Hailee Steinfeld/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora