Nick Y Charlie - Una Historia Interminable || Heartstopper

Capítulo 9: Magia de hermana mayor

Charlie se levantó esa mañana como cualquier otra, se vistió y atusó un poco sus rizos, y desayunó. Bueno, si tomar apenas dos cucharadas de café y unos pocos cereales se podía calificar de desayuno. Últimamente apenas tenía ganas de comer en todo el día.

Como cada día, su madre se había ido temprano a trabajar dando un paseo, y su padre estaba por irse también, después de llevar a Oliver al colegio en coche. Nada fuera de lo normal.

Pero lo que sorprendió a Charlie fue que Tori no estaba en la cocina tomándose su limonada dietética matutina, para luego irse al instituto. Aunque él estudiaba en Truham y ella en Higgs, solían ir juntos andando o bien en autobús. Aunque a ella no le gustaba coger el bus, a veces decidía acompañar a su hermano y así poder conversar entre ellos. Lo que ambos llamaban una "sesión de terapia Spring". Se contaban sus inquietudes y preocupaciones, porque sabían que el vínculo que les unía les permitía entenderse entre ellos como pocos podían hacerlo.

Mientras Charlie se lavaba los dientes, su padre se acercó al baño.

Julio: Charlie, me voy con Oliver.

Charlie: Ok, ¿pero por qué Tori no se ha levantado aún? Tenemos que irnos a clase.

Julio: Tu hermana se va a quedar en casa hoy, no es nada grave, pero le duele un poco la cabeza y está algo mareada, así que es mejor que se quede descansando.

Su padre y su hermano pequeño se fueron y Charlie pasó por la habitación de Tori antes de salir camino a Truham.

Charlie: Tori, ¿qué tal estás?

Tori: Nada importante Charles, solo algo baja de defensas. Supongo que en parte porque me ha venido el periodo esta mañana. Cosas de chicas, ya sabes.

Charlie: ¿Desde cuándo el tema chicas es algo que yo conozca? Ya sabes que para mí siempre han sido los chicos.

Tori sonrió levemente.

Tori: Venga, vete ya o llegarás tarde.

Charlie: Está bien, pero si necesitas cualquier cosa llámame y vengo en cuanto pueda. Te quiero, hermanita.

Y le dio un tierno beso en la frente.

Charlie: ¡Dios, Tori, estás ardiendo! ¿Te has tomado una pastilla?

Tori: Sí, pero parece que aún no me hace efecto. Bueno, nos vemos después.

Charlie: Cuídate.

Pero el trayecto de Charlie a Truham fue bastante más corto de lo esperado, es más ni siquiera llegó a salir de casa. Apenas bajaba las escaleras Tori comenzó a llamarlo débilmente, Charlie corrió hasta ella y se asustó mucho con lo que vio. Estaba muy pálida, y comenzaba a respirar con dificultad. Le ardía aún más la frente, y apenas podía mantener los ojos abiertos.

Charlie estaba visiblemente angustiado.

Charlie: Escúchame Tori, no me voy a ir a ninguna parte, voy a llamar a papá y mamá ahora mismo y me voy a quedar aquí cuidándote.

Llamó a ambos, más de una vez, pero ninguno le contestó. Tori estaba empeorando por minutos. Charlie trató de calmar la fiebre con paños húmedos mientras ella apenas podía pronunciar palabra. Charlie no sabía qué hacer, el pánico lo invadió. Pero tenía que hacer algo. Si no era él, sería alguien que sí pudiera. Así que llamó a los servicios de emergencia.

Charlie: Por favor, necesito urgentemente una ambulancia para mi hermana, tiene la fiebre muy alta, está totalmente pálida y a punto de perder el conocimiento. No sé qué hacer y necesito ayuda, por favor, dénse prisa.