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—¿Quieres repetirlo una vez más? —El pelirosa soltó un suspiro algo estresado.

—En resumen; soy como un padrino mágico, como la serie animada. —El castaño asintió.— ¿A quienes son asignados los padrinos mágicos y para qué?

—A los niños miserables para que su vida sea mejor. —El contrario asintió.— ¿Me acabas de llamar miserable, mocoso tonto?

— ¡Tú eres el tonto, ya te expliqué muchísimas veces porqué estoy aquí, quizás si no fueras tan miserable no estaríamos teniendo esta conversación —Refunfuñó.

—¿Qué te hace creer que soy miserable, niño? —Se quejó.

Inhaló profundamente buscando calmarse, era su primer trabajo y ya quería renunciar pero, oh sorpresa, no podía. —Han Jisung, estoy aquí como tu "padrino mágico", aunque prefiero el termino hada, para conceder todos tus deseos y así hacer de tu vida una mejor, ¿si?

—No quiero un hada. —Se cruzó de brazos.

—... Ok, adiós.

De repente, Seungmin desapareció; el espejo volvió a reflejar a Jisung quien asustado se levantón de su cama y se acercó a aquel objeto. ¿Eso había pasado de verdad?, ¿Un hada mágica había aparecido en su espejo? Frotó sus ojos, quizás estaba demasiado cansado y su cabeza comenzaba a jugar con él, era eso o estaba muerto.

—Mi guardián me regañó por tu culpa. —Volvió a aparecer y eso hizo que el castaño diera un brinco hacía atrás.— ¿Estas bien?

—¿Eres real? —Volvió a cuestionar sin poderlo creer aún.— ¿Tienes un guardián?

Asintió.— Digamos que "dentro del espejo". —Hizo comillas.— Hay ¿Otro mundo?, el mundo de nosotros los ángeles. —El castaño interrumpió.

—Creí que preferías el término hada.

—Déjame terminal, maleducado. —Frunció su ceño e hizo un mohín molesto.— En ese mundo hay muchos ángeles, después están los guardianes, cada ángel tiene su guardián para cuidar tanto al ángel como al dueño del ángel, en este caso tú.—Sonrió amablemente.— Después de los guardianes esta nuestro Dios, es quien decide quién se convierte en ángel y quién pasa directamente a... —Guardó silencio al no poder decir mucho ya que no sabia con exactitud.— Bueno, es así.

—¿Y seguro que concedes deseos? —Arqueó una de sus cejas no tan convencido, el pelirosa asintió.— Bien, si ya soy tu dueño, entonces a ver... —Caminó de un lado a otro.— Quiero dejar de estar mojado ahora mismo.

—... Claro, a la mierda la paz mundial, el señorito no quiere estar mojado, a sus ordenes. —Mencionó antes de chasquear los dedos.

Inmediatamente tanto Jisung, como su ropa y mochila pasaron de estar mojados, a estar completamente secos. El castaño se miró muchas veces al igual en que tocaba varias parte de su cuerpo para confirmar que realmente su deseo se había hecho realidad. Estaba más que sorprendido, de verdad comenzaba a creer que era un sueño.

—Seungmin. —El nombrado lo miro atento.— ¿Es posible usar los deseos para el mal?

El cuerpo del contrario se tensó y lentamente tragó saliva ante la pregunta, no había sido un ángel por mucho tiempo pero el resto de ángeles le habían contado muchas historias sobre los deseos malvados y las personas quienes los pedían. Mostró una pequeña sonrisa y asintió.

—Es poco posible ahora. Como dije, los ángeles son asignados a personas cuya vida es miserable para ellos, antes esto era un problema ya que por mucho tiempo no habían guardianes, los guardianes se encargan de observar a la persona a la cual será asignado un ángel, esto para asegurarse de su vida. —El castaño asintió.— Antes nuestro Dios cometió muchos errores al entregar ángeles a personas sin supervisión...

—¿Me estas diciendo que tu jefe dio ángeles a personas malvadas? —El chico del espejo asintió.— ¿Qué tan malo pudo haber sido  eso?

— Bueno... ¿Ubicas la Segunda Guerra Mundial? —Se encogió de hombros y soltó una risa traviesa al ver la sorpresa en el rostro ajeno.— Desde ahí nuestro Dios asignó guardianes.

—¿Una persona me estuvo vigilando todo este tiempo para asegurarse de que no hiciera nada malo cuando te entregarán a mí?

—Así es. —Sonrió.— Te observaron mediante el espejo, ahora que oficialmente eres mi dueño, mi guardián estará más pendiente de ti. —Dio pequeños saltitos emocionado.

—¿Y cómo están seguros de que no te usaré para causar quizás la Tercera Guerra Mundial? —Arqueó su ceja.

Suspiró.— Jisung, las personas que son malvadas lo son porque guardan rencor hacia una persona, a sí mismo o se sienten frustrados al no lograr nada. —Apartó su mirada del castaño unos segundo.— Tú perdiste a tu familia en un incendio causado por una chimenea, la misma que ahora cubres con una manta en tu sala. —Tomo aire discretamente.— Intentas  convencerte de que fue tu culpa pero sabes que no es así, intentas convencerte de que te odias y quieres morir pero sabes que fue un accidente todo, si de verdad tuvieras tanto rencor por ti, ya hubieras hecho algo, ¿Me equivoco? —Volvió a mirarlo.

El castaño se quedó en silencio, apartó su mirada del rubio y suspiró. Odiaba admitir que aquel enfadoso niño tenía razón, por más que intentaba convencerse de que fué su culpa y de que se odiaba, pero no podía, su negatividad era de cartón. Tenía miedo de la muerte, tenía miedo de culparse cuando sabía perfectamente que no fue el causante de eso.

—Wow... De verdad me vigilan. —Musitó un poco incomodo mientras frotaba su brazo izquierdo.

—Lo lamento... Como tu ángel también debo protegerte y hacerte sentir bien. —Se encogió de hombros.— Por seguridad no puedo conceder deseos por mi propia cuenta así que no puedo protegerte de mucho, pero puedo ayudarte con palabras.

—Que bonito, si me disparan y quedó inconsciente tú estarás dándome palabras de apoyo, es justo lo que quería. —Soltó en una risa traviesa.

—¡Yaa! —También río.— Sabes a lo que me refiero. —Hizo un puchero.

—Bueno, ¿Y tendré que verte sólo por este espejo? Será difícil que me concedas deseos así.—Frunció su ceño pero suavizó su expresión cuando el contrario negó.

—No te preocupes. Puedes verme por otros espejos siempre y cuando sean de su total propiedad y estén en tus manos. —Sonrió.— Por ejemplo, si vas a un excursión escolar y llevas un espejo, yo apareceré siempre que yo quiera o que tú me llames sólo si el espejo está en tus manos y es tuyo, si alguien te quita ese espejo, no podré aparecer. —El castaño asintió.— Pasa lo mismo si intentas llamarme desde un espejo que no sea tuyo, no funcionará aunque lo tengas en tus manos, ¿Entiendes?

—Entiendo. —Se dejó caer a la cama.— Realmente mi vida va a cambiar... Wow.

—Así es, Jisung. —Sonrió ampliamente.

 —Sonrió ampliamente

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Magical Mirror  SeungSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora