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—¿Otros pueden verte? —el pelirosa asintió— ¿Y escucharte? —volvió a asentir. el castaño frunció un poco su ceño— Deseo que no sea así.

—¿Mh? —miró a su dueño y ambos hicieron contacto visual.

—No conoces mucho acerca de este mundo, ¿Cierto? —se encogió de hombros y desvió su mirada— Quiero mostrarte algunas cosas, pero si giro el espejo ellos podrán verte y oírte, eso me causará problemas.

Seungmin guardó silencio, le había sorprendido el hecho de que Jisung quisiera enseñarle cosas de su mundo, ¿Por y para qué? Sin importarle la respuesta se limitó a sonreír, estaba emocionado así que cuestionarse algo así ahora podría causar un cambio de opinión en el castaño. Asintió y chasqueó sus dedos para conceder la petición ajena.

No pudo evitar sonreír aún más, pero esta vez giró su rostro a otra dirección para que el castaño no lo notará. Estaba feliz, Jisung no era tan malo como parecía. Se atrevía a decir que tuvo suerte al ser asignado a él, comenzaba a sentirse útil en compañía de su dueño. Volvió a mirar al dicho, se encontraba caminando por una calle extremadamente grande, era de noche y podía observar las hojas de los árboles moverse por el viento.

—¿A dónde vas? —murmuró alzando su mirada para verlo gracias a que el mayor había puesto el espejo en un pequeño bolso delantero de su suéter.

—¿Qué a dónde vamos? —esa pregunta incluyéndolo le hizo sonreír, anteriormente también lo había incluido cuando dijo que iban a salir— Es una sorpresa, hay algo que quiero mostrarte en nuestra cita. —soltó una risa.

—¿No crees que es peligroso? Se está haciendo muy tarde...

—Si se hace tarde entonces sólo tengo que desear estar en casa, ¿No? —miró a la pequeña hada en su espejo y sonrió ampliamente.

Lo observó, su forma de expresarse y su sonrisa eran diferentes, o quizás esa era su personalidad siempre. Como Seungmin ya sabía, habían muchas cosas de Jisung que no conocía. Tal vez Jisung siempre sonreía así, sólo que no lo había visto anteriormente. Pensar en esa posibilidad le hizo feliz, ver ese lado del castaño le gustaba.

—Mira. —tomó el espejo entre sus manos y lo apuntó hacia el agua, mostrando las luces de colores reflejar en la misma— Es el río Han, como mi apellido. —sonrió— Aquí suelen venir las personas cuando están teniendo mucho estrés... —suspiró y suavizó su expresión— Muchos se suicidan aquí por la presión que tienen en su vida, por eso hay frases que pueden motivarte, ¿Puedes verlas? —bajó un poco el espejo, mostrándole a Seungmin aquellos escritos.

El pelirosa observó algunas frases, tan sólo verlas le hacía sentir mal por todas esas personas que pusieron fin a su vida ahí. Eso le volvía a cuestionarse si ese mundo era realmente cruel o difícil. ¿Qué tan malo debe ser para que las personas decidan terminar con eso, tirándose por el puente? Volvió a mirar el agua reflejar las luces cuando Jisung subió el espejo de nueva cuenta.

—También suelen desahogarse aquí, te paras en el centro y gritas todo lo que quieras soltar. El resto de personas no puede escucharte... —se apoyó en la rejilla.

—¿Tú lo has hecho? —cuestionó con miedo a que dijera que sí— ¿Te has desahogado aquí?

Guardó silencio unos segundos, no le gustaba pensar en el pasado, en realidad ya no había pensado en el pasado desde que Seungmin había aparecido, sin embargo en ese momento le fue imposible no hacerlo. Suspiró tranquilamente y después una ligera sonrisa se formó en sus labios antes de responder a la pregunta del pelirosa:

—Sí, muchas veces. —el menor frunció su ceño— Antes solía venir casi todos los días... Realmente tenía mucho que gritar, y creo que aún tengo cosas que soltar.

Magical Mirror  SeungSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora