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—¿También trabajas los fines de semana? —¿También trabajas los fines de semana? —preguntó Seungmin mirando al castaño quien estaba terminando de ponerse su sudadera, éste asintió— ¿Acaso no tienes descansos?

—Mis días de descanso cambian constantemente, eso lo decide mi jefa en realidad. —se puso los audífonos tras guardar el espejo pequeño en su bolso— Hay semanas donde no tengo un descanso.

—¿Por qué no deseas tener un trabajo mejor? Puedes hacerlo. —se cruzó de brazos.

Jisung miró al pelirosa y sonrió levemente antes de acercarse al espejo, con sus dos dedos índices tocó el objeto exactamente a la altura donde las mejillas. Seungmin se sorprendió un poco por esto y retrocedió ligeramente, tocando sus propias mejillas después.

—Eso sería muy fácil. —respondió.

Salió de la habitación y se dirigió hacia abajo para salir de su casa, al hacerlo se topó con sus amigos, el mayor de ellos parecía estar a nada de tocar la puerta, pero, cuando el castaño abrió, Hyunjin se alejó y sonrió ampliamente ante la presencia de su mejor amigo, Jeongin también sonrió a excepción de Minho.

—¿Ya te ibas? —cuestionó el mayor, pero, al ver que el menor llevaba audífonos puestos inmediatamente le quitó uno y se lo puso— Oh, ¿Hablas con tu amigo? ¿Hola? ¡Quiero conocerlo!

—Hyunjin... —suavemente le quitó el audífono— Dejamos de hablar hace unos minutos, lo lamento, ya no lo alcanzaste. —sonrió.

—Moh, ¿Cuándo podremos conocerlo? Deberías platicarnos más de él, es sorprendente que tengas otros amigos que no seamos nosotros. —ahora dijo Jeongin acercándose al castaño y colgándose de su hombro.

—Mmh... Quizás en otra ocasión. —palmeó la cabellera ajena antes de empezar a caminar, teniendo que arrastrar a Jeongin consigo.

Hablarles mucho sobre Seungmin podría traerle problemas, no podía hacer que el pelirosa fingiera hablar mediante una llamada con ellos, mucho menos podía mostrarles una foto del pelirosa. Seungmin no existía en su mundo, no podía simplemente inventarle una vida normal, no quería que su hada fingiera eso, no podía hacerle tal cosa.

Se despidió de sus amigos cuando éstos lo dejaron en el centro comercial donde trabajaba. Caminó en silencio hasta su trabajo pensando en qué podría hacer con su pequeña mentira. Tampoco podía decirles que había tenido una pelea con él y que habían dejado de hablar ya que necesitaría de Seungmin como excusa para no parecer un loco hablando solo.

Suspiró frustrado.

—¿Estás bien?

Bajó un poco su mirada para no hacer contacto visual con el menor quien había aparecido en el espejo que tenía colgado en su locker. No respondió nada hasta que terminó de guardar su billetera y algunos objetos que había sacado antes en su hora de descanso. Finalmente miró a Seungmin.

—Quisiera que mi vida fuera más fácil. —hizo un ademán con sus hombros y se recargó en los lockers junto a él— Quisiera no tener que preocuparme por nada.

—Jisung. —inhaló profundamente pero antes de hablar vio a una compañera de trabajo de su dueño entrar, así que no dijo nada más, aunque la ajena no podría escucharlo.

—Oh, Jisung~. —canturreó la chica sonriendo.

—Soyeon. —le devolvió la sonrisa— Es tu hora de comer, ¿No es así? —la rubia asintió— Entonces me iré para que puedas cambiarte tranquila.

Se dio la vuelta a su locker, mirando una última vez a Seungmin antes de cerrar la pequeña puerta, saliendo de ahí después. Fue hasta el mostrador a sentarse para seguir hablando con el pelirosa pero, antes de que pudiera llamarlo dos pelinegros entraron. Rápidamente se puso de pie e hizo una pequeña reverencia a ambos.

—¿Han? —los tres se miraron— ¿Trabajas aquí?

—Chris, Changbin, que agradable es verlos por aquí. —sonrió ampliamente— Sí, trabajo aquí hace tiempo, no estaba abierto el lugar desde hace unas semanas por lo que ningún trabajador vino. —respondió a la pregunta del primer nombrado.

—Interesante, no es muy común ver a chicos trabajar en lugares de ropa y cosméticos. —dijo Changbin.

—Me lo dicen mucho. —rió— ¿Buscaban algo en específico?

— Bueno, tengo una cita con Jeongin así que —habló Christopher mientras miraba a su alrededor, había ropa colgada al igual que maquillaje en vitrinas— vine a comprar unas cosas.

—¿Quieres impresionar a Jeongin? —preguntó sorprendido ya que el mayor siempre se mostró igual que Changbin, desinteresado— Sabes, para una cita con Jeongin no importa lo que uses, él te verá lindo de cualquier manera. —sonrió ampliamente.

—... No digas esas cosas. —se avergonzó y soltó una pequeña risa—. Seguramente tú también te pones tu mejor ropa cuando de una cita se trata.

Las palabras de Seungmin le invadieron la mente, una vez intentó verse mejor para Changbin en aquel encuentro en su casa, pero, el pelirosa le había hecho ponerse lo que sea. En realidad, se sintió con mejor autoestima desde ese día. Descendió su mirada e inconsciente sonrió al recordar eso, tras unos segundos sin borrar la sonrisa miró a Christopher.

—No deberías ni preocuparte de cómo vas vestido, es mejor que te vea así, al natural y siendo tú que con mil prendas encima. —repitió lo que alguna vez Seungmin le dijo a él.

Seungmin quien pudo escuchar todo ya que no se encontraba lejos del espejo sonrió, por fin estaba haciendo un cambio en Jisung, eso no sólo confundió sus emociones, sino que le hizo querer llorar y gritar al no entender por completo a Jisung ni a sus intenciones. Necesitaba poder entenderlo.

Sonrió—. Tienes razón.

—¿Siempre fuiste así? —la mirada del castaño fue a Changbin tras oírlo—. Creía que eras una persona muy negativa y grosera. —rió levemente, eso contagió a los dos presentes— Eres agradable.

—Me alegra saber que piensas eso de mí. —se encogió de hombros tímido—. Sinceramente sí era una persona muy negativa y grosera, pero... —dirigió su mirada al espejo junto a él— Últimamente hay alguien que me ayuda a ser mejor.

Sonrió.

Sonrió

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Magical Mirror  SeungSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora