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—¿Besar a alguien? —el pelirosa asintió varias veces— Ni siquiera se me había pasado por la mente hacer algo así, ¿Por qué querría besar a una persona? —se cuestionó pero al cabo de segundos lo entendió— ¡¿Te dieron ganas de besar a tu dueño?!

Se puso de pie y rápidamente tapó la boca ajena con la palma de su diestra— Shhh, mi guardián podría oirte. —susurró.

—Pero Seungmin —suavemente quitó la mano ajena tras calmarse— ¿Cómo se sienten las ganas de besar a alguien? Es decir, ¿Cómo sabes que de verdad te dieron ganas de besarlo?

El pelirosa suspiró mientras buscaba relajarse un poco, se alejó un poco de su amigo y retrocedió hasta sentarse en uno de los sofás. Cuando el rubio se sentó junto a él miró en todas las direcciones para comprobar que nadie, ni siquiera otros guardianes y otros ángeles estuvieran cerca.

Volvió a mirar a su amigo antes de suspirar y responderle:

—No sé qué paso, sólo me pidió ayuda con elegir un labial y ya. —murmuró, el rubio tenía su vista bien puesta en Seungmin— Después ví sus labios y sentí un pequeño cosquilleo en los míos, fue un poco agradable la sensación aunque extraña, ¡No sé qué significa! Así que no puedo decir si quiero besarlo o no.

—Wow, Seungmin. —se alejó un poco del pelirosa para recargarse en el respaldo del sofá— Cuando dije que hicieras un lazo con él me refería a una amistad, ¡No un romance!

—¡No es un romance! —se defendió encogiéndose lo más que podía— Y aunque fuera así, no sé si está bien... Tu guardián parecía muy serio cuando le hablé de Jisung.

—¿Mi guardián? ¿Hablaste con mi guardián sobre Jisung y se puso serio? —el pelirosa asintió varias veces, Felix suspiró y se cruzó de brazos— Que raro, mi guardián nunca se pone serio, es muy positivo.

—Lo sé, y porque es muy amable sé que no está bien que yo quiera algo con Jisung... No me atreví a preguntarle más sinceramente. —hizo una pequeña mueca— Da miedo cuando está serio.

—¿Crees que sería buena idea decirle a tu guardián? —el pelirosa negó varias veces de forma muy rápida— Pero Seungmin...

—¡Me va a regañar si se entera! —alzó sus brazos durante cortos segundos, luego suspiró y descendió su mirada.

Permaneció en silencio al recordar a Jisung junto a Changbin, era verdad que a su dueño le gustaba el pelinegro, y que aún no se había rendido con él. Volvió a suspirar esta vez de forma pesada, pero, eso le ayudó a volver a la realidad así que abrazó sus propias piernas y apoyó su cabeza entre sus rodillas.

—¿Qué estoy diciendo? He estado muy poco tiempo con él, es obvio que sólo estoy emocionado. —murmuró sin mirar al rubio junto a él— Jisung es la única persona real con la que hablo... Apuesto a que si pasara tiempo contigo me sentiría de la misma forma, tan emocionado, feliz y vacío...

Felix hizo una pequeña mueca. Por una parte, podría ser verdad que Seungmin no estaba sintiendo algo romántico, sino sólo estaba sintiéndose por primera vez querido ya que no recordaba su origen ni nada de él. Prácticamente Seungmin era un desconocido para sí mismo, no dudaba que ni él mismo sentía amor propio, aunque, parecía que sí.

—No te pongas en ese estado, sabes que no me gusta verte así, Seungmin. —iba a acercarse a él cuando su espejo apareció a su lado— Mi dueño me llama, por favor intenta distraerte, ¿Si? —el pelirosa asintió— Volveré más tarde.

Se puso de pie y se dirigió lejos del menor hasta perderse mutuamente de vista. Seungmin cerró sus ojos e inhaló profundamente. Se sentía vacío, sin un propósito o algo que lo impulse a querer seguir, estaba seguro que ese sentimiento sería temporal, apenas se estaba acostumbrado a estar en ese lugar pero realmente le hacía tan mal.

Discretamente limpió sus mejillas cuando sintió pequeñas caricias en su cabello, era su guardián, de eso estaba seguro así que tomó aire antes de alzar su cabeza para mirar al pelinegro, haciendo contacto visual con él durante unos segundos hasta que Seungmin se abrazó a él con fuerza, cosa que el pelinegro no tardó en corresponder.

—Hyung, ¿Usted cómo se sintió cuando estuvo aquí la primera vez? —cuestionó mirando un punto fijo en la habitación.

Minho suspiró.

—Solo, me sentía solo. —respondió con sinceridad— No entendía nada de aquí, creía que no servía para nada, que no tenía un propósito o meta. Quería salir de aquí, estaba confundido... No sabía nada de mí.

—¿Cómo dejó de sentirse así?

—Fue difícil, cada día era peor. Sólo tenía un amigo, el ahora guardián de Seungmin. —dejó caer su cabeza en el respaldo del sofá y continuó acariciando la cabellera rosa— Lo envidiaba, él siempre fue tan positivo y carismático, nunca lo vi mal por no saber nada de él o por sentirse abrumado. Sin embargo, sólo me acostumbré, al final de todo sólo estamos aquí para apoyar a otros.

—Tengo miedo de seguir aquí, hyung. —con su brazo derecho tapó su propio rostro— ¿Por qué estoy aquí? No quiero.

—No soy quien debería decírtelo. —de forma suave apartó al menor para sujetar sus mejillas y mirarlo— Dios te eligió por una razón, y esa razón la sabrás el día que sepas de tu origen. Puedes esperar a que él te lo diga o hacer que Jisung lo desee.

—"Hacer que Jisung lo desee." —repitió en voz baja— Eso suena como usarlo...

Minho soltó al menor y se alejó un poco, soltando un suspiro algo pesado al final antes de mirarlo para ambos hacer contacto visual.

—De igual forma él también te usa para su beneficio, Seungmin.

El pelirosa descendió por última vez su mirada.

El pelirosa descendió por última vez su mirada

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Magical Mirror  SeungSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora