Nuestro ser Mercurial [Bellamione]

Capítulo 28

Diciembre de 1981

El viento helado atravesó el vestíbulo mientras el señor de Malfoy Manor abría la puerta principal. "¡Mamá!" Lucio saludó a su madre, la digna ex Lady Malfoy. "¡Me alegro mucho de que hayas podido hacerlo!" Se inclinó para besar su mejilla.

Melanippe Malfoy estaba de pie con la cabeza más baja que su hijo, y era tan delicada que parecía ser más elfín que humana. Los años habían sido amables con ella, y todavía se la consideraba una gran belleza. Su pelo, blanco plateado y con un ligero rizo, estaba hasta la barbilla. Sus ojos estaban tan azules que eran sorprendentes de mirar, y brillaban mientras lo miraban.

No había visto a su madre desde el día de su boda. Había regresado a Francia después de la muerte de su padre, y no había podido regresar mientras Voldemort estaba activo.

"Te ves tan delgada, mon lapin", le puso la cara con la palma de la mano. "¿Los Aurors siguen aquí?"

Sacudió la cabeza: "He sido liberado formalmente de todos los cargos".

Ella tarareó en voz baja: "¿Y tu esposa? ¿Dónde está?"

Se estremece ligeramente en su tono. Su madre y Narcissa nunca se habían llevado bien. Aunque su padre se había sentido atraído por el pedigrí negro, su madre era propensa a lanzar términos como "inebra" y "loco".

Una voz genial flotaba por los jardines, "Melanippe. Qué maravilloso es volver a verte".

Vestida con túnicas de negro con el pelo apilado sobre su cabeza, su esposa parecía más lista para luchar contra los dragones que para pasar una acogedora tarde con su familia.

"Narcissa". Ella asintó con la cabeza y dejó que sus manos se asentaran sobre los hombros de Lucio. "¿Dónde están mis nietos?"

"En la guardería, con nuestra niñera elfa".

"Hmmm", olfateó Melanippe. "En mi época no dejamos a los niños solos con los elfos. No es bueno dejar que se sientan demasiado cómodos con los seres inferiores. ¿Supongo que también tienes una niñera Centaur?"

Al ver a su esposa cerdas, Lucio envolvió apresuradamente un brazo alrededor de su madre: "¿Por qué no te presentamos a los niños, mamá?"

Arriba, Hermione y Draco jugaron con bloques de colores brillantes bajo el ojo vigilante del elfo arrugado.

"¡Mamá!" Lloró Draco en cuanto entraron en la habitación. Sostuvo dos brazos gorditos hacia Narcissa y se rió mientras ella lo recogía.

Melanippe se apresuró hacia adelante, "Hola Draco", dijo en voz baja, trazando un elegante dedo por su cara. Draco la miró con curiosidad y se contrajo contra Narcissa. Lucio no podía estar seguro, pero pensó que vio un destello satisfecho en los ojos de su esposa.

Algo tiró del dobladillo de sus túnicas, y miró hacia abajo a la cara sonriente de su hija.

"Papá, ¿te levantas?" Preguntó en voz alta.

Se inclinó para levantarla, sonriendo mientras ella salía una pía de risas.

"¡Y esto debe ser Hermione!"

La chica se alajó mientras Melanippe se acercaba, pero no se encogió como lo había hecho Draco. En cambio, señaló la cadena de perlas alrededor de la garganta de la mujer mayor y dijo: "¡hermoso!"

"Qué chica tan preciosa", dijo Melanippe, acariciando la mejilla de Hermione. "¿Sabes quién soy?"

Hermione se atrincheró la cara, como si tratara de recordar. "¿Hmmmmm?" Ella miró a Lucius cuestionando.

Melanippe se inclinó hacia adelante: "Soy tu mémère", dijo conspirativamente.

Hermione se inclinó hacia adelante, "Memmy".