Nuestro ser Mercurial [Bellamione]

Capitulo 25

Lo primero de lo que se dio cuenta fue del calor incómodo. Su lado, donde había golpeado la maldición, palpitaba dolorosamente.

Abriendo los ojos, se acogió la montaña de mantas que no coincidían y que se habían amontonado encima de ella.

"¿Estás despierto?"

Hermione luchó por quitarse las mantas. Parecía que sus brazos estaban hechos de plomo.

Sí.

"Dejalos".

Le llevó un momento darse cuenta de que la última frase no había sido de Bellatrix. Miró hacia arriba a la mirada dura del profesor de sus pociones y gimió.

¡Por fin! ¿Tienes idea de lo cerca que es que estuviéramos? De todos los estúpidos..."

"Has estado temblando de vez en cuando toda la noche. Déjalos en paz, los querrás en un minuto".

"¿Dónde estoy?"

"Estás en la sede de la Orden del Fénix".

Snape se acercó, tomando la silla vacía junto a la cabecera de Hermione. Estaba en una habitación pequeña, apenas lo suficientemente grande para la cama y la silla. Una ventana alta al pie de su cama llenaba la habitación de luz cegadora. Las paredes estaban cubiertas de papel pintado amarillento que llevaba pequeñas flores rosas. Una gruesa grieta se envolvió alrededor de dos de las paredes, abriendo el papel para revelar el yeso y la madera debajo. El suelo estaba rayado y desgastado, y se había tirado una manta de rosca en una esquina.

Bellatrix todavía iba. "- imprudente, autoindulgente..."

"¿Te duele la herida?" Snape preguntó sedosamente.

Ella se tragó. Este era el tono que usó cuando estaba particularmente molesto. La última vez que usó este tono en ella había sido cuando ella tenía nueve años y había volado su caldero favorito.

Ella agitó la cabeza.

"Uno solo puede esperar que fuera el resultado de una poción que reduce la inteligencia..."

"Bien, bebe esto".

Le entregó una taza llena de un líquido amarillo que rezuma. Sabía muy dulce, y tuvo que contener la respiración para bajarlo.

"¿Todo listo? Bien". Le quitó la taza y la desterró. "Ahora, espero que te des cuenta de que tus acciones tontas casi ponen en peligro una década de trabajo duro y planificación. ¿Qué, dime, estabas planeando decirle al Señor Oscuro cuando apareció?"

"Oh, sí, por favor, ilumínanos con tu brillante plan". Spat Bellatrix, que había detenido su letanía para escuchar a Snape. Hermione no tuvo la fuerza para bloquear la conversación de Bellatrix con Occlumency.

"¿Él estaba allí?"

¡Sí, idiota!

Snape asintió: "Después de que tu padre te echara con éxito un encanto glamoroso. Él no sabe que estabas allí".

Y no lo descubrirá. He oliviado a los otros mortífagos que estaban en la habitación. Te sugiero que le hagas lo mismo a tus amigos".

"Pero fue una llamada muy cercana. ¿Sabes lo que te habría hecho si se hubiera enterado? ¿A tu familia?"

Snape siempre tuvo una forma de dejar que las palabras se hundieran para que realmente dolieran.

"La misericordia no es un concepto que nuestro Señor conozca".

"Tendrías suerte si te hubiera matado con una rabia ciega".

Hermione se tragó, agradecida ahora por las mantas.