Amarte || Hyunlix

Capítulo 7

[17 Años]

Con el tiempo Hyunjin, trataba de aliviar su alma, aunque nunca supe el motivo, simulaba ocultarlo.

Con Hyun en estos últimos tiempos, cada día era mejor, por lo menos cuando lo molestaba, escuchaba todas mis bromas y se reía, amaba verlo Sonreír.

Siempre con la indiferencia, de que no me hablaba de sus cosas, si tenía que hablar era lo justo y necesario, pero siempre intentaba tratar de ver lo que realmente era, sabía que tenía un gran corazón, pero es como que le costaba expresarse en palabras, pero no me importaba que sea así, porque algún día, se que él confiará en mí.

Mientras tanto por lo menos yo le hablo sobre mis cosas y él escucha, respondiendo con monosílabos, pero para mi, era como un gran paso de entrar en su vida.

Un día, estaba en mi casa y alguien tocó mi puerta, yo estaba en la sala, mirando dibujos con mi hermanito de 2 años, pensando que era mi madre y dije: -Mamá, te olvidaste las llaves- y me levanté, para abrir la puerta.

Cuándo vi quién era, me quedé sorprendido.

Era mi compañera de escuela, estaba con el uniforme, me saludó y me dijo que vino sólo a traerme los apuntes de clases, que en estos días, no pude ir, también me preguntó por qué no iba a clases y yo le dije que mi abuelo enfermo y que mi mamá por esta semana, lo tiene que ir a cuidar y yo quedarme a cuidar a mi hermanito, afirmó con la cabeza y dijo que se iba. Cuando estaba a punto de irse le dije:

-Espera!!...- y le agarré del brazo y ella me miró -Gracias!!...- ella sonrió y me pareció que se puso algo tímida y me dijo: -De nada...- y se fue.

Después que se fue ella, estaba por entrar a mi casa, cuando vi a Hyunjin, vestido también con el uniforme de la escuela, parado en la vereda de su casa, con el portón a medio abrir.

Me estaba observando, lo miré y tenía una cara con una expresión extraña, hasta te podría decir que estaba como enojado o algo así.

-Hyun...- lo llamé, pero él rápido entró, cerrando el portón -Hyun... HYUNJIN!!!...- traté de gritar un poco, para que me escuchará, salí a la vereda de mi casa, dispuesto a cruzar la calle.

Pero justo en ese momento, hubo un batallón de auto impidiendo cruzar, en ese momento maldije del porque no había un semáforo, cuando quise ver de vuelta, ya cerraba la puerta de su casa y me quedé parado un momento en la vereda.

Después me di media vuelta y volví a mi casa, casi corriendo, no puede ser que con todo esto, me haya olvidado de mí hermanito, si mi madre supiera, me castigaría por años.

Salía de bañarme, con una toalla en las manos, secando el cabello.
Miré el reloj y era las 9 de la noche.

De repente, miré hacia la ventana que había movimiento en su casa, caminé así allí, mirando a través del vidrio.

Era Hyunjin, salía de su casa: -¿A esta hora?- dije a mi mismo, me extrañó porque jamás en mi vida lo vi salir a esta hora.

Pero atrás la seguía su madre, parece como, que le gritaba con cierto grado de enojo, pero él, no le importaba, seguía caminando, directo a un auto que estaba en la calle, hasta que lo alcanzó y le agarro del brazo.

Se dijeron algo por un momento y él, salió fuerte de su agarré, mirándola a su madre enojado y después entró al auto, llendo y desapareció de mi vista pero dejando a la madre parada, como con bronca, que después se dio la vuelta y volvió a la casa.
-¿Que es lo que te está pasando Hyun?- me dije a mi mismo.

Me tiré a la cama, pensando por un momento, me acordaba que cuando era un niño y no lo tenía todo, decía que las personas ricas por tenerlo todo, eran felices, que equivocado estaba.

No sé en que momento me dormí, y me despertó un ruido de freno en la calle, miré la hora y eran las 4 de la madrugada.

Me senté en la cama y miré hacia la ventana. Hyunjin, bajaba del asiento trasero y después que se bajo, el auto desapareció, caminaba muy despacio, agarrándose la cabeza -¿Estaba bien?- rápido, me puse lo primero que encontré y el abrigo. Salí volando de mi casa y me encontré con Hyun sosteniéndose de las rejas.

-¿Estás bien Hyunjin? Por favor... Déjame ayudarte...- quise agarrarlo, pero no se dejó

-Que diablos!!!.... VETEEE DE AQUÍ!!!...- su expresión de enojado y también aparentaba...

-Acaso... ¿¿Estás borracho??...- le dije, preocupándome por él

-No te importa!!!...- y vi como empezó a caerle pequeñas lágrimas por su rostro y empezó a gritar fuerte:
-A nadie le importa... A nadie le importó... A mis padres no les importó... Y hasta mi... no me importa una mierda mi vida... No más... Ya no quiero esto... No más... por favor... Por favor...- y se quebró en llanto

De repente, se iluminó el cielo de noche con un relámpago, miré hacia arriba y en cualquier momento iba a llover. Me saqué mi abrigo y se lo puse a él en los hombros, junto con mi abrazo y le hablé a su oído:

-¿Quién dice que a nadie le importas?... Y que hay de mi... Nunca te lo dije, pero eres muy valioso para mi... Y si acaso a nadie le importas... Bueno... No importa... Porque me tienes a mí... Y voy a ser todo lo posible... para que una persona sola... pueda llenar ese vacío en tí...-

La lluvia de a poquito empieza a caer.

-No vayas a cometer una locura... Que haga que yo lloré, todos los días... Por favor... Sí... Sí no a quien voy a hacer sonreír la próxima vez- después lo miró, juntando nuestras frentes -Dale sonríe... Quiero ver esa sonrisa hermosa que tienes...- y Hyun con timidez, me sonrió -Eso quería ver...- no se porque me quedé mirándolo y dije las palabras a continuación fue como un impulso, decirlas

-Sabes... Eres lo más hermoso que conocí en mi vida... Y... Te quiero...-

Veía que las gotas de lluvia caía por su rostro, mirándolo tan de cerca

-Demasiado...-

No sé en que momento, Hyunjin levantó su mano, para reposar en mi rostro, hasta que despacito fue acercando sus labios, para después juntarse con los míos.

Hasta ahí, era como nuestro primer beso.

Pero después, abrí un poco más mis labios, sintiendo más los suyos, primero el labio de abajo y después el labio de arriba.

Sentía que necesitaba más de esos besos, así que yo, esta vez agarré despacio de su rostro e hice que abriera más su boca.

Hyunjin me correspondía el beso, con sus pequeños movimientos en su boca.

Como anhelaba su beso.

No nos importaba, ni siquiera la lluvia.

Por qué para mí, era un momento mágico.

Un momento en nuestras vidas, en donde nuestros corazones, se sentían latir a mil por horas.