Capítulo 3

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[7 Años]

Hace unos meses me mudé a mi nueva casa.

Si, hace 2 años, mi padre la había comprado pero no pudimos venir rápido, ya que por el precio accesible, tenía que arreglarla, pintarla y demás.

Mi habitación, la elegí yo, quería la qué tenía la ventana, que se veía a la calle

En realidad lo que quería, era poder ver a esa Angélical Carita, todos los días.

En el trascurso de la semana no se veía nadie, sus padres trabajaban y el niño, iba a la escuela, lo se porque cuando yo salía para el mío, ellos salían y el niño llevaba un uniforme muy lindo y su peinado bien arreglando. Se iban los 3 en el auto, cuando yo con mi mamá caminábamos para ir a la escuela, vaya diferencia.

Estaba sentado frente a la ventana, jugando con mis muñecos de mesa, hasta que vi, que alguien salía de la casa, eran sus padres y el niño y también una señora, que seguro trabajaba para la familia.

Rápido salí de mi habitación y de mi casa y me puse detrás de un árbol que estaba en mi vereda, para que no me vean. Pude escuchar su conversación:

-Hijo, te vas portas bien eh... Que no tengas quejas de Ceci- Decía, la mamá del niño, que mientras caminaban yendo al auto que estaba en la calle
-Ceci por favor, es la primera vez que dejó a mi hijo, pero surgió está reunión y no podemos faltar, cualquier cosa que pase me llamas por favor- seguía diciendo

-No te preocupes mi amor, Ceci lo cuidará bien a nuestro hijo, aparte ya es un niño inteligente, no un bebé, vamos que tenemos que llagar y es lejos- Decía, el padre

-Lo sé... Pero para mí siempre será mi bebé- y se acerca al niño, lo abraza y le da un fuerte beso en la mejilla y el niño sonríe.

Se subieron al auto y emprendieron el viaje, dejando al niño y la señora saludando, mientras se alejaba.

Se fueron para adentro del portón y la señora cerraba las rejas.

Vi como el niño le mostraba una pelota de básquetbol a la señora, haciendo señas que se quedaba a jugar en el patio y la señora asistió y ella entró a la casa, mientras el jugaba con la pelota en el patio de enfrente.

Lo vi, por unos segundos como jugaba y no sé porque quise acercarme, así que mire bien como me enseñó mi mamá a cruzar la calle, mire para un lado y para el otro y cuando no pasaban autos, crucé.

Me acerqué despacio a las rejas, él no me podía ver porque estaba de espalda, hasta que su pelota cayó del otro lado de él y me vio.

Nos quedamos viendo, por unos segundos, como congelados.

Me acerqué un poco más y agarré las rejas negras con mis manitos, él de repente quería volverse a la casa y yo tenía que decirle algo, para que no se vaya:

-Hola, soy tu vecino, no te asustes, vivo acá al frente- El niño paro sus pasos y se dio la vuelta, tenía una cara con el ceño fruncido -Solo, quiero hacer nuevos amigos- él Niño seguía sin contestarme -no puedes hablar, ¿Cómo te llamas?- no dijo nada y bajo su mirada -bueno yo me llamo Felix pero puedes llamarme Lix... y si no me dices tu nombre te llamaré "Angelito", es que eres tan blanco que pareces un Angelito- el niño subió su mirada y le sonrió -eso quiero- y le di una sonrisa -que siempre sonrías- de repente le dio timidez y yo me reía.

De repente escucho una voz familiar, que me llamaba por mi nombre. Volteo para ver quién y era mi madre:

-¡¡¡Lix... FELIX!!!- me gritaba del otro lado de la vereda

Cuando volteo a ver de vuelta al niño, se iba corriendo de vuelta a su casa.

-No espera... No te vayas...-

-¿QUE HACES AQUÍ?- de repente mi madre se acerca y me grita, con una cara de enojada -sabes lo preocupada que estuve cuando no te vi en tu cuarto, me desespere buscándote, como pudiste hacerme esto y encima cruzaste la calle sólo, mira si te pasaba algo- me hablaba casi sin respirar - Que sea la última vez, que sales solo y sin avisarme, OK?-

-Ok, Mamá perdón, no lo vuelvo hacer- agaché mi cara con tristeza

-mmh, lo prometes eh...- después mi madre miraba a su alrededor -Lix, por cierto ¿que haces acá?-

La miré con cara de desorientado.
-Yo vine... bueno... Quería hacer nuevos amigos y justo vi a un niño acá al frente y quería pedirle si quería jugar conmigo-

-Aqui...- miraba la casa -las personas que viven aquí deben ser muy adinerada y...- mi madre se quedó pensando -no creó, que alguien quisiera juntarse con nosotros-

-Pero es solamente jugar, yo no haría nada malo-

-Lo sé Felix, tu eres un hermoso hijo... Pero a veces las personas son muy pretenciosas...- la miré con tristeza -Vamos hijo, tenemos que ir a comer-

Antes de irnos, vi de vuelta la casa y el niño estaba mirando por la ventana, cuando me vio, cerró la cortina.

En ese momento pensaba, en lo que me dijo, mi mamá.

Que tal vez, no puede ser.







Amarte || HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora