Amarte || Hyunlix

Capítulo 37

Pasaron, dos semanas.

Estaba hospedado, en un pequeño departamento.

Todos estos días, estuve aquí.

Hyunjin, me llamaba al teléfono, pero no atendía. A ninguna llamada y mensaje.

Es más decidí, apagar el celular.

No quería saber de él. Estaba mejor, de está manera.

Estaba en mi pensamiento.

Pensaba qué no debí aparecer, en la vida de Hyunjin de nuevo. No tenía que haberlo amado de vuelta.

Mis lágrimas, caen otra vez.

Recordando lo mucho que lo amé.

Pero no voy a recordar más, porqué es peor para mí recordarlo.

Tiene que ser sólo un recuerdo.

Un Hermoso recuerdo, que sólo él me regaló.

Después, escuchó el timbre sonar.

Entonces voy hacia la puerta y la abro.

-¿Jisung?... ¿Pasó algo?!!...-

-No me vas a saludar primero...- y me sonreía

Lo miraba, mientras negaba con la cabeza -Hola!! Jisung... ¿Cómo estás?... Me podrías decir... ¿Porqué estás acá?...-

-Así, me gusta...- y me volvía a sonreír -Felix...- y su expresión, ahora se puso más sería -Tenemos que irnos!!...-

-¿Por qué?... ¿Qué pasó?...-

-Nada, no te preocupes... Pero tienes que venir conmigo... Ahora!!...-

-Sí, te mando Hyunjin... No voy a ir... No puedo, por ahora...-

-No!!... No me mandó Hyunjin... Por favor, Felix... Necesito que confíes y que vengas...- y mi amigo, parecía muy impaciente

-Está bien...- y él sonrió de repente. Pero luego, apagó su sonrisa de repente -Oyé!!... No me digas, que es una trampa por Hyunjin... Porqué sí es así... Jamás en mi vida, te perdonaría...-

-No!!... No te miento, de verdad...-

-Eso esperó...-

-Ok... Vámonos...-

Entonces, salimos del departamento.

Nos fuimos con su auto y Jisung, manejando.

En camino a la ciudad.

-Jisung...- y lo miro -¿A dónde vamos?-

-Sólo... Confía en mí...- y me sonríe

Llegamos, al supuesto destino.

¿En dónde estábamos?.

Había en frente, una tranquera de madera. Qué después, conducía a un camino.

Luego toda mi vista, era un gran descampado verde. Qué del otro costado, había un gran río.

Todo parecía, muy tranquilo.

Dudaba por un momento. Pero luego, decido ir con él.

Caminamos por un largo camino, alrededor del campo.

Hasta que en un momento, llegamos a una casa. Linda y grande por cierto. Que había en el lugar.

Pero al llegar más de cerca, más que casa, parecía un salón de fiesta.

No entramos allí, caminábamos por el costado del salón y ahí, me detuve un momento.

Diciéndole a Jisung: