Amarte || Hyunlix

Capítulo 8

Los días después, de ese mágico momento, si te pudiera resumir en una sola palabra, sería: Felicidad.

Está claro, que a nuestro amor, nos hubiera gustado gritarle al mundo entero.

Pero por el momento, era un secreto.

Nuestro secreto.

Una tarde soleada, la brisa del viento de la primavera se hacía notar, era un hermoso día, pero obviamente no más hermoso que él.

-¿En qué piensas?- le dije a Hyun

Estaba en sus pensamientos, acostado al lado mío, en la hamaca paraguaya, del patio de su casa.

Yo me incliné para un costado, para poder verlo bien:

-Nada...- suspiró -Solo que... Tengo mucho miedo de lo que pueda pasar en el futuro...- cerró los ojos por un momento y luego los abrió -Pero... Aveces pienso que... Jamás debería haber sido feliz contigo... Porque...- y me miró -El sufrimiento va a hacer peor...- y de repente toca mi rostro con su mano -El sufrimiento de perderte...-

Yo agarró su mano, en está mí rostro y me sonríe.

-Jamás me perderás... Porque... yo no lo permitiré... y si llegó a perderte... Haría lo que sea, con tan solo poder estar contigo... Porque tu eres... la persona que me hace... inmensamente feliz- y me recuesto en su pecho, abrazándolo por la cintura y también, cerrando mis ojos por un momento.

-Lix...-

-mmmh...-

-Lo prometes...-

-¿Qué?-

-Prométeme... que pase lo que pase... Jamás te olvidarás de mí... Por favor... Prométeme...-

Abrí mis ojos y vi que estaba triste, me levanté un poco y acerqué mi mano, para secarle con mis dedos sus lágrimas y nos miramos:

-Valla... Me siento muy valioso... Sí... yo valgo mucho... Soy de categoría limitado... Así que es lógico... Que todos me quieran tener... Porque soy tan guapo e irresistible... Verdad...!!!- y le guiño un ojo, con mi cara de burla.

Hyunjin puso una cara, que a mí, me daban ganas de reír y después rodó sus ojos, negándose con la cabeza, diciéndome:

-¡¡¡Vete a la mierda!!!...- y quería salirse de la hamaca y yo rápido lo agarro y le empecé a hacer cosquillas.

No paraba de reírse

-Noo!!... Basta... por favor... Felix!!...-

Cuando nos cansamos de reírnos, nos quedamos por un momento quietos, yo con el rostro, muy cerca de él.

Miraba su rostro, con su sonrisa, hay por dios, quería besar esa sonrisa.

Sin pedirle permiso, lo besé.

Él aún sonreía con mi beso, porque pensaba que era un simple besó, de esos que nos dábamos, que era un simple besó de toque, en nuestros labios, pero yo necesitaba más.

Agarré de su nuca, simplificando el beso, intentando abrir más su boca, por dios estaba ansioso por sentir su lengua, cuando apenas entro mi lengua, ya se empezaba a quejar, tratando de salirse, pero obviamente yo no lo dejé, que malo era.

Su lengua estaba tiesa, por un momento, pero yo trataba de guiarlo que se moviera como el mío, hasta que después de unos segundos hizo lo mismo, batallamos nuestras lenguas, suspirando los dos, por dios no quería salir nunca de su boca, eran tan suaves, tan dulces y su lengua que puedo decir, perfecta.

Era como si fuera, que necesitábamos este beso para respirar.

Tal vez sólo fueron minutos, pero para mí fueron horas, fue el beso más largo que jamás, nadie habrá superado.

Amé ese beso.

Hasta que...

Alguien impidió que seguieramos ese beso...