Megan
Tengo los nervios a flor de piel, ¿quirófano? En la vida había tenido que someterme a ningún tipo de cirujía, siquiera una pequeña de esas en las que te ponen anestesia local, y aquí me encontraba, sentada sobre una silla de ruedas empujada por un celador, con mi madre agarrándome la mano a mi derecha. Miro hacia arriba y puedo ver el miedo en sus ojos. Le doy un apreton haciendo que sus ojos se clavaran en los míos y le doy una sonrisa tranquilizadora respirando hondo para intentar calmarme yo también. Parece que lo consigo hasta que cruzamos la puerta de una de las habitaciones de la planta cinco. Apenas soy consciente del momento en el que me tumban cobre la cama de hospital y entran un par de enfermeras con un carrito lleno hasta los topes de utensilios de higiene y de material sanitario. Mamá se encuentra hablando con quien parece ser el doctor en cuestión que llevaría mi caso.
''Mi caso''... me siento como en una serie de esas como hospital central, New Amsterdam o House. De tanto en tanto me dirigen alguna que otra mirada furtiva lo que no hace más que aumentar mi nerviosismo. Alguien a mi izquierda me levanta el brazo y me rodea la muñeca con una especie de pulsera de plástico.
Megan Moore Gómez. Mujer. 17 años. N.S* MOGO 1 981114 00 2. Leo las letras inscritas en la pulsera que acabavan de ponerme y respiro hondo. Esto está pasando. Mi teléfono móvil no ha dejado de vibrar en mi bolsillo trasero del pantalón pero, haciendo caso omiso, presto toda mi atención al señor que hace unos minutos estaba hablando con mi madre. La misma enfermera que me había puesto la pulsera me pide con amabilidad que me quite la ropa excepto las braguitas y me tiende una especie de bata de hospital con el logo marcada en la parte alta izquierda en esta. Avergonzada de llevar la misma ropa durante todo el día me siento sobre la cama con cuidado de no mover mucho la pierna. La chica me ayuda a quitarme los pantalones de pitillo mientras yo ya me he quitado la camiseta y el sujetador de deporte que me había puesto para bailar y paso los brazos por la bata, dejando la espalda libre. Mikaela, como he podido ver en su placa identificativa, me hace tres lazos con los cordeles de la bata que quedan sueltos a mi espalda, y enseguida me siento algo más tapada, le sonrío agradecida y el doctor deja de hablar con mamá y camina en mi dirección.
—Señorita Moore, soy el Doctor Genesis Maynard, especializado en traumatología y soy quien se encargará de que tu tobillo vuelva a estar en perfecto estado—me dice una vez queda de pie justo al lado de la camilla en la que me encuentro, en su mano lleva una carpeta y las gafas de ver que descansan sobre su nariz le dan un toque todavía más aterrador que la bata blanca y el estetoscopio que cuelga de su cuello—. Al ser menor de edad, ha sido tu madre quien ha tenido que firmar para poder realizarte la cirujía. Te explicare un poco por encima lo que vamos a hacer mientras te preparan para entrar al quirófano—trago saliva y asiento viendo como mi madre se gira hacia la ventana, dándonos la espalda—. La intervención en si es fácil, no es nada a lo que tengas que temer, siendo la primera operación es muy normal que sientas nervios y pánico. Pero no tienes nada de que preocuparte, ahora te daremos una pequeña pastilla que tendrás que dejarte debajo de la lengua hasta que esta se haya deshecho por si sola. No debes tragarla sin más y mucho menos tragarla. Es diazepam, lo cual te calmara e incluso notarás que te da sueño antes de ponerte la anestesia—me tiene una pastilla, como el había dicho, y me la coloca bajo la lengua. La dejo ahí sin hacer algun tipo de movimiento con la boca mientras me iba explicando todo con pelos y detalles y Mikaela y un par de chicos más empezaban a untarme la pierna entera y el pie de betadine, o yodo, o lo que fuera. Está frío y la sensación que se instala en mi cuerpo es tal que vuelvo la mirada al doctor—. En cuanto los enfermeros terminen con la pierna, un celador subirá a buscarla. Su madre la acompañará hasta abajp, pero ya en la planta de cirujía esperará en la salita ya preparada para acompañantes de pacientes que estén en quirófano. Todo irá bien, ¿de acuerdo?
![](https://img.wattpad.com/cover/319364787-288-k99661.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Magnetic.
Teen FictionSabes que algo se rompió cuando sientes que estorbas a la persona que te devolvió las ganas de vivir. ''Nadie puede quererte hasta que no te quieres a ti mismo primero.'' Él se decía a sí mismo que el coraje y la estupidez que llevaba encima tenían...