♡Adiccion de Amor♡ Akaren

3. Esto... ¿es amor?

Kyojuro ya se encontraba en su habitación, vio a Akaza recostado en su cama, realmente estaba cansado así que se acostó para dormir al lado del demonio, pero... Simplemente no podía, era como si algo le faltará, de un momento para otro se volteó mirando al demonio que estaba recostado boca arriba con sus manos posicionadas en la nuca de su cabeza, se quedó contemplándolo un buen rato y claro que no faltó que aquellos sentimientos volvieran a surgir, bueno, aquellos sentimientos y sus sentidos empezaron a enloquecer como nunca antes cuando Akaza se voltio para chocar sus rostros pero este seguía dormido.

Por un momento Kyojuro se imaginó una escena en que los dos salían, estaban recostados en un pastizal un poco grande contemplandose mutuamente con la mirada pero la diferencia que Akaza le observaba, sus sentidos enloquecieron y su respiración se aceleró igual que los latidos de su corazón al ver como Akaza le dedicaba una sonrisa, su cuerpo volvía a arder... Aquella pequeña imaginación desapareció de inmediato, Kyojuro realmente no creía que halla pensado aquello, Kyojuro ya arto por estar pensándolo varías veces dicidió recostarse en el pecho de Akaza y dormir apegado a él, se imaginaba que la piel de este sería fría, pero no fue así. La piel de Akaza le había parecido tan cálido que quedó dormido de inmediato sin despegarse.

Ya había amanecido y Akaza seguia despierto. Por media noche mientras descansaba despues de ir al llamado de su rey, este sentía como un cuerpo se apagaba más a él, lo paso de alto pero al sentir una respiración en su piel destapada de sus pectorales optó por despertar, al abrir los ojos se quedó perplejo, Kyojuro estaba apegado a el, se veía sumamente muy lindo y tierno, se veía sensible a cualquier tacto aunque sean suaves y así se quedó Akaza, observando cada movimiento de Kyojuro.

Hasta que en el amanecer Akaza volvió a despertar a Kyojuro susurrándole.

.- Kyojuro~ -.

.- ¿Mmmh? Akaza~♡? -.

Kyojuro se dio cuenta que aquella voz volvió por tercera vez. Mientras que el se consumía en vergüenza a Akaza le pareció lindo oír aquella voz de Kyojuro diciendo su nombre, era fácil llevar aquella voz a imaginaciones pervertidas, pero él no era de llegar a tan extremo.

Kyojuro estaba más que sonrojado y oculto su rostro avergonzado en el pecho de Akaza mientras apretaba con fuerza su chaleco con ambas manos, en eso Kyojuro le regaló a Akaza una tierna vista, en eso Akaza no pudo evitar acariciar su cabeza.

Kyojuro al sentir como Akaza lo acariciaba sentía como si su corazón se encendiera y no de la forma en que normalmente se enciende, sino que esta vez la llama de su corazón lo quemaba, quería seguir así, esos sentimientos esta vez se sintieron más profundos como apuñaladas pero no dolorosas, sino agradables. Por un momento pensó en quedarse así para siempre, ambos estar así por siempre sin que nadie estorbara aquel momento, se sentía tan único en recibir aquellas caricias, en ser el único en que Akaza lo tocase de esa manera. No sabía ni cómo pero aquellas caricias que sentía, las empezó a imaginar en un mundo donde Akaza y el eran pareja y vivirían por la eternidad llegó a pasar a un pensamiento sucio, donde las caricias iban a más a ser un tocamiento casi íntimo y en un momento de instinto ambos terminaron en un beso tranquilo a lascivo y pervertido, donde Akaza ahora tocaba, apretaba y acariciaba sus muslos hasta su trasero.

Kyojuro despertó de ese trance al escuchar la voz de Akaza y en ese momento se dio cuenta de que tanto le gustaba Akaza hasta llegar a imaginarse cosas lascivas con el, donde el y el demonio tenían relaciones sexuales. Inmediatamente borro ese pensamiento sucio y en eso se repetía una y otra vez de lo enfermo que se estaba volviendo, se empezaba sentir sucio por aquel pensamiento.

Después de aquella situación Kyojuro ahora se encontraba con el equipo del joven Kamado, pero esta vez se encontraba más en su mundo, no paso más de un minuto hasta que se dio cuenta de que se había olvidado su espada Nichirin y pensó que talves no era necesario.