♡Adiccion de Amor♡ Akaren

8. Miedo

Una vez paso aquello, una vez que Kyojuro fue a la misión que se le asignó, se quedó pensando en la habitación. A su lado se encontraba su casaquilla, con solo mirarla podía recordar cómo Kyojuro la agarraba. Se sentía extraño, de un momento volvió a su mente aquella mujer, en ese instante no dejo de pensar... ¿Quién eres? Con solo verla se preguntaba si lo que hacía era correcto, no es como si recapacitara, la empezó a ver con Kagaya eso está claro, pero en su interior se hacía aquella pregunta... "Lo que hago...¿Es correcto verdad?" para el si lo era, pero no sabía porque aquella pregunta... Se sentía de una manera raro, era como si la mujer le haría ver la verdad pero no la entendía. Lo admite, acepto la misión por temor, por miedo a su superior. Por el no lo haría, peor si no aceptaba era ma aseguró que lo mataría. No quería morir todavía, no hasta encontrar aquel sentido que se preguntaba de los humanos de su existencia. Cuando se quedó con Kyojuro, vio aquella expresión que no vio antes, sin duda se quedó maravillado y se preguntó... "Si no estuviera en el plan, y todo fuera real ¿Sería así?" Se sentía libre por primera vez, sin aquella necesidad de vigilar sus actos por temor a que Muzan lo matara. Libre de aquel monstruo, solo por un momento.

"Deberías dejar de delirar"

Se dijo a si mismo, ya no tenía escapatoria, no importara cuanto tiempo se pudo sentir por un momento libre de las garras de Muzan. Sabía perfectamente que, al haberse hecho más fuerte para complacer a ese monstruo para que no tenga un destino que le conlleve a la muerte, pero sentía que hacerse fuerte no era por el miedo a que Muzan lo matara por inservible, sino que lo sentía como una obligación o deber que quería mantener a toda costa. Sabía perfectamente que se hacía fuerte por si mismo, o ¿realmente era miedo a ser inútil para Muzan? No lo sabía con
Certesa.

¿Acaso esperaba ser menospreciado por alguien más?

No, talvez no sea así. Pero lamentablemente sentía un extraño sentimiento como de culpable, se había fijado en el comportamiento del Hashira que ahora vivía con el. Había cambiado bastante, también aquellas expresiones, admitía que Kyojuro era alguien diferente en las peleas. Aquella emoción de encontrarse a alguien fuerte como el... ¿Acaso también está involucrado en el miedo? No lo sabe pero encontrará aquella manera de responder a todas sus dudas.

Kyojuro había saludo y ya se ocultaba el sol. Akaza salió de la habitación por la ventana para dirigirse a la extensa noche junto a los árboles sombríos, este iba a buscar algún alimento para saciar su hambre, en eso se encontró al hermano menor del Hashira caminando tranquilamente en el bosque. ¿Que hacía ahí? Ni le gustaba meterse en los asuntos de los demás, así que siguió su camino dando saltos enormes de árbol en árbol. Podía sentir como sus instintos empezaban a descontrolarse pidiendo atacar al menor, por suerte este ya estaba a una distancia reconfortante para evitar daños. Akaza escucho un mínimo ruido, en un instante este se acercó a una velocidad impresionante para atacar a una pequeña criatura. Era una liebre que por su mala suerte fue atrapado por la tercera luna superior. Por fin algo con que saciar su hambre, aunque no era lo suficiente, el hambre ya lo estaba enloqueciendo, si no fuera por que recordó la amenaza de Muzan durante su entrenamiento este se hubiy comido al cuervo que fue volando tras el mientras daba grandes saltos de árbol en árbol, el cuervo había sido presente de aquella acción que no evitó dar un pequeño grito de susto. Por lo tanto el cuervo se mantuvo volando por más cansado que se encontrará por seguir al demonio.

Mientras tanto, Akaza se encontraba en otro mundo con la carne humana y su voraz hambre de querer desgarrar carne humana. Pero debía controlarse como en su entrenamiento, porque sino, Muzan sería quién se lo devorara a él o lo mataría por su incompetencia.

Tenía que ser fuerte,debía de resistir por lo menos un poco de tiempo más, por lo que llegó a escuchar, fue que el cuervo que se encontraba cansado de tanto aletear, decía que tenía que ir como refuerzo para el Pilar de la Llama. Tenía que ir con Kyojuro, Akaza no sabía dónde se encontraría la misión del Hashira para ir en su ayuda, pero dicidio recurrir al aroma único de los humanos, cada uno tenía un olor distinto.