12. Corazón traicionado.

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Atardecia, el sol iba bajando poco a poco y todo el bosque se iba oscureciendo, había planeado deshaserce de su rival de una manera gentil pero había cambiado de opinión después de lo que vio, le ardía la sangre y llevaba su espada agarrada en la mano fuertemente, lleno de ira disimulada en su rostro y cuerpo. Su rival le seguía por la espalda, le había dicho que tenia una sorpresa para ella y confiada lo seguía hasta el oscuro del bosque en donde la luz del sol ya no llegaba, ya anochecia y le preocupaba que apareciera otro demonio pero eran dos pilares, de seguro podrían con aquello, mientras el que guiaba tenia una faceta indescriptible, no mostraba ningun afecto.

Anteriormente, Kyojuro planeaba la forma de deshasece de Mitsuri convenciéndola y recordándole que Akaza era quien le gustaba, sabia perfectamente que prometió a su hermano ayudarlo con su pesadilla y fue con la escusa de que Mitsuri los ayudaría con aquel sueño, realmente quería vigilarla ya que Akaza no había vuelto en la madrugada y concluyo que solo tal vez aquel demonio que amaba había pasado una noche en la finca de Kanroji. Ya iba llegando a la finca solo faltaba algunos metros, apunto de tocar la puerta de entrada dividió escabullirse y observar desde la ventana, dispuesto a querer enterarse de como estaba el demonio se asomo un poco y lo que vio fue suficiente para romper su cordura aunque fuera una acción mínima ya estaba ardiendo de furia. Mitsuri Kanroji estaba abrazando al demonio mientras dormían y Akaza solo dejaba pasar aquella acción, La Hashira iba despertando y con una sonrisa dedicada al demonio solo acaricio su frente con su mano y recordó aquel tiempo que vivía aun con sus hermanos y cada vez que despertaban siempre les daba un beso de buenos días en la frente, un afecto que le dio sin querer al demonio para después levantarse e ir a tomar un baño, todo eso mientras que Kyojuro se levanto de golpe y se retiro, no tenia ninguna expresión.

Mientras tanto Senjuro barria, estaba preocupado por su hermano pero no había ningún momento en que aquella pesadilla volviera atacar su mente, aun podía recordar por completo aquella pesadilla, no tuvo aquella valentía de poder volver revivir aquella pesadilla para poder contárselo a su hermano. El se encontraba barriendo las hojas de los arboles que llegaron hasta el patio por el viento, por un momento dicidio descansar un poco ya que estaba agotado, se encontraba casi solo, su padre se encontraba descansando y el equipo de Kamado estaba entrenando como siempre en las tardes, debe admitir que era una bella y hermosa tarde, se había recostado en su cama y lentamente cerro sus ojos dispuesto a descansar. No sabia donde estaba el menor, todo estaba oscuro y sentía un escalofrío en todo su cuerpo, paso solo poco tiempo para que su vista se acostumbrara a la perfección y visualizo la habitación, se parecía a la finca de los Rengoku, intento caminar un poco pero al hacerlo sintió un liquido frío en su pie, estaba descalzo, no sabia el porque pero en eso vio algo que le ayudo a poder guiarse más, las ventanas estaban cerradas y por lo tanto decidió abrirlas, al hacerlo vio como la luna estaba por completo en un tono rojo y el bosque estaba en llamas, no sabia el porque pero se quedo helado y por instinto voltio a ver el cuarto en el que se encontraba, lo que vio lo había aterrorizado, había un montón de cadáveres y mientras avanzaba se fijo de aquel liquido frío que sintió en sus pies era sangre, la sangre manchaba toda la habitación y lo inundaba, poco a poco bajo su mirada de vuelta al suelo y estaba en lo correcto, había caminado sobre sangre de aquellos muertos, pego un grito desgarrador al ver la escena y  tropezo cayendo al suelo manchando se de toda aquella sangre, desesperado y alterado intento levantarse torpemente cayendo en varios intentos y al lograrlo intento salir por la puerta pero estaba cerrada, llego un momento en que empezó a gritar pata que lo ayudaran, estaba tan aterrado por la cruel escena, por tanto forcejeo con la puerta se resbalo y cayo de nuevo, esta vez se quedo sentado y voltio a ver otra vez la habitación, ahora parecía a la de su hermano mayor, este camino un poco calmado pero al cruzarse con un espejo un impulso le hizo decidir agarrarlo y reflejarse a si mismo al hacerlo aun tenia la sangre cubriendo mayormente su ropa y cuerpo asu como su rostro y en el cabello, enfoco un poco mas su mirada y pudo ver a su hermano por detrás de él, este voltio pero no había nadie, se estaba desesperando. Enfocaba su vista en un armario pequeño, parecía un artefacto para guardar aquellas cosas preciadas y se acerco un poco, tenia la necesidad de abrirlo, al hacerlo no había nada pero, se fijo que había un mechón de cabello rosa junto a una perla roja y una cuerda turquesa, no sabia lo que era pero esta vez dirigió su mirada en el armario, cada paso que daba su respiración se aceleraba, no importaba si trataba de calmaese simplemente no podía, ya estaba de frente a frente al armario, sentía un mal presentimiento al querer abrirlo, sus manos sudaban de frío y en su rostro se podía reflejar el verdadero terror que sentía, si iba hacerlo debía de hacerlo pero ya y con una velocidad y fuerza sorprendente sacada por aquella poca valentía abrió el armario pero al instante cayeron cabezas, Senjuro dio otro grito y cayo al suelo, su mirada quedo a un costado mientras que una cabeza rodaba a aquella direccion haciendo que aquella cabeza y Senjuro voltearan miradas, el menor reconoció de quien pertenecía, su sangre se heló, se parecía a la de el mismo, se levanto de inmediato y corrió hacia la puerta ahora si estaba mas que aterrado y sentía que su cordura quedaría ahí, se encontraba ahora sollozando hasta que escucho una voz que reconocía.

♡Adiccion de Amor♡ AkarenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora