Kookgi|| Santé

[Prólogo]

"Fue así como nuestra protagonista, se quedó con aquel cazador de aquellos demonios, derrotando al antagonista de la historia, el vampiro Jeon Jungkook, había muerto"

—¡No, No!—gritó un joven de cabelleras negras que tiró el libro hacía un lado con suma rabia—¡Maldita escritora, como pudiste matar al vampiro de Jeon Jungkook!—el joven estaba echo una furia—¡Y esa maldita protagonista, porque no te quedaste con el vampiro! ¡Si era un villano, pero estaba dispuesto a cambiar por tí! ¡Ah! ¡Te quedaste con el hijo de puta de ese cazador pobre! ¡Teniendo el Duque Jeon riquezas, poder y consumiría el mundo por tí; pero traicionaste su amor y-...¡Argh! y tú...duque ¡Tú Duque, teniendo tantas mujeres y un hombre que dio la vida por tí, te fuiste por esa sapa hija de-...¡AH!

El joven corrió rápido a tomar su celular, iba maldecir a esa maldita escritora.

Min Yoongi, un joven de 29 años que le gustaba leer novelas de romance, ficción. Y también amaba tanto las historias omegaverse, donde existían los alfas, betas y omegas y ese libro que se compró hace dos días, era de su escritora favorita. Siempre leía las novelas de esa mujer; pero esa vez, era la exepción y ya no la quería mucho. La historia era el tipico cliche, de la protagonista, una joven de campo que se enamora de un cazador de vampiros, pero es tomada como una de las concubinas de un Duque que es un vampiro; pero ella no lo ama y decide quedarse con el cazador, a quien conocía desde la infancia y este va a salvarla.

Min Yoongi quería tomar a la escritora del cuello y sacudirla si estuviera presente, consideraba que el Duque Jeon Jungkook, solo había sido mal interpretado y no era mala persona, simplemente no sabía como demostrar su amor; pero la protagonista lo engañó para así escapar con el protagonista y al final el duque, que era el villano, fue asesinado. Su personaje favorita, había sido asesinado, no podía perdonar tal situación.

El joven se tiró sobre su cama soltando un pesado suspiro, el libro había tenido un final feliz; pero no para su personaje favorito—¡Ah, iré a la tienda de conveniencia!—se dijo a si mismo y se levantó de la cama, era su dia de descanso y no había comido mucho en todo el día por estar leyendo ese libro, el cual se devoró en poco tiempo. Salió de su casa, caminando por la acera, al caminar dos cuadras, logró ver la tienda de conveniencia del otro lado de la calle.

Y al cruzar, un carro lo levantó con fuerza hasta hacerlo volar varios metros y murió.

El joven solo pudo ver una fuerte luz: "¿Era así cómo iba a morir?...demonios con su mala suerte".

Lo último que pensó fue: "¡Maldita escritora, te veré en el infierno."