Cap.13

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Hoy y siempre, nosotros

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Hoy y siempre, nosotros.

Samael.

Al despertar miro a mi alrededor, la espalda me duele al igual que el cuello, la abitacion rosada me dice que no fue un sueño lo que sucedio ayer, pero el sinsabor vuelve cuando no encuentro a mi hija a mi lado, me levanto rapidamente y salgo por el pasillo, todo luce en silencio, no hay risas, ni boses y mucho menos llanto.

Entro a una sala espaciosa y mi hija se encontraba alli con una pijama de unicornio, cuando me ve oculta algo detras de ella y frunce el seño cuando me acerco, su madre aparece en pijama detras de ella y bajo la mirada hacia la tentacion de ver mas alla de esa delgada tela.

—Hazlo, ya se desperto.—Su madre la alienta y pasa de nosotros con una taza de cafe en sus manos.

Miro a mi hija algo confundido y saca un tazon de galletas de su espalda, en el centro tiene una vela improvisada de lo que deduzco es plastilina, arrugo mis cejas al no entender lo que significa y ella sonrie con sus ojos brillosos.

—Feliz Cumpleaños papi.—me entrega el tazon y lo tomo sorprendido, habia olvidado que hoy era mi cumpleaños.

La cargo con un brazo y con el otro sostengo el tazon, miro a su madre que luce seria viendome detenidamente, pase tres años bajo la oscuridad y la soledad, repleto de votellas de alcohol y oliendo a tabaco, hoy despierto con otra imagen, una de una niña sonriente con las pupilas dilatadas y con un leve destello que emanan al verme.

—Mami.—Laia mira a su madre con el ceño fruncido y Kayla pone los ojos en blanco.

—Feliz llegada al mundo придурок.— Araña ponsoñosa.

《imbécil 》

Se acerca a nosotros y su perfume dulce inunda mi nariz haciendo que me tense, debo parecer un idiota petrificado, ya no puede tener este poder sobre mi; deja un beso en la frente de mi hija y desaparece saliendo por la puerta.

beso a mi hija y dejo el tazon sobre la mesa, ella tuerce los ojos al verme hacerlo y rio por el parecido que tienen.

—Necesito cafe para comerlas.—Me excuso y cambia la cara.

—Debes soplar la vela o tu deseo no se cumplira.—me regaña y tomo la taza de cafe.

No puedo creer que este haciendo esto, mi movil repica en mi bolsillo y lo ignoro prestandole atencion a mi copia en miniatura.

—Que se supone que desee?.— pregunto y cierra los ojos, la miro extraño hasta que habla.

—Un unicornio para mi.— susurra volviendo a cerrar los ojos.

—No deseare eso, se supone que tiene que ser algo para mi y yo no deseo un mugroso unicornio.—Abre los ojos y posa sus manos en su cintura.

—Le dire a mami que no quieres desear un unicornio para mi.—refunfuña.

Duvessa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora