26

1.1K 109 6
                                    

||América||

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


||América||

Sentir sus manos sobre mi calentaban todo pero raramente también bajaba el ardor que tenía sobre mi, me relajaban al igual que me enloquecían. A ciencia cierta no se explicarle tantos sentimientos que tenía en ese preciso instante.

Sentí como apretaba mis senos y en compas con un ritmo enloquecedor metía uno en su boca haciendo mis pezones endurecer, otra mano bajaba para amasar mis glúteos, se sentía tan único y experimentado puesto que yo con tantas emociones y placer mi cerebro parecía tener un corto pues no decidía dónde quería poner sus manos.

Mi caperucita, no te salvarás, tu eres mía mi nada más y hoy te quedará grabado en cuerpo y alma - su voz que salía entre gruñidos me llevaba un nivel más arriba de ser posible.

De mi boca solo salían gemidos de placer y aceptación no podía articular nada más lo juro

Me coloco en la cama tomando mis caderas y colocándolas en posición para entrar en mi, y no tardó en llegar su duro y viril tronco hasta mi entrada para empujar haciéndome gemir, gritar y delirar por el roce que tenía tiempo sin sentir.

Tomo mis manos de forma diferente, con dulzura, igual que la primera vez que estuvimos juntos. De mis ojos salían lágrimas de felicidad, gemidos cada vez más altos al mismo tiempo que mis dientes de loba saliendo de mi, no dudaría que mis ojos también hubieran cambiado como los del él.

Entre gruñidos de ambos y besos hasta caricias que jamás se despegarían de nuestras almas solo había en esa habitación deseo, olor a sexo y unión de ambos.

Mi beta, mío solo mío - cuando la presión en mi vientre fue cada vez más fuerte sabía que llegaría el orgasmo

Ahhh mi caperucita, mía solo mía- estaba el debajo de mi y yo sobre el cabalgando y llevando la intensidad de todo.

Mi cuerpo se sintió estremecer así que acelere más, subí y baje por completo en su enorme virilidad hasta que sentí llegar el orgasmo pero aún así no pare. Apenas consiente de mi alrededor yo sentí sus labios en mi cuello con besos para luego sentir un dolor en ese lugar que duró poco porque me golpeó otra ráfaga enorme de deseo que fue tan fuerte que sentí mi cuerpo liviano para ya no saber más nada, todo se hizo oscuridad.

||Maximiliano||

sentirla después de tanto, aunque trate de odiarla no pude simplemente era mas fuerte que yo. por años a petición de mis padres y de mi amigo salí a buscar a mi alma gemela pero todo mi cuerpo y mi mente sabían que era ella, simplemente no lo podía explicar, desde aquel día que llego el señor Bernardo con esa pequeña niña tomada de su mano como si el mundo fuera su mayor temor, desde el momento que vi sus bellos cabellos rojos con esos ojitos únicos, algo dentro de mi se movió, mi lobo se removía sin control y pensé que era cosa de un instante pero cada vez que la veía se ponía peor, mas cuando iba creciendo.

Olor a Beta [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora