CAPITULO 1: Primeras Vistas

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Una tarde recién empezando la primavera decidí ir al gimnasio ya que era mi quinto mes ahí, mi amiga Nora decidió venir a acompañarme ya que solía ir de vez en cuando aunque ella decía que siempre iba,
cuando entre fui directa a los vestuarios pero justamente un poco antes de la puerta de los vestuarios lo vi, lo vi a él, a esa persona que parece un ángel caído del cielo de lo hermoso que es, era un bonito castaño claro con ojos marrón miel que por un segundo pensé que eran azules, los segundo que nos quedamos mirando ambos a nuestros ojos parecieron ser largos minutos hasta que sentí la mano de Nora pellizcándome en el brazo disimuladamente para que avanzara.

—Tía pero que fue eso— Dijo casi riendo
—No fue nada solo me pareció guapo y ya, nada más
—Que dices pero si es horrendo

La verdad si me molestó que digiera eso más que nada porque los pocos ex que tiene si que son horrendos, me da igual lo que ella opine de mis gustos lo que me molesta es que no le pregunte como le parecía a ella;

Nora es la típica amiga que cuando dices blanco ella dice negro y si duces negro ella blanco, que le preguntas que outfit te queda mejor y te elige el más feo, la que con sus otras amigas te critica, y la que siempre te va a desear lo peor y claro os preguntaréis

¿porque no te alejas de ella? yo también me lo e preguntado pero llevamos juntas desde la guardería y se hace un poco complicado ya me acostumbre a su manera de ser y la sobre llevo, tengo claro que haga lo que haga no me va a hundir así que no hay problemas.

Una vez listas y fuera del vestuario hicimos la rutina de ejercicio que teníamos ambas y el chico aquel y yo seguimos con las miradas, nunca antes había sentido esa conexión sin conocerlo absolutamente de nada no me sabía ni si quiera su nombre pero yo decidí ocultar esos sentimientos que tenia porque tenía claro que no íbamos ni siquiera ni dirigirnos la palabra, menos tener algo así que cuando terminamos la rutina y recogimos me fui a casa algo confusa porque no podía parar de pensar en él y me preguntaba si a él le ocurría lo mismo conmigo.

a la mañana siguiente recordé que tenía un cumpleaños de un amigo cercano de Nora donde me habían invitando así que hice las tareas de la casa ya que mis padres trabajaban, mi madre al menos solo solía tener turnos de mañana pero mi padre la mayoría de veces salía de noche; Hice la comida y me fui al sofá a ver cualquier programa mientras comía, pasé la tarde tumbada viendo la televisión o con el móvil revisando cualquier red social hasta que vi que era más tarde de lo que pensaba, ¡se me había olvidado que era el cumpleaños del amigo de Nora!  siempre llegaba tarde a todos sitios, rápidamente me metí en la ducha y me puse un vestido largo pegado sin mangas y de cuello más o menos alto de color beige, el vestido era precioso, quería llevar el pelo suelto pero no me gustaba como se veía hoy así que me recogí una trenza suelta lo que se me veía súper atractiva así, me puse las converse negras altas y salí a donde se celebraba el cumpleaños, de celebro en un pequeño jardín lleno de pequeños animales como patos, ardillas y de más pero como había llegado tarde pues ya todos fueron a la casa del cumpleañero a beber y a festejar así que me dirigí a su casa, debo admitir que me dio muchísima vergüenza entrar, pero en fin, lo hice, mejor llegar tarde que no llegar, salude a todos pero cuando dirigí la mirada a aquella silla azul que estaba colocada al lado de la televisión donde había un videojuego de terror programado, me congelé, no supe que hacer y ni si quiera fui capaz de saludar así que aproveche cuando el se fue a la cocina para sentarme al lado de Nora, no podía mirar otra cosa que no fuera la silla vacía de él pensando que el estaba aquí, no me lo creía, supongo que el era amigo de los amigos de Nora, estaba literalmente en shock no entendía porque sentía tan fuerte por el cuando ni si quiera sabía como se llamaba, la fiesta siguió todos bebíamos y hablábamos tranquilamente menos el y yo, solo nos mirábamos parecía que estábamos los dos en otro mundo, las horas pasaron hasta que un mensaje de mi madre me hizo bajar la mirada hacia mi teléfono, me dijo que sobre las dos de la noche llegara a casa pero no termine de responderme cuando se me apagó el teléfono, mierda, dije en mi mente, pregunté si alguien tenía un cargador y el chico que tanya curiosidad me daba y tanto me hacía sentir sin conocerlo hablo

—Yo tengo uno— Dijo señalando a su lado con la cabeza
—Gracias, cuando se cargue un poco te lo devuelvo, no gastaré mucho tiempo
—No te preocupes utilízalo el tiempo que necesites.

Se levantó dejando la silla azul vacía y se fue a la cocina a fumar, eso no me gustó mucho de él,que fumara, pero bueno no pasa nada, fue muy amable conmigo y se le ve muy buena persona.

Yo cuando el se levanto me senté en su sitio y cargué mi teléfono, cuando se cargó un poco mire la hora y vi que eran las dos y media de la noche, mierda, pensé de nuevo cogí mi teléfono y como la mayoría estaban en la cocina fumando solo me despedí de los que estaban cerca mía y salí corriendo a casa ya que no quedaba tan lejos de aquella casa, eran unos diez minutos andando, mi madre me va a matar.

Llegue a casa y sigilosamente cerré la puerta de casa y vi a mi madre dormida en el sofá así que de puntillas me dirigí a mi habitación me coloqué el pijama y directamente me dormí ya que el alcohol siempre hace que me entre sueño, en vez de activarme me duerme la mayoría de veces.

Por la mañana sólo podía pensar en ese rostro tan perfecto, en esas miradas que no apartábamos, en ese "Yo tengo un cargador", en esa frase que dijo dirigiéndose a mi.

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