Maratón 1/3
— ¿Por qué jodidos le contaste eso, idiota?
Apretando sus puños cerrados, Theo contó mentalmente hasta diez, deteniendo la compulsión de asesinar a su mellizo. Había veces, en que realmente Eli lograba sacarlo de quicio tanto que las ganas de golpearlo eran jodidamente grandes.Su hermano podía hacerse el desentendido a veces, pero tonto era lo último que era y él sabía exactamente que sus acciones tenían consecuencias. Decirle a Derek sobre lo de ese hombre tendría como consecuencia que Theo lo asfixiara con una almohada por la noche.
Había cosas que simplemente debían permanecer en secreto y no decirse nunca, esta era una de esas cosas y había pensado que Eli comprendía lo que eso significaba. Pero no, apenas le dió la espalda, el idiota ya había soltado toda la sopa.
Tendría que ahorrar dinero y comprarle un bonito bozal, a ver si eso conseguía silenciarlo.
— No sé — Eli susurró, arrojándose de espaldas sobre la cama —. Fue el momento, él me estaba abrazando y yo solo... es papá, Theo.El ceño de Theo se frunció al instante en que esas palabras abandonaron los labios del menor —. No le digas de esa forma.
— ¿Por qué?
— No se lo ha ganado — se sentó en el sofá cerca de la enorme ventana que ocupaba casi toda la pared, su libro aun cerrado desde que su hermano había comenzado a contarle la idiotez que había hecho—. Dile Derek o señor Hale.
Girando sobre su estómago, Eli lo miró —. Pero es nuestro padre, ¿no crees que se ha ganado que le digamos así ya?
— No, eso no tiene nada que ver, no solo porque sea nuestro padre tenemos la obligación de decirle de ese modo.
— Le decimos papi a Stiles.
— Papá Stiles nos dio la vida, ¿que más quieres? —elevó una ceja.
— Papá Derek también tuvo que ver allí.
Theo arrugó la nariz con asco —. No necesito imaginarme eso, gracias — miró distraídamente a través de la ventana —. Haz lo que quieras, Eli, no soy tu jefe para decirte como comportarte.
— Pero... tu eres el que toma las decisiones .- dijo el pequeño sintiéndose perdido
— Al parecer, ya no lo hago. — lo miró —. No necesitas que tome decisiones por ti, porque puedes tomarlas por ti solo o nunca te habrías quedado a solas con Derek y soltado estupideces.
Hundiendo el rostro en el material de las mantas, Eli ahogó un grito disconforme antes de volver a mirar a su hermano —. ¿Como quieres que te pida perdón por eso? No fue adrede, solo se me escapó.
— Entonces, la próxima vez que salgamos a algún lugar, pondré cinta en tu boca a ver si así aprendes a mantener los labios sellados.
— ¿Por qué esto te enoja tanto? .— preguntó harto de los regaños de su hermano
— No tenías porque decirle sobre ese tipo a nadie, era nuestro secreto, Eli, rompiste nuestro trato.
Irguiendose, el castaño se sentó sobre sus rodillas y lo miró —. Pero, no se le guarda secretos a la familia, tu dijiste eso.
Soltó un sonido exasperado que sonó vagamente a un gruñido —. Agh, eres malditamente frustrante.
—¿Que quieres decir? .- preguntó Eli entrecerrando los ojos
— No lo entiendes, no logras comprender lo que sucede y eso me crispa los nervios.
Eli estrechó los ojos en su dirección —. ¡No soy idiota!
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TU MIRADA EN MI (Adaptación)
De TodoAm. Una adaptación de una historia de una gran escritora