Maratón 1/2
Jackson estaba sentado detrás de su escritorio, mirando a través de las absurdas anotaciones que había realizado en la última reunión con sus posibles nuevos clientes para dibujar un croquis de lo que sería el verdadero plano de la construcción
deseada luego de que le fuese dado el visto bueno, cuando el escándalo llegó a sus oidos.El lápiz atrapado entre sus dedos se detuvo varios centimetros sobre la hoja mientras miraba en dirección a la puerta que daba al recibidor donde se
encontraba su secretario.Se quedó sentado allí por un momento, simplemente escuchando e intentando comprender lo que estaba sucediendo al otro lado. Estaba a punto de ponerse de pie cuando una voz conocida se alzó sobre el escandalo, logrando que cayera
nuevamente sentado en su silla de escritorio y la curva de una sonrisa torciera el borde de sus labios.
Ah, demonios, debió haber sabido que esos pequeños diablillos lo encontrarían así de rápido, eran tan inteligentes que a veces le parecía increíble que fuesen hijos del idiota de su primo.Había que admitirlo, Derek era bastante torpe a veces, los mellizos individualmente duplicaban su coeficiente intelectual. Ordenando sus papeles con cuidado, los apartó a un lado del escritorio y se sentó allí a esperar. Porque conocía demasiado bien a esos dos para saber que encontrarían la manera de pasar a través de su secretario y de entrar a su oficina.
— ¡Tío Alex!
Siete minutos, eso habían demorado en golpear su puerta abierta y entrar corriendo a la habitación.
Matt, su secretario, apareció con una expresión alterada en el marco, obviamente cansado de pelear con el duo problematico—. Señor Whittemore, lo siento, intenté detenerlos, pero estos niños insisten en hablar con usted y...— No te preocupes, está bien — tranquilizó, poniéndose de pie mientras le dedicaba una pequeña sonrisa —. Ellos son mis sobrinos, la próxima vez solo avisame que están aquí, ¿si?
— Uh. — asintió aturdido —. Eso haré.
— Vuelve a tu escritorio, Matt, yo me encargo — hizo un gesto con su mano, indicando el exterior cuando el chico no se movió. Una vez que la puerta se cerró detrás de él, se giró a mirar a los mellizos, encontrando grandes ceños fruncidos dedicados completamente en su dirección —. ¿Ahora, que es esa expresión, mis niños?
— ¡Nos mentiste, tío Alex! — Eli acusó, su vocecita dulce quitándole toda seriedad y dandole el aspecto de un esponjado gatito enojado.
Sin poder evitarlo, Jackson se acercó y pellizcó las sonrojadas mejillas con cariño —. Pero que bonito te ves cuando estas enojado.
— ¡Tío Alex, seriedad, por favor! — Theo exigió.
— ¡Has crecido un par de centimetros desde la última vez que te vi! — jaló al mayor a sus brazos, ahogandolo en un abrazo.
— Me estas asfixiando.
— Oh, lo siento. — lo soltó. Dejó que la sonrisa feliz en sus labios se mostrara mientras les hacia un gesto el juego de sofás acomodados en una esquina de la oficina —. Vamos, siéntense y díganme que sucede.
Renuente mente, ambos hicieron lo pedido, Theo dejándose caer con pesadez en el sofá mientras Eli tomaba asiento con delicadeza a su lado, haciendo chocar sus tenis a cuadros rosa y negro.
— Nos mentiste. — acusó el mellizo mayor en el momento en que Jackson tomó asiento frente a ellos, en el sofá individual. Intentando hacerse el tonto, sonrió inocentemente
—. ¿De que hablas, cariño?
— Dijiste que tu nombre es Alexander .- le reclamo Eli
— Mi nombres es Alexander. — aseguró.
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TU MIRADA EN MI (Adaptación)
De TodoAm. Una adaptación de una historia de una gran escritora