TU MIRADA EN MI (Adaptación)

CAPITULO 25

— ¡El azul, papi! ¡El azul!

Sonriendo, Stiles se quitó el blazer negro que estaba probandose y recuperó el azul, que había descartado momentos antes.

No pudo evitar sacudir la cabeza, divertido, cuando los mellizos aullaron y aplaudieron su confirmidad con el atuendo. Los dos bribones se habían instalado en su armario luego de que les explicara porque su casa estaba llena de rosas y les comunicara que su tío Scott iba a cuidarlos por la noche, se habían autodeclarado sus estilistas personales y en el proceso, habían vetado más de la mitad de su guardarropas.

Teniendo en cuenta a lo que se dedicaba, la situación era bastante irónica.
— ¿Ya? — preguntó, dando un pequeño giro para que tuviesen toda la imagen —. ¿Este es de su total agrado, mis majestades?

— No sé — Theo golpeo su dedo contra su barbilla, pareciendo realmente meditarlo —. El rojo tiene su encanto también.

— El rojo no es un color para una primera cita, tonto. — Eli rodó los ojos hacía él —. Papi no es tan fácil.

— No dije que fuese "fácil" — hizo comillas con sus dedos —. Solo dije que el rojo es un bonito color.

— Pero da el mensaje equivocado.
El pelinegro parpadeo —. ¿Que mensaje quieres que dé?

— Bueno, es un padre de familia, debe verse bonito, pero inalcanzable.

"Inalcanzable" Stiles gesticuló, bastante divertido con la charla que estaba escuchando y poco dispuesto a interrumpirla.
Sus niños eran demasiado graciosos a veces.
Theo pareció pensar en ello —. No debe ser inalcanzable, queremos que papá crea que tiene oportunidad.

— Pero cuanto más inalcanzable, más deseable, lo leí en una novela.

— ¡Era una novela, torpe! — le dió un pequeño empujón —. Esta es la vida real, debemos acelerar las cosas.

— ¿Quieres mandar a papi con un moño rojo en la cabeza en su primera cita?

— No estaría mal. — se encogió suavemente de hombros, recibiendo un golpe en el brazo de parte de su ceñudo hermano.

—¡Papi no es un regalo! — siseó —. Y aunque sea papá con quién sale, no debemos hacérselo tan fácil, tiene que luchar por ello.

El ceño del mayor de los mellizos se frunció y pareció pensarlo por un largo momento —. ¿Te gustaría tener más hermanos, Eli?

— Mmm... no sé, creo que si, ¿por qué?

— Porque si ellos no avanzan en esto, entonces tendremos más hermanos cuando estemos en la universidad.

— Seríamos demasiado viejos para jugar con ellos, Theo.

— Exacto.

Eli se volvió a mirar a Stiles, su expresión sería —. Deberías usar el traje rojo, papi.

Y eso lo hizo, Stiles se echó a reir sin poder detenerse.

— ¡No es gracioso! — Theo aseguró —. Debes ser sexy, papá, queremos hermanos.

Tomando aire entre risas, intentó estabilizarse nuevamente —. ¿Quieren hermanos?

— Si.

— Y, díganme algo — se aclaró la garganta —. ¿Acaso no se les ocurrió preguntarme a mi o a su padre si queremos más niños?

Theo bufó —. Por supuesto que quieren — jaló a su hermano cerca, señalando sus rostros —. ¿Quién no querria más niños luego de tenernos a nosotros? ¡Papi, eres una fabrica de gente bonita!