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Cerca de más de media hora después del encuentro con Jungkook y de que Jimin esté escuchando parlotear al alfa a su lado de cómo ya casi está cerca de culminar su carrera o de cómo piensa cambiar su carro por el último modelo que saldrá en los siguientes meses.

¿A Jimin qué mierda le va importar eso, cuándo tiene cosas verdaderamente cosas que si valen la pena? Como por ejemplo; cierto alfa de apellido Jeon.

Desde que se había sentado con el alfa, había estado mirado la salida, pendiente en el momento de que Jungkook fuese a salir, más sin embargo, pese a haber visto al alfa dejar de atender de un momento a otro, no lo ha observado irse. Fue entonces que Jimin supuso que Jungkook se había ido quizás por alguna puerta trasera y era ya todo inútil. Se sentía decepcionado, no sabía la razón detrás, simplemente sus ánimos habían bajado por completo, ante este pensamiento.

Saliendo de Coffees-Win con el frío recibiéndolos a él con Taemin, Jimin metió sus manos dentro de los bolsillos de su abrigo con la intención de tomar un taxi hacia su casa. Pero el alfa parecía tener otros planes una vez más:

—¿Te parece ir a otro lugar?

—¿Como cuál? —inquirió, desinteresado, pero con cierta curiosidad, debido a la hora.

—Bueno... —Taemin se acercó a él, invadiendo su espacio personal—. Hay un motel a unas cuadras, podemos ir y pasar el rato.

Jimin arrugó su entrecejo enseguida y se separó de el azabache, con una mueca molesta en el rostro.

—¿Me estás tomando el pelo?

—Solo es un motel, no haremos nada que no quieras, omega.

—Claro que no. Es obvio que querías algo más de todo esto —dijo, mientras negaba—. Ir al cine, después un café y terminar entre mis piernas. ¿Por quién me tomas, joder?

—De acuerdo, quizás si quiero que hagamos otra cosa, ¿pero tú no? Tienes la fama de rechazar a los alfas, pero bien dicen algunos de estos mismos como disfrutas ser follado. -Se volvió a acercar—. Es solo una noche, no va a pasar nada malo, ninguno dirá nada y listo.

Jimin sonrió sin ápice de gracia.

—¿Sabes qué? Púdrete —escupió—. Si salí contigo fue porque me diste lastima, pero no tengo porque aceptar todo esto, idiota.

Taemin tomó su brazo jalándolo hacia él.

—Ya invertí en ti, así que sin siquiera una mamada no me vas a dejar —declaró el alfa—. Camina; vamos al auto.

Jimin alzó ambas cejas indignado con lo desagradable que podían ser los alfas como Taemin cuando no conseguían lo que querían.

—¿¡Invertir!? —Se soltó de su agarre—. ¡Bien puedo darte ya tu estúpido dinero de vuelta!

—Vamos, Park. Sólo tienes que aceptar y ya está.

—He dicho que no.

Pasándose las manos con frustración por el rostro, el alfa volvió a hablar:

—¿Prefieres pagarme que pasar una noche juntos? Entonces tomaré ese dinero como tu pago para acostarte conmigo. ¿Quieres eso? —Volvió a tomarlo de los hombros para dirigirlos a ambos a su auto.

—¡Si, prefiero pagarte, pero no pienso ir contigo a ningún lado! —Dándole una bofetada al alfa, se alejó un tanto de él como si su solo cuerpo fuera una sustancia tóxica y venenosa.

—¡Maldito, omega! ¡Lo que necesitas es una buena follada para enseñarte a conocer tu rango!

Jimin algo tembloroso, sacó su billetera para devolverle el dinero y así poderse marchar luego, pero su muñeca fue detenida por Jungkook. Jimin alzó el rostro hacia él, sorprendido de verlo.

El pelinegro sacó unos billetes de su bolsillo y se los tiró en la cara a Taemin, para después tomar de los hombros al omega.

—Quién te va a enseñar a comportarte aquí, soy yo. —Sus ojos estaban rojos, y su tono era bastante retador—. Ahí tienes tu dinero, ahora lárgate y déjalo en paz. —Acercó más al omega a él.

Taemin sonrió sin gracia alguna, pateando los billetes.

—Ustedes dos... ¿Acaso están saliendo a escondidas? Porque de no ser así, no le encuentro lógica para que te metas donde nadie te ha llamado, Jeon. Mejor devuélvete a cuidar mocosos y parecer un idiota con delantal. —Dio unos pasos a ellos—. Ahora devuélveme al omega.

Habían cosas que Jungkook no toleraba; que hablaran de su cachorro, y que se metieran con Jimin.

En un rápido momento, sus manos sujetaron el cuello del alfa, después de que esas palabras salieron de su sucia boca. Estampó repetitivas veces su puño en la mejilla de este, soltándolo luego y haciéndolo caer al suelo.

Jimin ni siquiera se metió, estaba petrificado. Taemin tocó su boca lastimada viajando su mirada a Jungkook.

—Te has equivocado de alfa, Jeon. Esto —dijo, señalando el golpe—. Me las vas a pagar, imbécil. —Escupió sangre, poniéndose de pie.

—Adelante, haz lo que se te dé la puta gana. Pero no te vuelvas a meter conmigo y mucho menos con Jimin. ¿Me entendiste? —Le enseñó sus colmillos al contrario, tomó al omega de la mano y se lo llevó hacia su auto estacionado en una esquina.

Jimin simplemente no tenía palabras.

Jungkook le abrió la puerta, y una vez lo vio adentro, la cerró, para luego ir él a su asiento, azotándola del lado suyo al cerrarla. Encendió el vehículo con la ira consumiendo su cuerpo.

Jimin por el espero retrovisor, se percató del pequeño Soo estaba dormido en la parte trasera en un puesto especial para él.

—Conduce con cuidado, recuerdas que tienes a un bebé aquí —le recordó el omega.

Jungkook no lo escuchó, puesto que estaba bastante enfrascado en su ira. No pudiendo controlarla, apretó sus manos enojado en el volante y soltó una fuerte dosis de feromonas agrias. Y es que se preocupara por Jimin y lo que le estaba siendo muy raro en él.

Es como si Jimin ahora fuese una pieza de ajedrez junto a su hijo. Y él solo un peón, buscando te protegerles.

—¡Jungkook, para! —gritó Jimin.

Fue entonces que el alfa fue consciente de la velocidad con la que estaba conduciendo y de los llantos de Jungsoo en la parte trasera. Aparcado en una tienda, se bajó del vehículo, azotando una vez más la puerta tras de sí.

Jimin se pasó como pudo a la parte trasera del auto, y desabrochando las correas de seguridad que tenía Jungsoo a su alrededor, tomó a este entre sus brazos.

—Ya bebé, todo está bien, ¿sí? —Jimin empezó a soltar feromonas inconscientemente, pues su omega interno y él, no querían más que calmar al cachorro que lloraba de manera desconsolada—. Papá está algo enojado, pero todo está bien, Soo-ya. —Secando las diminutas lágrimas de este, besó su frente, he intentado hacerlo dormir, luego de que ya haya conseguido algo de tranquilidad en este.

Minutos después, Jungkook ingresó al auto, y recostado su cabeza en el espaldar de su asiento, se permitió también relajarse con el aroma del omega que lo estaba enloqueciendo.




🎀

te amo Jimin de esta historia, e insisto: ¡Jungkook, date cuenta!

te amo Jimin de esta historia, e insisto: ¡Jungkook, date cuenta!

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