lightsbar: masked97 𐚁 kookmin

009

Jimin había cumplido con su palabra, por lo que hoy sábado el omega se encontraba en casa de Jungkook, haciendo uno que otro quehacer de esta, mientras que el dueño de esta estaba trabajando. El pequeño Soo se hallaba sentado en su caminador jugando con algunas de las cosas entretenedoras que traía este.

Terminando de lavar unos trastes en la cocina, el omega se acercó al menor para darle un poco de puré de banano que había hecho para él, mientras que a su mismo tiempo y a un lado de este, realizaba una de las tareas que tenía Jungkook sin terminar en una carpeta de la laptop del alfa.

Habiendo ya acabado con esta, y dejando un beso en la frente de Jungsoo, fue a lavar el pequeño tazón, para darse la vuelta dirigiéndose nuevamente a donde ahora se encontraba un pequeño Soo somnoliento.

—¿El bebé tiene sueñito? —preguntó en un suave tono de voz al menor, viendo como este estiraba sus bracitos para ser tomado por él—. Hoy estuviste muy juguetón y te pasaste de la hora de dormir, Soo-ya. —Se acercó a tomarlo—. Ya está muy tarde para que tomes un baño, será mejor que solo limpiemos tu cuerpecito, tomes tu biberón y tu merecida siesta.

Caminando al interior de la habitación del alfa, la cual también era del cachorro, se dispuso a limpiar su cuerpo con toallas húmedas, para colocarle una pijama abrigada, ya que aparentaba ser una noche fría.

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La puerta de la entrada se abrió dejando ver a Jungkook quien fue recibido como de costumbre por Bam.

—Hola. Bienvenido.

El alfa fue recibido por un Jimin sentado en el sofá, con Jungsoo en sus brazos.

—Gracias. —Sonrió inconscientemente, sentándose al lado del contrario.

—¿Tu número de fans creció con el show de hoy? —quiso saber el omega, mientras sonreía con gracia.

—¿Estás celoso? —cuestionó con evidente coquetería.

—Santa Luna, qué dices. —Bufó, avergonzado, fijando su mirada en el bebé—. Solo te estoy molestando, es todo.

—Lo sé, omega chismoso. —Rio—. ¿Y qué hace aún Soo aquí? —preguntó, acercándose a Jimin para ver a su cachorro.

—Está dormido, pero desde hace horas cuando intento dejarlo en su cuna, se despierta —le hizo saber—. A propósito, en el refrigerador hay jugo de naranja y también terminé tu tarea.

—No tenías que hacer eso, Jimin. —Se paró, yendo a la cocina para servirse naranjada en un vaso.

—Pero quise. Tómalo como un deber menos y ya. Además, vi sin querer tus notas, y me di cuenta de que vas un poco mal en esa asignatura.

—¿"Sin querer"?

—Cuando tomé tu laptop, estaban ahí. Así que sí fue sin querer.

—Ese "sin querer" ni tú te lo crees, porque eres un chismoso.

Las mejillas de Jimin se tornaron rojas ante la vergüenza.

—No lo soy, solo me preocupo por ti.

—Claro.

El alfa dejó el vaso en el lavado, y se acercó al omega para tomar al bebé.

—Creo que debo irme ya.

—Son cerca de las 12, y parece que lloverá. Creo que deberías quedarte e irte mañana.

Jimin no quiso sonreír, eso sería lo más obvio que pudiera hacer. Más, sin embargo, lo hizo.

—Está bien —aceptó después de salir de sus pensamientos.

—Bien, puedes dormir en mi habitación y tomar algo de mi armario —murmuró, arrullando a Jungsoo—. Yo dormiré en el sofá.

—Yo puedo pasar la noche ahí —se apresuró a decir.

—No, está bien, yo lo tomo. —Miró los ojos del rubio—. Mi sofá es bastante cómodo, ¿sabes?

Jimin mordió su labio con timidez, pero aun así aceptó, por lo que fue directo a la habitación del alfa, dichoso. Minutos después Jungkook ingresó a esta para dejar al cachorro en su cuna, viendo al omega sentado en el borde de la cama. Sacando una pijama de su closet, dejó este abierto y miró al omega.

—Puedes tomar lo que quieras —le repitió, para darse la vuelta y hablar antes de salir—: Buenas noches, Jimin.

—Buenas noches, Jungkook —le respondió sonriendo.

Poco después escuchó la regadera del baño ser encendida, por lo que supuso que Jungkook estaba tomando uno. Estando seguro de esto, se dejó caer de espaldas en la cama, y como si de un niño feliz se tratase, empezó a dar vueltas en ella con una almohada abrazada.

Jimin sentía que podría morir en cualquier momento de felicidad, porque para él no había cosa más gratificante que estar en medio del olor del alfa.

A pasos rápidos llegó al armario y se permitió inhalar todo lo que deseaba. Su olor también estaba ahí impregnado, tan delicioso y sutil.

Tomando unas de las camisas anchas del alfa y poniéndose unos licras deportivos que encontró, se dispuso a dormir.

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A la mañana siguiente Jungkook despertó y fue directo a su habitación, para revisar a su cachorro, pero siendo consciente de que Jimin estaba ahí, prefirió tocará antes.

En vista de que pese a hacer tocado más de una vez y no haber obtenido respuesta, abrió la puerta siendo golpeado por el rico y encantador olor de Vainilla y Sándalo. Tratando de no mirar hacia la cama, fue directo a la cuna en donde la noche anterior y casi siempre dejaba a Jungsoo, pero para su sorpresa, esta estaba vacía, por lo que llevó sus ojos a su cama, encontrando ahí a su hijo envuelto por los brazos del omega.

Parecía que Jungkook nunca se cansaría de ver esta clase de escenas, y espera contar con suerte para que constantemente la imagen de este omega y su cachorro estuviese presente para él.

Saliendo de la habitación en silencio, fue directo al baño a tomar una ducha, para dar inicio a su día.

...

Jimin despertó en cuanto el olor a canela llegó a su nariz, al punto de hacérsela picar un tanto. Acomodando el par de almohadas a los lados del cachorro y luego de haberle dejado un tierno beso.

Cuando iba saliendo del cuarto, Jungkook iba saliendo del baño mientras se abrochaba sus pantalones. El alfa tenía todo su torso tonificado desnudo.

El omega intentó girarse para no ver de más, pero Bam corrió en su dirección para saludarlo, haciéndolo tropezar.

Jungkook corrió para sostenerlo de que cayera al suelo, pero ambos terminaron sobre la fría cerámica, quedando Jimin sobre ese perfecto abdomen desnudo.

El alfa lo miró fijamente, sosteniendo su delgada cintura, dándose cuenta de lo bien que se ajustaban sus manos en ella.

Jimin se sintió delirar.

—Perdón, me ha tomado por sorpresa —susurró, apenado.

—Eso vi.

El omega mordió su labio cuando se removió sobre su cuerpo poniéndose ambos de pie, pero se sentía tan desorientado con el alfa casi desnudo frente suyo, que retrocediendo con el fin de planear su huida, se terminó tropezando, empujando a su paso a Jungkook, quien se golpeó la nariz con la pared.

—¡Perdón, perdón!

—No pasa nada. —Jungkook se miró la mano, notando que tenía sangre en esta.

Jimin percatandose de esto, fue en busca de algo para poder ser de ayuda.

¿¡Es que se había levantado con toda la mala suerte del mundo hoy o qué!?

El omega no sabía en dónde meter su cabeza para esconderse, pues justo ahora solo deseaba que la tierra lo tragase, pero aun así, se vio regresando para auxiliar al alfa.