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maratón 1/3♡
꒦꒷︶︶︶꒦꒷︶︶︶꒦꒷

Jungkook no sabía cómo sentirse ahora. Y es que tan solo hace unos minutos le dijeron que si Jungsoo no botaba hoy en la noche el objeto que ingirió hace dos días, por obligación sería sometido a operación. Le habían pasado los costos del tratamiento que estaba teniendo el menor —dado que también había adquirido una infección—, y estos no fueron para nada económicos, y justo hoy debía conseguir el dinero con el que pagaría la cirugía del día de mañana.

Jungkook no sabía de dónde sacaría todo ese dinero, pero de lo que si estaba seguro, era que sí o sí lo tendría, puesto que la salud y bienestar de Jungsoo estaba sobre todo.

Jimin en cuanto fue consciente de los gastos que estaba teniendo el alfa, fue el primero en decir que se haría cargo de las cuentas, y por último hasta le dijo al alfa, que si quisiese lo tomase como un préstamo que pagaría a largo plazo, pero como era de suponerse, Jungkook no aceptó y le dijo que siendo él, el padre alfa, se haría cargo de todo.

Cuando salieron del hospital, Jungkook dio camino hacia el bar junto a Jimin, al principio no estaba convencido de llevarlo, pero solo trabajaría una hora, recibiría su paga y se iría de vuelta a su departamento para pensar qué podía vender mañana a primera hora.

Ninguno habló del beso, ni siquiera cuando Jungkook tuvo la pelea con Taemin en la cafetería. Jimin decidió no hablar de eso por más que la intriga lo estaba matando. Es que no podía. Había significado tanto para él ese gran roce entre sus bocas, que era inevitable no tener el tema constante en su cabeza. Pero Jungkook tenía demasiadas cosas en la suya y sumarle una más, únicamente agrandaría sus preocupaciones.

Como se hizo mención anteriormente, Jungkook no estaba para relaciones complicadas y pasajeras, él tenía un hijo —el cual ahora estaba enfermo—, y necesitaba a alguien capaz de quedarse a su lado sin importar las circunstancias.

Jimin quería ser ese alguien.

Pero… ¿Jungkook también lo quería? ¿Jungkook… lo dejaría?

El auto se estacionó frente al bar, ambos ingresaron al recinto con la música a tope traspasando las paredes. Jungkook observó el ambiente movido de esta noche, pues, habían más personas de lo usual.

—Iré a la barra de bebidas mientras tanto —le avisó el omega, antes de darse la vuelta.

El alfa ingresó poco después a su camerino para cambiarse. Sin embargo, la mujer de su jefe ingresó a la habitación. Jungkook la miró mientras se terminaba de colocar unos pantalones de cuero.

—Necesitamos hablar, Jeon —dijo, la omega de cabellera rubia—. Últimamente, estás llegando tarde, y ni siquiera te quedas para los bailes finales. ¿Qué te está pasando?

Jungkook frunció sus cejas y miró fijamente a su jefa, puesto que solo habían sido dos noches y no una semana o un mes, como lo quería hacer ver esta.

—Solo han sido dos veces —dijo, sin más, tomando asiento en la silla a su lado—. Y pasa que tengo un cachorro, el cual ahora está internado en el hospital, señorita.

La mujer se cruzó de brazos.

—Tú mismo dijiste que podías con todo, tienes un trabajo aquí y debes cumplir. Además, hay muchos clientes que quieren tus servicios privados.

El alfa negó con su cabeza.

—¿Qué tipo de servicios privados?

—Ya sabes, eres el más atractivo físicamente en este bar, solamente vienen por ti y Taeyong. Ofrecen mucho dinero para que aceptes ir a moteles con ellos. ¿Por qué no aceptas? Hay una gran cola de espera ahí afuera.

—Mi trabajo es bailar para el público, entretenerlos y desearles. No acostarme con ellos —declaró, serio.

La omega arregló su despampanante vestido negro ceñido a su cuerpo, para acercarse al alfa.

—Jeon, en este mundo tienes que aceptar todo lo que te pongan en la mesa. —Vio cómo Jungkook desvío su mirada, por lo que viró sus ojos con notable irritación—. Tienes hasta que acabe tu show y aceptar, de lo contrario, quedas fuera de este negocio y ni te molestes en regresar.

Jungkook apretó sus puños, y con evidente furia miró a la omega frente a él.

—La señorita Kim es una muy buena cliente y amiga de la casa, y lleva bastante tiempo tras de ti. Ya una vez Jackson se encargó de ella, pero ella solo te desea a ti —musitó, lo último, tomando del mentón al alfa—. Encárgate de suplir sus deseos, o de lo contrario, hoy será tu último día aquí.

La mujer se alejó de sí, y volviendo a arreglar su vestido junto con su cabello, salió con una brillante sonrisa en labios rojos.

Jungkook no podía darse el lujo de perder este trabajo ahora, no cuando lo necesitaba más que nunca. De antemano sabía que en ninguna otra parte iba a conseguir una paga como la recibía aquí por un par de horas —o incluso minutos— en el escenario. Además, siendo sincero, le gustaba lo que hacía.

Le gustaba bailar y mostrarse tal cual, pero no quería pasar de ser “Masked97, el stripper más codiciado de toda la noche”, a ser solo un “prostituto”. Ambos trabajos eran diferentes y él se sentía bien con quien venía siendo.

Pero necesitaba el dinero con urgencia, y según los números que le había dado su jefe la otra vez que le hicieron esta misma oferta —claro, que sin un ultimátum de ser botado—, sería más que suficiente para pagar la operación de Jungsoo.

Jungkook estaba dispuesto a dejar su valor intacto a un lado, con tal de ver bien y velar por el bienestar de su cachorro, por lo que ya no había más que pensar.

Él aceptaría.





🎀

siempre he venido leyendo historias en donde quien se sacrifica por su hijo, es la madre, el omega, o el padre que lo engendra (en obras mpreg's), y nunca al otro padre o el alfa (o al nivel que me gustaría); por lo que en esta historia mía quería hacer de un Jungkook que es capaz de hacer todo y sacrificar —desde un el primer párrafo— su vida misma por su cachorro.

sin más que decir, espero que disfruten de este pequeño maratón que les hice estando en cama ♡

sin más que decir, espero que disfruten de este pequeño maratón que les hice estando en cama ♡

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lightsbar: masked97 𐚁 kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora