lightsbar: masked97 𐚁 kookmin

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—Hola mamá.

—Estuvimos pensando que no llegarían, cariño. —La omega se acercó a su hijo, para besarle a mejilla, fijando después sus ojos en el cachorro que traía, a la vez que le ofrecía una sonrisa al menor que le veía curioso y prefirió esconderse posteriormente en el pecho de Jimin.

—Mira, mamá, te presento formalmente a Jungsoo.

—Es aún más lindo que en las fotos que me mostraste —dijo, acomodando mejor el pequeño gorrito que traía el bebé.

Aquello atrajo la atención del pequeño Soo, quien salió de su escondite recién elaborado, y miró a la mujer que le sonreía. Sonriéndole de vuelta, y mostrando sus dos primeros dientes —que a duras penas se podían ver—, volvió a esconderse.

—Es tan tierno.

Jungkook estaba agradecido y se sentía bastante feliz por cómo la omega estaba refiriéndose y tratando a su cachorro, más, sin embargo, no pudo no también sentirse ignorado. Como si sobrase en esta situación.

Jimin, percatándose de esto, sonrió, y decidió hablar:

—Mamá, también te presento a Jungkook, mi alfa.

Automáticamente, Jungkook acomodó como pudo todo en su lado izquierdo y miró a la mujer.

—Mucho gusto, señora, es un placer conocerla por fin. —Estiró su mano libre a la contraria.

—Nada de señora. —Movió su dedo índice en negación—. Youngmin, está bien. —Tomó la mano del alfa, mientras le regalaba una sonrisa—. El gusto también es mío. Mi esposo y yo hemos esperado bastante por conocerte. —Soltando sus manos, se hizo a un lado de la puerta—. Adelanten, pasen, ya en unos minutos iremos a la mesa.

—Antes de eso, he traído esto para usted, junto con este vino —dijo, extendiendo las flores, junto con la caja.

—No te hubieses molestado —musitó, tomando las cosas, y llevando su nariz a las lavandas—. Justo son mis favoritas. Gracias, Jungkook. —Le sonrió una vez más al alfa, para después llamar a un par de muchachas que al parecer eran del servicio.

Estas haciendo un pequeño asentimiento con su cabeza en señal de saludo al hijo de sus patrones y al que parecía ser su pareja, tomaron dicha caja con el vino, y fueron en busca de un florero con agua para las flores que cargaba la señora Park.

—Hanni, por favor ayuda a Jungkook con lo que trae —pidió, la mujer.

—Mamá, no es necesario, Jungkook y yo necesitamos esto a la mano para Soo-ya —dijo, Jimin a su progenitora.

—Lo sé, cariño, pero no toda la cena Jungkook la tendrá consigo. —Sonrió fugazmente por lo primerizo que se veía su hijo, para volver e insistirle a la muchacha—: Encárgate de tenerla a mano por si se llega a necesitar algo, ¿bueno?

Con un asentimiento, la joven omega tomó la pañalera y la llevó con ella. Mientras tanto, ellos se dirigieron a la sala. En cuanto estuvieron en esta, Jungkook pudo sentir como la presencia y el olor de un par de alfas se imponía en el ambiente. Y es que allá, en un par de muebles estaban sentados los que parecían ser los Parks.

—Quien lo diría, un cachorro cargando a otro —murmuró, un alfa que cabellera azabache, y mirada azulada, que se acercó a Jimin, y acarició sus cabellos.

—Ja, ja, ja, el único que parece ser uno, eres tú con esta clase de comentarios, Hyunmin. —Jimin le mostró la lengua, sonriéndole a su hermano mayor. El omega giró a su novio para verle, y después posar sus ojos en su familia y cuñada.