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LISA

—¿Quién es?, ¿Quién es?, ¿Quién es ese chico?—se preguntaba Lisa mientras esperaba por la nueva botella de cerveza que había pedido.

Luego de ese divertido baile —por el que recibió muchos elogios en el camino— estaba algo cansada. Su pedido estaba demorando y fue entonces cuando comenzó a observar a su alrededor para pasar el rato. 

La fiesta de Namjoon tuvo gran convocatoria. El lugar estaba repleto de gente divirtiéndose, era un ambiente agradable que extrañaría cuando el mes siguiente acabara. Porque solo restaban algunos trabajos para que su pase por la Universidad se cerrará. 

Un largo camino, comprometido, sacrificado pero divertido en medidas responsables. Porque nunca logró ser el alma de las fiestas como Jisoo o Rosie solían ser. Lisa saltó varias fiestas para mejorar su rendimiento y por puntos extra, y había valido la pena. Aunque lamentaba quedarse afuera de algunos chismes jugosos por no conocer a los nombrados. 

Entre todas las personas que allí estaban, un chico llamó la atención de Lisa. Un cuerpo fornido, pero no exagerado. Un brazo lleno de tatuajes bonitos. Un estilo muy casual pero le encantaba aquello. Jugaba con su cabello desordenandolo con sus dedos. Aunque la oscuridad no la ayudaba a definir bien sus rasgos parecía una cara poco expresiva, quizás algo incómodo. Provocó su curiosidad. Le gustaba su estilo. Podía imaginar que perfecto se vería Jeon con ese estilo tan relajado, con alguna perforación. De alguna forma el metal, le parecía atractivo en los chicos. 

—Linda. Tu bebida deberá esperar.—irrumpió el chico de la barra que se veía bastante joven. Lucía como un ingresante.

—¿Decías?—preguntó algo fría por ese mote. El chico tragó duro.

—Tu be-bebida.—titubeó.—Están en camino.—tragó duro.—Lo siento, pero debes esperar.—pidió cordialmente.

Fue cuando Lisa sonrió. Aprendió rápido. Asintió. Pero en cuanto retomó su vista hacía el chico de los tatuajes no lo encontró. El chico desapareció. Tras pensarlo por un momento, prefirió ir a fumar al jardín.

[...]

Intentó prender el cigarrillo en sus manos, pero su jodido encendedor no funcionaba. Estaba algo frustrada por ello, cuando a su espalda una voz la llamó. 

—Ten.—le ofreció fuego. 

Lisa miró el objeto y su humor cambió radicalmente para bien.

—Oh, gracias.—respondió aceptando su encendedor.

Al tomar aquel objeto su mano quedó expuesta ante ella. Tenía bonitos tatuajes. 

—Bonitos tatuajes.—halaga de inmediato. Le gustaba la tinta en las personas, tanto como el metal.

De momento se volteó a contra del viento para poder prender su cigarro. 

—Gracias.—contestó el muchacho. Asintió sin mirar, colmando sus pulmones con el maligno veneno que tanto odiaba Jennie. 

Sonrió pensando en que es gracias a el veneno en sus manos que pudo conocer a Jeon. Su amiga dejaría de joder con el chico aquel en cuanto viera a 7mo piso. Estaría de acuerdo en que fuera de inmediato Plan A.

—Me gusta tu perfume.—soltó de la nada el chico a un lado. 

—Gra-cias...—llegó a decir antes de quedar petrificada en cuanto dió con los benditos ojos de ciervo. 

No puede ser. 7mo piso. Jeon. —¿Lo había manifestado?— Fue lo que Lisa pensó.

—Tú...—señalaron ambos entre sí. 

Typa GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora