20- ¿Cuestionario?

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Había salido de una consultoría en una empresa y tomé un respiro para ir a tomarme un café, lo necesitaba para poder despejar mi cabeza. Aún no se me caía una idea para reunir al grupo de nuevo y juntarnos, aunque hacía tiempo que las actividades habían dejado de ser la excusa para vernos, para verla a ella, ya que nos juntamos seguido en lo de Xav o en mi casa a comer.

Lo otro que ocupaba mí cabeza desde que me levantaba, acostaba y soñaba, es obviamente el hecho de tener que separarme de ella, el hecho de que tendría que casarse con Marcus, y aunque tenga muchas ganas de ir con él para pedirle e implorar, u obligarle a romper el compromiso.

-¿Está ocupado este lugar?

-Sí...

Miré de quien es la voz y me encontré a quien más detestaba en este momento y de quién deseaba que desapareciera con toda mi alma.

-Marcus.

-Hola Mar, cualquiera diría que no te da gusto verme.

-¿Y porqué debería darme gusto? Llámame Marina, Mar me dicen mis amigos.

-¿No podemos ser amigos acaso?

-No, cuándo tienes de rehén a la persona que amo.

-¿De que hablas? Emilia no es una rehén.

-Emilia no quiere romper el compromiso contigo porque te dio su palabra, a pesar que no te ama.

-¿Qué tanto la amas? Digo no la buscaste en 10 años, desde lo que pasó en la plaza -lo miré con un gesto de fastidió. ¿No me dijo acaso, que jamás había oído de mí?- quizás mentí cuando dije que no había escuchado de ti -suspiré pesadamente- ¿Crees que puedas hacerla más feliz de lo que yo la haría?

-Por supuesto que la haría más feliz, la amo y ella me ama a mí -lo miré desafiante-

-Si es así ¿Qué tanto estarías dispuesta a dar por ella?

-Todo.

-Incluso tu fortuna, todo tu dinero a cambio de que rompa el compromiso.

-¿Eso quieres? Dejaré mis cuentas en cero, si con eso la liberas.

-No creo que seas capaz de hacer eso Marina, no una vez que ya probaste el lujo y la comodidad que trae el dinero.

-Yo vine a tener lujos y comodidad ahora de adulta Marcus, y puede no parecerlo pero el dinero no me importa. No nací entre el lujo como tú -me miró con extrañeza- tarde un poco pero me decidí investigarte, una vida por lo menos interesante, aunque me causa intriga que es lo que tu familia borró de todos lados.

-Nada que te incumba por supuesto. El dinero lo es todo, con el se vive mejor y mucho más...

-No es lo es todo cuando no puedes salvar a tu propia madre de no morir de cáncer -su mirada de suavizó- cuando no puedes volver el tiempo atrás y no dejar ir a amor de tu vida -se tornó nostálgica- cuando aún teniendo todos los lujos y comodidades al final del día te sigues sintiendo solo, y la única persona que quisieras tener a tu lado y por la cual cambiarías tu fortuna, duerme en la cama de otro. Así que si quieres mí dinero, mi auto y mi casa, te lo daré todo con tal de que rompas el compromiso y jamás vuelvas a verla.

-Se quedó cabizbajo pensando en todo lo que le dije- ¿Tanto así la amas?

-Por supuesto.

-Entonces lo quiero todo, quiero saber que tan capaz eres de hacer por ella.

-Perfecto dame tu número de cuenta y pasaré todo mi dinero, vamos luego a mi casa y te doy el título de los autos, el título de la casa y las llaves todo.

Me pasó su número de cuenta e hice la transacción dejando mis cuentas en cero, eh trabajado durante toda mi vida y eventualmente tendrán dinero. Luego fuimos a mi casa le entregué todos los títulos y las llaves de todo, Enzo había encontrado un trabajo y se había mudado hace unos días lo que hacía todo mucho más fácil de no dar explicaciones. Retiré a Elis a la cual le había pagado por adelantado 3 meses antes de vaciar la cuentas.

-Estos son todos los papeles, aquí están las llaves de los autos y las de la casa -Puse todo encima de la mesa- Dame unos días para sacar todo e irme.

-¿Ella es tu madre? -miró una de las fotos en la pared-

-Sí.

-¿Que edad tenía cuando?

-47.

-Joven y hermosa, seguramente estaba orgullosa de todo lo que lograste.

-Sí, y de hecho compré esta casa con la vista al mar para que ella tuviera la vista, ya que siempre le gustó la costa -aclare mi garganta- Bueno entonces eso es todo ¿Cuando vas a romper el compromiso?

-Este fin de semana. Quédate con tus cosas por ahora, en tu casa y con los autos, tómalo como un seguro de que cuando cumpla con mi parte vendré por eso.

-Esta bien ¿Estás segura de querer dejarlo todo por ella? ¿No te parece un precio demasiado alto?

-Demasiado alto fue pagar el precio de tenerla durante 10 años, el dinero y lo material no es nada, si puedo recuperarla y que vuelva a mi lado para ser feliz.

-Nos vemos Marina, un placer hacer negocios contigo -me estrechó la mano- si quieres cancelar el trato antes del fin de semana estás a tiempo, llámame. Este es mí número -lo anotó en un papel y me lo dió-

Bueno se nota que es primavera, por este flor de imbécil que es Marcus. Si me hubiera pedido un dedo se lo daría con tal de que Emilia fuese libre de él y el estúpido compromiso.

Comencé a guardar algunas cosas en caja como ropa, descolgue los retratos,  guardé los libros y todo esas cositas que cabieron en la caja que tenía, puse todo en la habítacion en la que al último había estado Enzo. Hasta que tocaron la puerta.

-Hola -dibuje una enorme sonrisa y ella entró abrazándome fuerte- mi amor te extrañé.

-Te tengo buenas noticias -Dijo feliz. Entró y caminamos de la mano hasta el sillón del living- hablé con Marcus hace un rato y me dijo que era mejor que no nos casaramos, que me veía muy feliz y no podía hacerme eso, asi que este fin de semana romperiamos el compromiso ante nuestras familias.

La hice pasar feliz, al menos esto me aseguraba de que el desgraciado cumpliera con su parte del trato. ¿Ahora le digo o no? No sé que hacer, no quiero que ella se enoje o que... mejor me callo por ahora.

Hundida en Emilia. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora