21- Nuestro trato se cancela

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Mi ansiedad por el fin de semana era notable. Quería que Emilia llegara a mi casa a decirme que al fin le había puesto punto final a todo, que podríamos estar juntas, acordamos de vernos a las 21hs, son las 20:32hs y aún no recibo mensaje de ella o confirmación de algo.

-21:02 hs tocan mi puerta- Pasa y siéntate -se sentó en el sillón del living- ¿dónde está Emilia? Marcus.

-Le dije que se quedara y me dejara hablar contigo primero.

-¿Porqué?

-Primero necesito que me dejes hablar, prometeme eso.

-Si me lo tienes que pedir es porque lo que digas no va a gustarme.

-El casamiento sigue en pie Marina -la sangre se me heló, pero al mismo tiempo sentí el calor de la ira subirme desde los pies-

-Explicate Marcus, porque sino la única manera en la que saldrás de acá será en una bolsa negra.

-Hace tiempo vengo viendo cosas para la boda, iba a reservar aquí un lugar pensando que la madre de Emilia podría no pasar el tratamiento, gasté bastante dinero en...

-Teniamos un trato Marcus, te di todo, todo lo que tenía, mi dinero, vacíe mis cuentas y te di todo lo material que poseo ¿Qué más quieres? -comence a desesperarme-

-Relajate...

-Marcus veo documentales de asesinos en serie para relajarme -abrió los ojos grande- y tu vienes a mí casa, a decirme que el trato que teníamos se cancela... creo que es hora de poner en práctica lo que veo en documentales.

-Marina espera -su color cambió a blanco- Te pedí que me dejaras terminar de hablar... -Se paró y extendió su mano al frente intentando poner una distancia entre nosotros, yo estaba parada delante de él, para acortar la distancia-

-Habla rápido y ve al punto -me acercaba a paso lento- si no quieres que te haga un enema mental y te saqué de la cabeza, de una manera poco ortodoxa, esas ideas de mierda que tienes.

-Solo quiero que una boda se lleve a cabo, vengo trabajando muy duro...

-Me importa menos que una mierda tu trabajo duro -me encontré a mi misma sosteniéndolo por el cuello de su camisa- teníamos un trato, te di todo lo que tenía ¡¿QUÉ MÁS QUIERES?!

-Marina sueltalo -Emilia había llegado en algún momento y estaba en la sala con nosotros- ¿Qué pasó? ¿No le dijiste acaso Marcus?

-No tuve oportunidad de hacerlo...

-Lo solté- Me dijo que el casamiento se reanuda, que habrá una boda.

Se acercó y me besó delante de él, al separarnos lo vi sonriendo ¿Está idiota o que le pasa que sonríe?

-Habrá una boda y él se va a casar.

-¡YA LO SÉ! van a casarse ¿pero porqué si te había dicho que iba a cancelar la boda?

-Ay Marina será mejor que te calmes antes de que te calme yo misma -trague con dificultad y entonces me calmé mágicamente y me senté, mientras él se arreglaba la camisa- te explicaremos y es mejor que te mantengas callada hasta el final -se sentó a mi lado y entrelazó mis manos con las suyas-

-Yo seré quien se case, pero no con Emilia -el alivio llegó y se fue la tensión de mi cuerpo- me casaré con la persona que amo y de la cual llevo enamorado hace años pero mi familia no acepta -mire a Emilia quien me miraba feliz-

-¿Y quien es el ser vivo misterioso del cual estas enamorado?

-Mi novio de la universidad, Henry -abrí los ojos grandes- ¿Te sorprende? A mi familia también les sorprendió.

-Me removí abrazando a Emilia- ¿Ibas a casarte con ella para tener la aprobación de tu familia?

-En realidad mi padre y abuelo me han desheredado, cortaron todas las conexiones al dinero familiar cuando lo que tuve con Henry pasó de ser un golpe de rebeldía a algo formal. Me obligaron a dejarlo, era el dinero y las comodidades o él... -lo miré- lo elegí a él Marina, hasta que...

-¿Hasta que qué?

-Mis padres me llamaron para hablar conmigo mi abuelo está mal, no quedan muchos herederos a los cuales dejarles la fortuna de la familia, mis tíos son unos tiburones y sus crías pirañitas que apenas mi abuelo fallezca se van a lanzar sobre la fortuna mientras el cuerpo aún sigue tibio, como siempre fui el favorito...

-¿Qué más querían?

-Que les diera un heredero, que al menos mientras mi abuelo siguiera vivo me casara con una mujer y tuviera un hijo...

-Supongo que el abuelito se va a morir sin su bisnieto -Emilia me dió un codazo- ¿Qué? No creo que embarace a Henry.

-Esta chica me cae bien Emi. -comenzó a reír- en realidad tengo que agradecerte a ti Marina -lo miré sin entender- mira tu cuenta bancaria -tenia de vuelta todo el dinero, no había tocado ni un solo peso- me demostraste que no importa el dinero, y tenías razón de nada sirve, si al final del día te sientes solo. Por cierto tu chica ya me dio tremenda bofetada, por haber hecho eso -se tocó la mejilla- pega fuerte, bastante fuerte- tenía que saber que tan importante es ella para ti, después de todo es mi mejor amiga y pasaste la prueba. -miro su reloj- Bueno yo me tengo que ir, mi prometido me espera -me estrechó la mano- gracias Marina y cuídala mucho, nos vemos cuando quieran visitarnos mi casa tendrá las puertas abiertas.

-¿Qué pasará con tu abuelo y su bisnieto que quiere? -No es como que quisiera que Emilia tuviera un hijo de él, y el hecho de que quisiera hacer un niño de la manera tradicional me hervía la sangre, pero tenía que cerciorarme de que no volviera por ella-

-Puedo darle un bisnieto, pero bajo mis términos y si aceptan a quien amo, después de todo no pienso seguir escondiendo quien soy y a quien decido amar. Y sino lo acepta pues no importa una mierda, pude vivir sin tanto lujo todo este tiempo, y puedo seguir trabajando el tiempo que sea con mi profesión.

Nos abrazó fuerte a cada una. Luego afuera habló con Emilia un rato mientras yo la esperaba adentro. Se volvieron a abrazar, se secaron las lágrimas y ella se despidió de él. Entró y corrió hacía a mi nuevamente abrazándome fuerte.

Nos miramos, la miré memorizando otra vez cada facción de su rostro, con las yemas de mis dedos recorrí cada centímetro de su piel al paso, y viaje por la comisura de su boca a besos de punta a punta.

-Cuando quierías trae tus cosas.

-¿Me pides que venga a vivir contigo?

-Por supuesto, no quiero estar lejos de ti no un segundo más.

-¿De verdad ibas a dejar todo lo que tienes por mí?

-Claro, daría mí vida por ti Emilia. Si me tienes hundida, sumergida en ti, con solo existir.

Nos abrazamos y besamos, con el sillón cerca nos sentamos sin querer despegarnos ni un minuto, el sonido de las tripas pidiéndo comida, nos hizo reaccionar que el cuerpo no come amor, asi que nos levantamos para ordenar algo, pero luego cambiamos de planes y fuimos a cenar en público por primera vez como pareja.

Hundida en Emilia. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora