، ⌕ ' ¿quién es M?
Después de dos largas horas de charla y una mancha en su expediente, Avery pudo de irse de la escuela con su padre el cual decidió retirarla temprano, cosa que ella agradeció.
— Así que lo golpeaste en la nariz — comenzó Mason metiendo sus manos en los bolsillos de su formal pantalón de vestir.
— Si.
— Y también lo pateaste en sus genitales.
— Aja.
— Y todo porque se metió con Griffin.
— Exacto.
— Gracias a dios que hiciste eso, ya no aguantaba más estar en esa reunión del trabajo — la reciente confesión del mayor hizo que Avery arqueara una ceja mientras lo mira con una sonrisa incrédula.
— Los padres normales regañan a sus hijos y les dicen que el camino de la violencia no es la solución.
— No soy un padre normal, ¿para qué querría serlo? Eso sería aburrido — Mason abrió la puerta de su casa dejando que Avery entrara primero, al entrar Avery vio una foto de ellos dos cuando ella era más pequeña colgada en la pared — hogar dulce hogar.
Aquella foto hizo que Avery frunciera un poco el ceño, así que le hizo una pregunta muy importante a su padre.
— Oye pa — el mayor dirigió toda su atención a ella después de ponerle seguro a la puerta de la casa.
— ¿Si, cielo? Dime.
— ¿Qué pasó con mamá? — Avery hizo una pequeña pausa — nunca hablamos sobre ella.
La sonrisa que siempre tenía Mason en su rostro ahora pasaba a ser algo cercano a una mueca, Avery nunca antes le había hecho una pregunta parecida, cuando vivían con los padres de Mason, la abuela solía hacer el papel de madre cuando Mason no podía. El castaño pasó una de sus manos por su rostro y tomo a su hija por los hombros llevándola al sofá sentándose frente a frente.
Mason estaba a punto de contarle la historia más bonita a Avery.
— Hace catorce años, casi quince —hizo una pequeña pausa sonriéndole de forma tranquilizadora a su hija — cuando yo tenía dieciocho estaba solo en casa en mi alcoba, leyendo un libro así tal cual como haces tú.
Avery sonrió un poco por eso, subió sus piernas al sofá y abrazo estas a su pecho prestando total atención a su padre.
— El timbre de la casa sonó, los abuelos no solían pedir nada a domicilio, y yo no había ordenado ningún paquete, así que deje mi libro en la cama y baje hasta la puerta de entrada — Mason paso una mano por su nuca — frente a la puerta había una caja semi abierta, al principio no entendí que era, pero me asuste cuando escuché un llanto de bebé.
» Me agache y con cuidado abrí la caja, dentro de ella había una muy linda bebé con una nota de papel pegada en la manta en la cual estaba envuelta. Te tome en brazos y entre a la casa contigo, me senté en el sofá y te quite la carta para leerla.
Mason sacó de su bolsillo su billetera, y de ella sacó un viejo trozo de papel ya gastado por los años, acaricio está un poco y la abrió comenzando a leerla.
— Querido Mason — relamió sus labios — se que vas a odiarme por esto, y estoy muy segura de que vas a odiarme aún más cuando termines de leer esta carta.
Avery estaba en completo silencio, atenta a cada cosa que su padre decía.
— Sé que ambos somos muy jóvenes, tú tienes dieciocho e iras a la universidad, yo, bueno, yo fui una tonta que te oculto su embarazo, no quería que te enojaras si te lo decía. Sé que tenías el derecho a saberlo, lamento no haberte dicho nada en su momento.
» Tenía miedo, miedo de arruinarte tu vida con un bebé no esperado, más cuando no somos nada. Aún sigo teniendo miedo pero ahora mismo no sé cómo cuidar de ella, lleva dos días de nacida.
» Sé que serás un excelente padre, no le he puesto nombre aún, pensé que al menos esa decisión debías de tomarla tu. Con amor, M. Posdata, ella tiene tus lindos ojos.
Luego de leer la carta, Mason sonrió, sonrió porque había revivido lo que fue en su momento algo preocupante, y que ahora no se imaginaba la vida sin Avery.
— Luego de eso, espere horas y horas a que tus abuelos llegaran, cuando llegaron no sabía por dónde empezar la historia de cómo tenía un bebé en mis brazos si hacen tan solo unas horas era un chico a punto de ir a la universidad.
» Al principio fue difícil, los abuelos me dijeron que te diera adopción, que nunca me recordarías y que quizás existía alguien que te pudiera dar una vida mejor que yo, pero me negué, no llevabas tanto en mi vida y no me veía sin ti.
» Luego de unas semanas, mi padre acepto el hecho de que no te iba a dejar ir, así que se ofreció a ayudarme con tus cuidados, mientras que la abuela fue un poco más difícil de convencer, sin embargo cuando noto que ni el abuelo Ben ni yo sabíamos cómo poner un pañal, empezó a pasar mucho tiempo contigo, a tal punto que ya ni me dejaba verte.
Ambos rieron un poco, Mason pasó sus manos por su cabello y siguió con su historia.
— Empecé a ir a la universidad y luego de eso al trabajo, los abuelos te cuidaban todo el día, y al llegar en la noche a casa me quedaba contigo hasta la madrugada cuando te dormías.
» Pasaron unos meses y yo seguía sin contarle a mis amigos sobre ti, no porque me avergonzara, jamás lo haría, pero no sabía cómo contarles que un bebe había aparecido en mi puerta sin sonar como un idiota.
» Un día, James llegó a mi casa sin avisar, le abrí la puerta contigo en brazos, al verte me hizo mil preguntas así que sin remedio alguno lo hice entrar en la casa, lo senté en el sofá y le conté todo. Luego de eso se ofreció a ser tu padrino, por no decir que me obligó a decir que sí.
Masón sonrió con nostalgia aún con la carta en sus manos.
— Ya de ahí empezaron a venir tus cumpleaños, tus primeros pasos, tus primeras palabras, y créeme que desde que llegaste a mi puerta mi vida ha sido más bonita como nunca antes lo ha sido.
A Avery se le habían cristalizado un poco los ojos, se limpió estos con el dorso de su mano, su padre se levantó y fue con ella para limpiar sus mejillas con sus dedos pulgares.
— ¿Entonces no era chiste lo de que había llegado en una caja? — la pregunta de Avery hizo reír a Mason.
— No, ya te dije que no digo mentiras.
— ¿La buscaste? — Avery apoyó su mentón en sus rodillas viendo a su padre.
— ¿A ella? — Avery asintió con la cabeza — James me ayudó, preguntamos en muchos lugares y nadie parecía saber de que estábamos hablando, fuimos a los hospitales de todo el pueblo y nada, así que al final me di por vencido con eso. James y yo supusimos que se había ido de la ciudad o algo por el estilo.
— Si pudieras volver a ese momento, ya sabiendo todo lo que va pasar, ¿lo harías de nuevo? — a Avery le asustaba a la respuesta a esa pregunta sin embargo, la sonrisa en el rostro de su padre la calmó.
— Claro que lo haría, mil un veces más Avery — Mason dejo un beso en la frente de su hija y se levanto del sofá — iré a preparar algo de comer — Avery asintió y se levantó del sofá tomando la carta de su madre — quédatela si quieres, yo ya la tuve por muchos años — dijo viendo a su hija con el trozo de papel en sus manos.
Avery sonrió un poco, y se quedó un rato en la sala de estar releyendo varias veces la carta, una nueva pregunta nacía dentro de ella, ¿quién era M?
© URGFRONNIE
Puedo decir con mucha seguridad que este ha sido uno de mis capítulos favoritos.
La relación de padre e hija de Mason y Avery >>> El verdadero adopteme señor Miel.
Admito que también me dio diabetes escribir todo, pero valió la pena sisi.
Gracias por leer mis amores, nos vemos en la próxima parte.
xoxo, Alex.
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𝗿𝘂𝗱𝗲, the black phone
Fanfiction──── desde esa mañana Avery jamás olvidaría lo que su padre le dijo antes de salir de casa para ir a la escuela. ━━ Pase lo que pase, nunca hables con extraños. ٫٫ Ojalá ella lo hubiera escuchado. © todos los derechos reservados a los respecti...