I Like a Boy

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، ⌕ ' me gusta un chico

Luego de que James los recogiera a ambos de la escuela y dejaran a Griffin en su casa, James y Avery llegaron a casa, lugar donde Mason tenía papeles por todas partes gracias al trabajo y más tazas de café de las que pidan contar con una mano.

— Hola pa — Avery se asomó a la cocina para saludar a su progenitor, el cual anotaba algunas cosas en una libreta.

— Hola hija, ¿cómo te fue hoy? — Mason dejo lo que estaba haciendo por unos momentos para concentrarse en su pequeña.

— Bien, ya hice los deberes de la escuela así que estaré en mi habitación un rato — Mason asintió y acomodo sus lentes de lectura para seguir en lo que estaba.

Avery subió a su habitación y dejó su mochila en su cama, al estar parada en medio de su habitación se dio cuenta que realmente no tenía nada que hacer, pero realmente necesitaba hablar de algo con alguien. Esos últimos días cuando Blake la saludaba en los pasillos sentía un pequeño revoltijo en el estomago, al principio pensó que era su desayuno el cual le hacía mal, pero todos los días comía algo distinto en las mañanas, así que estaba pensando en que más podía ser.

Pensó que quizás podría hablar del tema con su padre, pero sabía que en cuanto mencionara que había un chico de por medio en la historia, su padre le haría mil preguntas más que no sabría como responder, así que quería ahorrarse la charla. Avery frunció los labios comenzando a caminar en círculos mientras pensaba con quien más podría hablar.

— Oye linda, ¿sabes dónde está el control retomo del televisor de la sala? — James tocó la puerta de la habitación de Avery e hizo la pregunta desde afuera, algo que había aprendido en la secundaria era a no abrir la puerta de una habitación de una chica si no te habían dado permiso.

Avery salió de sus pensamientos al oír la voz de su padrino, y en eso una excelente idea se le ocurrió, que mejor que hablar sobre problemas con chicos con alguien que tiene una vida amorosa de la patada, Avery abrió la puerta de su habitación y se asomo al pasillo para ver donde estaba su padrino, aparentemente al no ir una respuesta se había ido.

— ¡Tío James! — Avery se apresuro para detener a su tío el cual estaba bajando las escaleras hacia la planta baja, el pelinegro se detuvo al oír la voz de su sobrina y se giro a verla con preocupación.

— ¿Sucedió algo, linda? ¿Quieres que llame a tu papá? — Avery negó rápidamente con la cabeza a lo que James se desentendió un poco — oh, en ese caso, ¿qué sucede?

— Es que quería hablar de algo — Avery jugó un poco con sus manos — a solas contigo, es importante — James asintió lentamente y se sentó en las escaleras palmeando el espacio libre para que Avery se sentara junto él.

— Bien, dime que sucede — James apoyó su mejilla en la palma de su mano prestando total atención a su ahijada. Avery relamió un poco sus labios, comenzaba a arrepentirse de esto, pero algo en su interior le decía que James tenía las respuestas a sus problemas.

— Es sobre el chico del otro día... — Avery rascó su nuca por los nervios, James entreabrió sus labios antes de formar con ellos una sonrisa juguetona, ya veía por donde iba la conversación.

— Continua, soy todo oído — si antes estaban interesado en la conversación, ahora aun más.

Avery pasó sus manos por su cabello antes de empezar a hablar, eso suficiente para que James supiera que estaba nerviosa, Avery compartía muchas similitudes con Mason, y James conocía a Mason tan bien como la palma de su propia mano.

— No sé porque pasa esto, pero siempre que me habla siento un revoltijo en mi estomago como si estuviera nerviosa — Avery jugaba con sus manos sobre su regazo mientras que James la escuchaba atentamente — de vez en cuando siento la necesidad de mirarle cuando él no me está mirando a mí, no de forma extraña, hablo de que bueno, sus ojos azules son muy bonitos para ser un tonto acosador.

𝗿𝘂𝗱𝗲, the black phoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora