، ⌕ ' James lo sabe.
Avery ya se había ido a la escuela, lo cual dejaba a Mason solo en casa con miles de cosas por hacer y un juego de beisbol como sonido de de fondo para concentrarse. Mason estaba lavando los últimos platos del desayuno cuando el timbre de la casa sonó.
— Seguro Avery se olvidó algo — el mayor secó sus manos con un trapo y salió de la cocina para ir hasta la puerta de entrada.
Sacudió sus manos un poco y abrió un poco la puerta asomándose a ver quién era, pero en vez de encontrarse con su hija, se encontró con cierta cabellera de rulos azabaches viéndole con una enorme sonrisa.
— ¿Qué? ¿A caso no me veo tan guapo como siempre? — James bromeó un poco jugando con su cabello mientras veía su mejor amigo el cual estaba en una especie de shock.
— ¿¡James?! — Mason terminó de abrir la puerta mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.
— El único y original, a menos que conozcas a otro — James movió un poco su cabeza y Mason lo tomó del cuello de la camiseta haciéndole que entrar a la casa casi tambaleándose hacia el suelo.
James se sujeto de los brazos de Mason, antes de que Mason cerrara la puerta metió su maleta a la casa y relamió sus labios viendo al castaño de arriba abajo.
— Tienes que dejar de hacer eso, la última vez que lo hiciste fue para decirme que eras padre — James rápidamente se asomó a la sala de estar en busca de algo — no te trajeron otro bebé en una caja ¿o sí?
Mason rió ante el comentario de su amigo, simplemente negó con la cabeza y lo atrajo hacia él para abrazarlo, era un abrazo cálido, al principio James tardo en reaccionar, pero aún así envolvió sus brazos alrededor del cuerpo de Mason, desde que se habían mudado a ese pueblo no se habían visto, solo llamadas y cartas eran lo que recibían el uno del otro.
— Te extrañe, idiota — Mason habló a penas rompiendo el silencio, James soltó una pequeña risita asintiendo.
— Y yo a ti, estúpido.
Ambos se separaron del abrazo, se miraron unos momentos en silencio sin decir nada, eran de esos que en mil silencios le encontraban las respuestas a todo, podían saber lo que el otro pensaba sin decir nada, era una especie de conexión telepática que no importaba cuantos años pasaran, jamás se rompía.
James y Mason se pasaron todo el día poniéndose al día, James bebía unas cervezas y Mason se tomaba unas cuantas tazas de café, de vez en cuando recordaban los viejos tiempos de cuando eran más jóvenes, algunos eran sobre ellos escapándose de clases en la secundaria, y otros de cuando Mason golpeaba a los que se metían con James.
— Y luego de eso terminó pateando su entrepierna — Mason le había contado la historia de cómo Avery había golpeado a un chico por meterse con Griffin, y aunque James no sabía quién era Griffin, su rostro solo podía reflejar orgullo.
— Te dije que las clases de boxeo servirían de algo — James dio un largo trago a su botella, mientras que Mason solo sonrió mientras negaba con su cabeza.
— Si, le sirvieron tanto para obtener una mancha en su expediente.
— ¿Y a ti desde cuando te importan las manchas en los expedientes? Eres el menos indicado para quejarte de eso — James se levantó del sofá de la sala de estar y fue hasta la cocina para tirar a la basura su botella vacía.
Mason se levantó yendo detrás del pelinegro, dejó la taza de la cual había bebido café en el fregadero. Mason se apoyó en el mesón de la cocina y dirigió su mirada a James, el cual buscaba algo en el refrigerador para comer.
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𝗿𝘂𝗱𝗲, the black phone
Fanfiction──── desde esa mañana Avery jamás olvidaría lo que su padre le dijo antes de salir de casa para ir a la escuela. ━━ Pase lo que pase, nunca hables con extraños. ٫٫ Ojalá ella lo hubiera escuchado. © todos los derechos reservados a los respecti...