Capítulo 21

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Kaamisha

Todavía no me acostumbraba.

Llevaba ya un par de meses aquí y por más que vagaba por todo el lugar no reconocía nada, no me sentía familiar en absoluto.

Temía no recuperar mis recuerdos. Miré la marca tenue al reverso de mi muñeca, esa marca era algo que no se borraba con el paso de los días. Daren decía que era el vínculo que tenía con mi hermano gemelo, pero nunca me contestaba sobre las líneas borrosas en mi otra muñeca.

De igual manera, me sentía extraña porque iba por ahí preguntando nombres sin conocer a nadie. Todos me llamaban duquesa, pero yo no me sentía así.

Un sonido melodioso y tranquilo se comunicó en mi cabeza, como siempre que comenzaba a sentirme ansiosa, bajé la mirada hacía la pulsera en mi mano derecha, llevaba unos hermosos dijes de plumas y flores, era la melodía del viento y la tierra, sentí que me tranquilizaba. No sabía quién me la había dado, pero me había servido mucho en las últimas semanas, era algo que sí se sentía familiar.

Cerré los ojos y me recargue contra el árbol.

- Aquí estás.- La voz profunda de Daren me hizo abrirlos de nuevo.

Sonreí.

- Necesitaba respirar.- Murmuré.

Él se sentó a mi lado.

- ¿Hay algún problema? - Preguntó frunciendo el ceño.- ¿Te han ofendido? Puedo encargarme si es...

Tomé su mano para tranquilizarlo. Realmente no era eso, solo no me sentía parte de todo esto, pero decirle podría ser cruel. Daren se quedó viendo el punto fijo en el que nuestra piel se tocaba, pensé que había hecho más y traté de alejarme pero me retuvo, me jaló hacia él y me recargue en su pecho. Me quedé por un momento embelesada por sus ojos, realmente eran muy bellos. Daren colocó su mano detrás de mi nuca y algún tipo de instinto me dijo que me alejara, pero, ¿No se suponía que era la duquesa? ¿No debería pasar? Se había mantenido cerca y lejos al mismo tiempo para no presionarme, pero su cuerpo temblaba como si estuviera en su límite.

- No puedo esperar más.- Susurró contra mis labios.- Kaamisha, márchate si necesitas más tiempo.

Pensé en hacerlo, porque no me sentía del todo lista, pero me dolió ver su expresión de dolor y no pude moverme. No lo rechacé cuando sus labios se conectaron con los míos, sentí que me elevó para colocarme encima suyo, sus manos recorrieron mis piernas y por debajo de mi vestido, yo tomé la iniciativa desabrochado su pantalón y tomando su miembro, mi mano se veía pequeña en él, pero la moví por inercia, mi cuerpo conociendo los movimientos mientras Daren llevó sus manos a mi ropa interior y comenzó a jugar conmigo. Gemí cuando encontró un punto particularmente sensible.

- Deberíamos ir... Dentro.- Susurró contra mi oreja, pero eso solo me estímulo más, yo no quería esperar. Lo quería ahora, así que lo acomodé y me dejé caer en él. Daren hizo un momentáneo gesto de dolor.

- ¿Estás bien? - Pregunté. ¿Había sido muy brusca?

- Estoy bien.- Sonrió.- Fue momentáneo.

- Es un alivio.- Murmuré.- No sabría qué hacer si te rompía.

Daren se rió y colocó su frente en la mía antes de besarme de nuevo, comencé a moverme buscando mi propia liberación, pero Daren me tomó por la cintura y nos dió vuelta colocándose encima de mi, haciendo que lo rodeara con mis piernas, retrocedió y me penetró con fuerza. Gemí entre el placer y el dolor por su repentina brusquedad, sus primeros movimientos fueron así hasta que se adaptó y sus movimientos me llevaron al clímax, arañe su espalda con fuerza cuando lo sentí liberarse dentro de mí al tiempo que me mordía con sus colmillos. Perdí el conocimiento por el dolor repentino y muy fuerte que me tomó por sorpresa.

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