Capítulo 29

116 16 2
                                    

Idara

No me gustaba la idea de volver a Rusia.

Y mucho menos convivir con Vladimir Petrov cerca de Nyria y Arista, ambas eran lo suficientemente inteligentes para notar cualquier tipo de comportamiento extraño y el maldito ruso nunca dejaba de comportarse como no debería.

Miré el reloj antes de seguir a Arista y Nyria, ambas muy interesadas por el estilo de las rusas. Resaltaban bastante, sobre todo Arista por su cabello rojo. Miré las bolsas con ropa que obviamente no necesitaba en mis manos, pero ambas se veían tan entusiasmadas por vestirme que terminé aceptando y compramos varias prendas similares para congeniar en estilos.

Aunque no éramos tan diferentes, solo Nyria tendía a ser mucho más recatada por su puesto como sacerdotisa. En realidad era muy hermosa, como la mayoría de las hadas, pero me gustaba bastante, yo también había escuchado mucho sobre su tiempo como princesa heredera y luego su tragedia al perder a su padre y su esposo al ser coronada como reina.

Creo que a las tres nos habían tocado circunstancias muy diferentes.

Arista había matado a su padre para corregir los problemas de corrupción y todo su reinado estuvo repleto de problemas que resolver.

Nyria tuvo tiempos de paz y tiempos de conflictos hacía el final de su reinado relacionados con los Eckhart, pero siguió manteniendo el poder como directora de la academia de sacerdotisas y era, quizás, la más perspicaz de las tres.

Y yo, yo me hice cargo de la guerra contra las Kisas por cierto periodo de tiempo, no estaba ni cerca de comparar mi reinado con el de ellas, pero no me sentía inferior porque ellas mismas me trataban como a su igual y eso lo agradecía sinceramente.

Las dirigí hacía un café y nos sentamos por un momento a descansar.

- Estaba pensando...- Dijo Arista.- Habrán diferentes tipos de torneos para elegir a un ganador, pero no necesariamente tienen que ser los mismos todos los años, ¿No? - Nyria y yo asentimos.

- Podría ser uno de tiro con arco.- Dijo Nyria.- La mayoría de los inmortales lo práctica, pero no les agradaría la idea de pararse y solo tirar flechas.- Tomó de su café.- Y los inmortales son salvajes, en especial los hombres, se aburrirían si nos ponemos en una postura políticamente correcta.

- Podríamos fijar una cacería entre ellos con arco y flechas.- Murmuré.- Prohibir puntos vitales para algunas razas y que gane el que pueda obtener la bandera roja.

- Ese tipo de actividades sería en territorio externo a la residencia, no estaría mal proveer material de curación en las estancias de los participantes y un lugar más equipado en las afueras por sí... a alguién se le ocurre jugar demasiado en serio.- Complementó Arista y yo asentí. Teníamos que cubrir cualquier tipo de necesidad y probable evento en nuestra contra.

- ¿Y qué hay de los bailes? - Preguntó Nyria.- Tendremos que hacer el primero para inaugurar el inicio del torneo, el segundo posterior al término de la primera etapa del torneo, el tercero para anunciar el ganador y finalizar el torneo.

- El primero, para abrir podría ser con el estilo del reino de las hadas.- Miré a Arista.- Para animar a los participantes a conocerse e interactuar por medio del baile de su raza.- Era mucho más físico y podría hacer que más de una raza se emocione con el acto, en lo personal no se me daba bien, pero a Erica le encantaba bailar junto con Lucius en cualquier oportunidad que tuvieran. Parecían sentirse ambos muy en paz con las costumbres de las hadas.

- El segundo podría ser con las costumbres de los vampiros.- Dijo Nyria.- He escuchado que no hay nada más elegante y magnético que el vals que realizan.

DescendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora