Capítulo 63

130 15 5
                                    

Kasdeya

- ¿Qué estás haciendo? - Le pregunté a Arista al verla arrodillada en uno de los pasillos olvidados del palacio.

- Mira.- Sonrió y presionó un botón que estaba escondido detrás de algunos cuadros de decoración y se abrió una puerta secreta.

Llevaba en su mano lo que parecía un cuadro envuelto en papel color cartón. Arista iluminó el camino con su teléfono y me instó a acompañarla, había crecido en estás paredes y no tenía idea de este lugar. Me llamó la atención que parecía bien cuidado y las escaleras tenían polvo pero no era tanto en realidad.

Bajamos aún más y me encontré con rastros de pintura en el suelo, parecía haber un camino de cielo nocturno estrellado y se fue ampliando hasta llegar al final de un pasillo a una habitación que me hizo detenerme del asombro.

Realmente era precioso.

Las paredes parecían resplandecer con un brillo propio, el efecto visual era como sentir que tenía el cielo de la noche al alcance de mi mano. Arista apagó su teléfono y la luz de la pintura en las paredes se hizo todavía más mágica.

Observé en la oscuridad a Arista desenvolver el cuadro y romper el marco liberando la pintura, fue hacía los extremos de la habitación y midió con sus pasos, exactamente en la medida que ella tenía se arrodilló, extendió la pintura y la fijó en el suelo. La pintura era una extensión de la habitación que pareció conectar con las estrellas en las paredes y el brillo aumentó significativamente, si ya era hermoso, fue aún mejor.

- Es precioso.- Dije, sintiéndome emocionada.- ¿Quién lo pintó?

Arista sonrió.

- Lyesel Arscorth.- Dijo.- Era la hermana mayor de Maxwell y la madre de Aarón. -Se sentó contra una pared.- En un mundo tan horrible como en el que ella vivía, se creó su propio espacio en este lugar.

- ¿Y cómo era? - Pregunté.

- Retraída, frágil, pero tenía un corazón muy cálido...- Murmuró.- Solo pude hablar con ella unas cuantas veces, pero habría deseado que fuera feliz.

- ¿Y esté cuadro? - Me acerqué. No lucía antigüo y los trazos tenían un sentido de personalidad parecido al hecho por Larissa, pero no eran completamente iguales. Leí la firma en la esquina: Julia S.

- Lo hizo una vieja amiga.- Dijo.- Ella murió hace un tiempo y me heredó esté cuadro, creo que Julia quería terminar la pintura de Lyesel y lo hizo.- Algunas lágrimas se deslizaron por sus mejillas al ver la belleza que había aumentado gracias a su cuadro.- Lo hizo perfecto.

Por alguna razón, sentí que me estaba perdiendo algo. Arista se limpió las mejillas momentos después.

- Lo siento, últimamente estoy muy emocional.- Dijo abrazándose a sí misma.- Creo que es este lugar.

- Lo entiendo.- Susurré, yo también sentía que estaba al borde.

Miré el brillo de las estrellas y me recosté viéndolas, por varios minutos ninguna dijo nada, solo observamos la belleza melancólica creada por dos mujeres que ya no estaban en este mundo.

- He recibido un ultimátum de los nobles: quieren que la ejecución de Nikolay sea está semana.- Susurré.

- Pero no parece que estés de acuerdo.- Dijo Arista y negué.

- Responsabilidad. Todo se reduce a eso.- Me dije a mi misma.- La ley establece que debo matarlo, pero...- Dudé y mire a Arista.- Pero no quiero hacerlo.

- Entonces rompe las reglas.- Dijo.

- Pero una reina no debe ceder a sus propios deseos, una reina debe amar primero las reglas....

DescendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora