Pov Horacio
Me siento sumamente cansado y, para qué negarlo, también me siento triste. Este vuelo ha sido peor de lo que imaginé. Salí de Filadelfia hacia Honolulu en un viaje de, aproximadamente, 16 horas. Aunque el vuelo hizo escala en Los Ángeles, no pensé que sería tan pesado el viaje.
En ese lapso de tiempo, no pude evitar revisar mi móvil esperando un mensaje de Dex, al menos, un "hola" de su parte. No le dije a Athenea, pero me pidió una segunda oportunidad al volver a casa. Sé lo que ella opinaría al respecto, pero reconozco, que pensé que esta ruptura sería más fácil para mí. Aun así, prometí no pensar en él durante estos quince días, pero no creo lograrlo, al menos me prometeré a mí mismo no comunicarme con él.
Me siento molido, me duele el trasero por permanecer tanto tiempo sentado. No soy bueno para quedarme quieto demasiado tiempo, pero ha valido la pena. Cuando llegamos al aeropuerto supe que había tomado una de las mejores decisiones de mi vida por esas vistas tan impresionantes, con el mar azul y un toque turquesa al fondo.
Bajamos sin ningún problema del avión y pude completar tranquilamente el resto de trámites. Encontré sin ninguna dificultad mis maletas y me dirigí hacía una de las oficinas para rentar vehículos. Ya tenía reservado uno para mi viaje hacia mi hotel, el cual queda a una hora del aeropuerto.
Debo decir que ha sido muy difícil no detenerme en algunos establecimientos para saciar mi curiosidad (incluso vi un Wallmart camino hacia el hotel), sin embargo, debo registrarme a la hora que se me indicó para no perder mi habitación. Es imposible resistirme a esta altura, ahora que he retomado la vista al mar a pocos kilómetros de mi hotel, pero debo llegar.
Al fin lo logré, he llegado a Ke Iki Beach Bungaló. Sinceramente he reservado acá con un poco de temor, porque he visto opiniones divididas, pero las fotografías terminaron convenciéndome. Espero no equivocarme, ya que estaré aquí por alrededor de dos semanas.
Estaciono en el lugar indicado, saludo al agente de seguridad y bajo de mi vehículo para realizar mi registro. Es un lugar muy amplio, con varias habitaciones estilo pequeños apartamentos que incluyen cama, sala y cocina. Afuera de estos hay mesitas para poder disfrutar de la vista hacia el mar.
Tomo algunas fotografías de la entrada, hasta que me acerco a la recepción. Junto a mi, hay unas personas que parecen familia, dos hombres y una mujer. Trato de no mirarlos mucho, pero parece ser que es una pareja recién casada y el hermano, primo o amigo de ellos. La chica tiene un hermoso cabello rubio y ojos azules, es imposible ignorar a una persona así.
Termino de darle mis datos a la recepcionista. Parece ser que al acompañante de la pareja no le he agradado por haberme quedado viendo a la chica. Me mira seriamente y haciéndome sentir un poco incómodo, así que agradezco a quien me atendió, tomo mis llaves y me dirijo nuevamente al vehículo para sacar mis maletas.
Entro al bungaló, que resulta ser una casita pequeña color durazno, con flores altas en la entrada y unas plataneras alrededor. Es realmente acogedora. En el centro tiene una cama con almohadas y cubrecamas color blanco, con una ventana muy amplia con vista al mar. Afuera hay varios camastros para tomar el sol.
Saco mi móvil para tomar unas fotografías y se las envío a Athenea. Rápidamente me contesta con una carita triste, sé que le encantaría estar aquí. Espero regresar con ella, porque ya me siento enamorado del lugar.
Lo que resta del día lo pasé descansando, ya que, después de todo, ha sido un viaje muy largo, pero tengo muchos días para pasear por la zona. No solo quiero visitar las playas, también tengo muchas ganas de conocer la ciudad; pero que Horacio del futuro se encargue de eso, por el momento solo me dedicaré a dormir.
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Después de un Año
FanficHoracio Pérez y Viktor Volkov se conocieron en Hawái en el momento que necesitaban conocerse. Sintieron una conexión desde el primer momento, y en poco tiempo se hicieron buenos amigos. Sin embargo, así como vinieron las vacaciones así se fueron. Su...