Pov Normal
Han pasado ocho meses desde el incidente y las cosas van bien, tanto para Horacio como para Viktor. Luego de tres meses de reposo, el ruso regresó a su trabajo y recibió un reconocimiento de sus superiores por proteger la vida de la civil meses atrás, en el operativo que lo llevó al hospital. Terminó su formación como agente federal y fue incorporado dentro del Buró. Su superior estaba al tanto de la relación que mantenía con Horacio, así que pidió el traslado formal a la sede de Los Santos y lo asignó adicionalmente a su trabajo de campo en el área de instrucción. Le agradaba Viktor y lo que menos quería era que se arriesgara más de lo que debería. Tenía un hogar al cual regresar todos los días.
En cuanto a su relación, luego de esos tres meses de vivir juntos, decidieron continuar así. No obstante, fue un poco difícil aprender a convivir, ya que tenían poco tiempo de haber retomado su relación, pero realmente querían que funcionara e hicieron todo lo posible para poner cada uno de su parte, y así aprender a entenderse.
Tal como le había dicho a su pareja, Horacio viajó a Filadelfia durante una semana para renunciar formalmente a la Universidad de Pensilvania, entregó las llaves de su departamento y se despidió de su amiga Athenea, con quien seguirían siendo amigos a distancia (ya hasta habían programado las visitas que se harían para no perder la comunicación). Se enteró que, en los días que estuvo fuera de la ciudad, su pareja le había pedido matrimonio, así que se casarían para el próximo otoño. No podía sentirse más feliz por su amiga, quién lo había apoyado en todos los momentos duros que atravesó durante su estadía en la ciudad.
Pronto encontró trabajo en la Universidad de Los Santos, donde ejerce como Profesor en la carrera de Artes, y al igual que en su anterior ciudad, rápidamente pasó a ser uno de los funcionarios más queridos del campus y de los más respetados, ya que mantenía altos estándares al momento de impartir clases. Tenía muchos proyectos que proponer a sus superiores y esperaba poder llevarlos a cabo para el final del año.
En este último mes, Horacio había estado muy ocupado revisando proyectos finales y exámenes, ya que en las próximas semanas terminaría el año lectivo. Había estado tan ocupado que no sabía ni en qué día estaba. Esta jornada en específico se le hacía extraña, hasta había llovido, cuando en abril es poco común que ocurra. Se había levantado temprano dejando a Viktor aún dormido, para dirigirse a la biblioteca de la ciudad, porque debía preparar su material para el final del semestre y así luego poder descansar unas semanas. Preparó el desayuno para ambos, tomó su parte, se vistió y salió de su casa camino a la ciudad.
Pasó todo el día entre libros y sitios web; únicamente descansó por la tarde, cuando revisó que tenía un mensaje de su novio deseándole un buen día. Se sentía culpable por no haberle contestado más temprano, pero pronto se verían, luego de que pasara a recogerlo dentro de un par de horas. Sin embargo, cuando terminó todo y salió a esperar a su pareja, vio como aparecía Gaia en su vehículo a buscarlo. – Hola tío Hache, se nota que esperabas a alguien más-.
- Pues... un poco, ¿ha pasado algo?-. Sacó su móvil para llamar a Viktor, pero su sobrina lo detuvo.
- Tranquilo, tío, está todo bien. Tu novio me pidió que viniera, saldrá más tarde. Llamó a casa para que le ayudáramos, ya que tu no le contestabas el móvil-.
- Ya... estuve ocupado. ¿Nos vamos entonces?-.
- Sí, vamos-. Le abrió la puerta del copiloto para que pudiera subir y se pusieron en marcha.
Llegando al apartamento, le pareció curioso ver que estaba la puerta decorada con algunos globos.
- ¿Qué está pasando?-.
- Ve por ti mismo-. El chico abrió lentamente la puerta, para ver una escena que hizo a su corazón sentir una calidez que pocas veces había vivido. Vio a Viktor subido en una escalera terminando de colocar unos globos en la sala, y a su madre junto a él pasándole la decoración. En ese momento, cayó en cuenta que era su cumpleaños y su familia había decorado todo el departamento sólo por y para él.
Viktor, cuando bajó de las escaleras y lo vio parado a la entrada de la habitación, abrió sus brazos para recibirlo. No dudó en acercarse a él y darle un beso.
- Gracias Vik, no me esperaba esto-.
- Tranquilo, yo... sé que has estado ocupado en estos días, así que hablé con tu madre y decidimos preparar esto para ti. La idea es que fuera una fiesta sorpresa, pero creo que esas cosas no se me dan bien-. Rieron juntos y Horacio no sabía que podía caer más por este hombre. Se abrazó a él, mientras su madre se dirigía a la cocina a traer unas bebidas.
- Hijo, felicidades por tu cumpleaños. En unos minutos prepararemos la mesa para comer juntos. Solo estamos esperando el pastel, creo que te gustará-. Abrazó a su hijo y lo besó en la mejilla.
Unos minutos después tocaron a la puerta. – Seguro es el pastel. Yo voy, tío-. Gaia abrió la puerta, dejando pasar a varias personas más, entre ellos sus padres y a Athenea junto a su pareja. Una vez vio a Horacio, corrió hacía él y se abrazaron fuertemente, llorando de felicidad. Luego, procedieron a las presentaciones y se sentaron a comer juntos.
Horacio no dejaba de sonreír y Viktor no podía despegar la mirada de él. Se veía hermoso y feliz por tener a todos en su pequeño hogar. A medida que caía la noche, cada uno se dirigió a su respectiva casa, mientras que en el caso de Athenea y su novio, se dirigieron al hotel donde reservaron, para así pasar unas semanas en la ciudad.
- Gracias por haberme invitado, señor Volkov, me alegra mucho que esté junto a Horacio. A él se le ve muy feliz a su lado-. Le susurró la chica antes de abrazarlo y luego retirarse del apartamento.
Una vez quedaron solos, se sentaron en el sillón para quedar abrazados. - ¿Te gustó la velada, Horacio?-.
- Sí, me encantó. Muchas gracias por preparar esto para mí... Desde decorar el departamento, hasta invitar a Nea, muchas gracias, Vik. Tengo al mejor novio-.
- Es lo mínimo que mereces, Horacio-. Comenzó a acariciar su cabello. - Ojalá hubiera preparado algo mejor, algo a tu altura...-.
- ¿Qué dices? Ha sido perfecto, Vik. Estar contigo cada día de mi vida... Es lo mejor que me ha pasado. Tengo todo lo que quiero en este momento. Además, no deberías gastar más dinero, porque tenemos el viaje programado para el verano y es mejor ahorrar, ¿no?-.
- Jamás pensé que regresaría a Hawái para celebrar mi cumpleaños... Menos junto a ti.
- Ni yo tampoco, pero me alegra. He ordenado cositas para llevar. Ya lo verás...-. Se acomodó sobre su regazo y comenzó a besarlo; eran unos besos lentos para disfrutar a su novio. Este rodeó a su pareja por la espalda y lo apretó contra él.
- Gracias por regresar a mi vida, Vik-.
- Y gracias a ti... Por dejarme permanecer en ella-.
FIN
-----------------
Este es el final de la historia. ✨✨
Muchas gracias por pasar a leerla, pese que no hice promoción ❤
Agradezco a Javi por la revisión final de casi todos los capítulos y a quienes me dieron el empujón para escribir esta historia. ❤❤
ESTÁS LEYENDO
Después de un Año
FanfictionHoracio Pérez y Viktor Volkov se conocieron en Hawái en el momento que necesitaban conocerse. Sintieron una conexión desde el primer momento, y en poco tiempo se hicieron buenos amigos. Sin embargo, así como vinieron las vacaciones así se fueron. Su...