Desde la sala, Camila trataba de entender la pregunta de Shota. —Somos amigos.— se limitó a decir.
Shota caminó hacia la sala para continuar la conversación. —Parecen ser cercanos.— dijo.
Camila se sentía tensa y nerviosa por ver al pelinegro acercándose hacia ella. —Éramos muy cercanos, pero dejamos de vernos por un tiempo.— dijo con la voz ligeramente temblorosa, mientras daba un par de pasos hacia atrás de forma disimulada.
Shota se dió cuenta de el sentir de Camila, no quería incomodarla, así que decidió mantener su distancia. —Entiendo...— se sentó en el sofá y Camila imitó su acción al ver que él había dejado de acercarse. —Y bien, ¿Cómo te ha ido?— preguntó él.
Habían pasado muchas cosas en su vida, pero prefería resumirlo con la menor cantidad de palabras posibles. —Como podrás darte cuenta, me ha ido bastante bien.— respondió un tanto nostálgica con una pequeña sonrisa en el rostro. —Han pasado muchas cosas desde la última vez que te vi.—
Shota sonrió de igual manera, aún se sentía bastante culpable. —Me da gusto ver en lo que te has convertido. Tomar un puesto tan importante, en una academia tan prestigiosa, no es nada fácil. En verdad deseo que te vaya muy bien.— dijo y colocó su mano sobre el hombro de la castaña.
Ella sonrió. Nuevamente su corazón estaba latiendo fuerte. —Gracias. ¿Y a ti? ¿Cómo te ha ido?— preguntó.
En su vida también habían pasado muchas cosas, pero encontró poco oportuno mencionarlas. —Bien, supongo. Tengo trabajo y un departamento, así que no puedo quejarme.— respondió.
Hubo silencio por un momento. El pelinegro retiró su mano de el hombro de Camila, mientras ella dirigía la mirada hacia el suelo. Era muy complicado estar frente a él después de tanto tiempo, después de los términos en lo que todo acabó. Comenzó a sentir una opresión en el pecho y un nudo en la garganta, hasta que finalmente tomó valor para hablar nuevamente. —¿Por qué te fuiste, Shota?— preguntó con la voz quebrada.
Aizawa también dirigió su mirada hacia el suelo. No quería responder, no tenía valor para hacerlo. —No creo que sea un buen momento para hablar de ésto.— se limitó a responder y trató de ponerse de pie, cunado Camila lo tomó de la mano para detener su huída.
—¿No crees que merezco una respuesta?— preguntó ella.
Shota la miró sin decir nada y volvió a dirigir su mirada hacia el suelo.
—Entonces, ¿Qué haces aquí?— preguntó ella, un poco decepcionada.
—Me crucé contigo por casualidad. No era que viniera a buscarte.— Mintió. Sabía perfectamente que la razón por la que estaba ahí era porque vio a Hitoshi cerca de ella nuevamente.
La respuesta decepcionó aún más a Camila. Hubo un silencio nuevamente en el lugar, hasta que Shota finalmente cedió. —¿Por qué crees que me fui?— preguntó.
Camila soltó su mano al ver que no se iría. —No estoy segura. Al principio, creí que solo querías distancia entre nosotros.— dijo lo último en forma de reclamo, mientras que la voz comenzaba a quebrar cada vez más. — Pensé que era lo mejor, así podría tener un poco de tranquilidad después de todo lo que pasó, pero Momo y Shoto me dijeron la verdad, que el embarazo de Emi era falso. En ese momento traté de buscarte, de pedirte una explicación, fui a tu casa, fui a la casa de el lago y me encontré con la sorpresa de que la habías vendido.— apretó los puños y los ojos se le llenaron de lágrimas. —¿Por qué? De verdad, no lo entiendo. ¿Por qué no me dijiste nada? ¿Por qué sólo me dejaste?—
—¿De verdad me preguntas eso?— preguntó Shota mientras negaba con la cabeza. —Tú misma acabas de responderte. Me fuí para que tuvieras un poco de paz, para que tuvieras el camino libre y continuaras con tu vida de la manera más normal posible. ¿No era obvio?— respondió tranquilamente.
—No. Sabes que no estaba hablando de eso.— dijo con molestia. —Me refiero a que te fuiste sabiendo la verdad. Shoto me dijo que tú ya sabías lo de la mentira de Emi, que él te lo dijo que ella no estaba embarazada justo antes de que el te golpeara.—
—¿Quieres la verdad?, Bien.— dijo de forma brusca. —¿De verdad crees que lo nuestro habría funcionado? Después de todo lo que pasó, después de haberte lastimado tanto, de todo lo que estaba en nuestra contra, ¿Aún piensas que habría funcionado? ¡Por supuesto que no!— se puso de pie abruptamente. —Camila, entiende que lo que teníamos era malo para ambos, que nos hacía más daño de lo que nos podía hacer felices.—
Ella guardó silencio, pues sabía que él tenía razón. Le había tomado años entenderlo y comprender que su relación estuvo mal en todos los aspectos, pero, por alguna extraña razón, su cuerpo todavía se estremecía al tenerlo cerca, no podía evitarlo. —Tienes razón.— se limitó a decir por lo bajo.
—Bien. Voy a salir en un momento más, así que, si me disculpas...— mintió ella también para hacer que se fuera.—Claro, no te preocupes.— respondió Shota con una sonrisa forzada. Le dolía haberle dicho esas palabras, pero era algo que ambos tenían que admitir, era una herida del pasado que no iba a sanar jamás si simplemente se le ignoraba.
Caminó hacia la puerta. —Nos vemos mañana, directora.— añadió, estando aparentemente sereno.—Hasta mañana.— respondió Camila, a quien se le notaba una expresión de dolor en el rostro, pero aún trataba de disimularlo, esbozando una pequeña sonrisa mientras veía cómo el pelinegro salía de ahí.
Una vez que se fué, ella se quedó en la sala, tratando de llenar sus pulmones con aire y tratando con todas sus fuerzas de no llorar. Y es que no podía evitarlo, nada había cambiado, él aún tenía el poder de hacerla pedazos sólo con sus palabras. Se quedó pensando por un momento en lo que dijo, en si realmente se había ido para protegerla de él mismo. Se sentía agobiada y confundida, cómo hacía mucho tiempo que no le pasaba.
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.Perdón por haberlos abandonado tanto tiempo :'( Estoy escribiendo otro fanfic, así que tengo que dividir mi tiempo entre los dos.
Gracias por leer <3
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Efímero
FanficHistoria en Hiatus indefinido :( Camila inicia una nueva etapa en su vida en una nueva ciudad, dejando atrás a sus amigos y los recuerdos de su complicado pasado, aunque a veces la vida es como un carrusel, dando vueltas, pero siempre termina regres...