Entonces salió Mangel del baño, recién bañado, que hizo llamar la atención de sus amigos. Ellos miraron a Mangel y él se quedó quieto.
— ¿Qué miran?
— ¿A dónde vas? —pregunto Alex.
— ¿A ningún lado...? —respondió inseguro.
— Entonces, ¿por qué estás limpio?
— Porque yo mantengo una buena higiene —caminó hacia ellos secando su cabello. Se sentó en el largo sofa—, algo que ustedes cerdos no tiene.
— Yo me bañé ayer —defendió Alex volviendo al juego.
— Igual yo —dijo Rubius.
Mangel los dejo jugar y él se dedicó a mirar su teléfono, pues tenía muchas notificaciones, así que decidió empezar por WhatsApp y emocionado notó el mensaje de Lolito. Sin dudarlo entró y se pasmó al leer los mensajes. Reflejo el impacto en su rostro.
Alex lo miró rápido y volvió a verlo más tiempo, notando lo tenso en su cara.
— ¿Pasa algo, Mangel? —Alex regresó su mirada a su juego.
— Ha... Algo —Mangel estiro el teléfono a la vista del menor. Alex tardo en echarle un vistazo, unos segundos después, pauso el juego; Rubén se quejó. Y Alex tomó el celular leyendo e inhalo medianamente sonoro.
El timbre sonó 3 veces, lo cual el castaño se levantó para ir a abrir, soltando un bufido.
Los dos amigos se miraron nerviosos.
Rubén bajo las escaleras, no mostraba ningún interés, ni ánimos. En realidad, estaba algo vahído este día. Llegó a la puerta y la abrió, llevándose una sorpresa:
— ¡Sorpresa! —gritaron Lolito y Fargan.
Sin pensar Rubius cerró la puerta, se dio media vuelta y dio un paso.
— ¡Rubius! —gritaron Mangel y Alex.
— No es nadie importante —avanzó hasta sus amigos.
— Tío, ya vas a empezar —volteó los ojos.
Mangel se ahorró discutir y se dirigió a la puerta. La abrió y salió, cerrándola a sus espaldas. Vio a los 2 autoinvitados, en silencio. El de lentes se sobó el puente de la nariz y respiró pesadamente.
— ¿¡Estáis tontos o algo así!? —gritó en bajo.
— ¿Por? —cuestionó Fargan.
— Ni entramos y ya nos están echando la bronca —quejó Lolito—. No te molestes, hasta te avisé, mi niña.
— No es eso, lo que pasa aquí es que —estiró con sus manos su cara hacia abajo algo desesperado—. Pocas veces, Alex y yo los invitamos a la casa ¿cierto?
— Cierto —contestaron.
— Nunca ha estado Rubius cuando lo hacemos, ¿cierto?
— Ah, es verdad —comentó Lolito—, nunca me había fijado en eso.
— ¿Y? —cuestionó Fargan.
— ¿Qué tiene que ver eso, mi niña? Es más feo no incluirlo.
— Es que él es muy, mucho, demasiado celoso —habló Mangel nervioso.
Los dos auto–invitados se miraron callados por unos segundos y luego rieron.
— Pfff, por favor Mangel —rio lolo.
— No, no, ¡es verdad! —defendió Mangel—. Y es algo grosero -incluso violento en algunas ocasiones-, así que Alex y yo preferimos reunirnos o en otro lugar o cuando no esté.
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Delirio [Rubegetta]
FanficRubén Doblas, tiene problemas de drogadicción. En una noche frustrante, entre drogas y alucinaciones, ve a Samuel. Este lo trata como nadie, por lo que se enamora de esa alucinación, pero ¿eso fue real? Mangel y Alexby, sus mejores amigos...