Estoy de vuelta. Gracias a todos por sus comentarios y si aún no perdieron la fe en mí, sigan apoyando las historias, empezaré a actualizarlas con más regularidad, pero estoy limitando la duración de los capítulos a 2.5K palabras para no perderme y actualizar las historias con más frecuencia. Sus comentarios son muy importantes para mí, así que los leo. :)
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ZOE
Llegamos en silencio a la casa de Imea. Sinceramente no tenia deseos de que pasáramos la noche en ese lugar, pero supongo que no tenia mucho de donde elegir.
Perseo parecía estar sumido en sus pensamientos todo el camino desde que regresamos, y no me dijo ninguna palabra desde que nos despedimos de la reina. Tenía tantos deseos de poder conversar con él, me sentía un tanto culpable de todo el silencio que guarde hacia él mientras veníamos a Esparta. Solo que estaba tan decepcionada de la contrariedad de sus acciones hacia mi que perdí el verdadero sentido de mis afectos.
Todo había estado pasando tan deprisa que me asustaba poder quedarme sin la compañía de Perseo en un futuro cercano. Hace 15 días estaba a punto de ser violada por el perverso hijo de Zeus, pero apareció Perseo para la rescatarme de esa penuria y darme una nueva vida trayéndome con él hacia Esparta, nuestro viaje había sido largo y con muchos pasajes torpes y algo vergonzosos, pero habíamos logrado congeniar. El detonante fui yo y luego el beso que nos dimos que abrió sus sentimientos y me dijo que no podía darme su corazón. Lo que viene ahora podría apartarme de él para siempre y ahora no podemos mirarnos a los ojos o dirigirnos la palabra sin dureza o despecho. Por un momento soy yo la que se torna hostil y luego es él.
—Espero que mi tía no haya sido tan intimidante— La voz de Perseo me saco de mi pequeño trance, pero sonaba tan impersonal que me producía una acidez en la boca responderle. De solo pensar en llegar a la casa de Imea me ponía de peor humor.
—¿Porque habría de serlo? Por cierto, porque no me dijiste que tu familia era de la realeza— Perseo se sonrojo ligeramente y guardo un momento silencio, seguramente pensando en como contestarme.
—No me pareció importante— Sentí que me estaba diciendo de manera implícita que no era necesario que yo lo supiera o que no confiaba lo suficientemente en mi como para decírmelo.
—¿Quieres decir que no pensaste que debía saberlo?— Perseo retorció su rostro en un poco de evidente fastidio, mis palabras seguramente le habían hecho sentir incomodo, pero eso ya no importaba ahora mismo, porque me sentía sin importancia como para saber algo tan básico sobre él.
—¿Hubiera hecho alguna diferencia?— Me pregunto frunciendo el ceño de manera un poco enfadada. En realidad, no es el punto si hubiera hecho una diferencia sino solamente que debió al menos advertirme para no mostrarme tan abiertamente sobre mis pensamientos sobre él.
—Si... Bueno no... Pero creo que podrías habérmelo dicho antes de enterarme de esa forma— Perseo bajo la cabeza con un poco de vergüenza y casi podía ver lo mas cercano a Perseo de nuestra travesía de 15 días. Pero sabia que gran parte era mi culpa, pero no estaba dispuesta a dar marcha atrás, el se estaba negando a mí.
—Bueno si... Lo siento por eso... Es solo que... Bueno... No son realmente mi familia— No logre entender a plenitud su afirmación, no quería llegar a ninguna conjetura ya que quería que me lo dijera claramente, ya que mañana tendría que encontrarme nuevamente con la reina.
—¿Qué quieres decir?— Perseo miro hacia la puerta que se encontraba frente a nosotros, al parecer habíamos llegado. Rayos debo darme prisa sino quiero perder este momento de conversación pacifica, ante que Imea este persiguiendo a Perseo a todo lado.
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Un héroe de otra época
RomancePerseo es un hijo de Poseidón que no sabe que lo es hasta que la guerra esta por llegar a Esparta. Su padre idea un plan para salvarlo de lo inevitable y preservarlo para el cumplimiento de la profecía. El corazón del héroe se queda prendado de una...